Un tsunami feminista
La red ha servido de campo de batalla para que el ¡°piquito¡± de Rubiales y su agarrada de genitales no se queden en una ¡°pataleta¡± de esas ¡°ni?atas¡± que no saben comportarse
?Se puede pensar una cosa y despu¨¦s la contraria? S¨ª, muchas veces, aunque cueste admitirlo. Cuando se toma la decisi¨®n de eliminar la aplicaci¨®n del m¨®vil, recuperar esas dos horas diarias matadas en el scroll y volver a debatir en persona abjurando de la maligna red social, Twitter demuestra sus bondades. La plataforma, caracterizada por el mal rollo, se ha convertido esta semana en campo de batalla feminista para que el ¡°piquito¡± de Rubiales y su agarrada de genitales no que...
?Se puede pensar una cosa y despu¨¦s la contraria? S¨ª, muchas veces, aunque cueste admitirlo. Cuando se toma la decisi¨®n de eliminar la aplicaci¨®n del m¨®vil, recuperar esas dos horas diarias matadas en el scroll y volver a debatir en persona abjurando de la maligna red social, Twitter demuestra sus bondades. La plataforma, caracterizada por el mal rollo, se ha convertido esta semana en campo de batalla feminista para que el ¡°piquito¡± de Rubiales y su agarrada de genitales no quedase en una ¡°pataleta¡± de esas ¡°ni?atas¡± que no saben comportarse.
Esta vez las usuarias ¡ªy ah¨ª siguen, compru¨¦benlo ustedes mismos¡ª han cogido ese toro tan espa?ol por los cuernos y todav¨ªa no lo han soltado bajo el lema ¡°Se acab¨®¡±. No m¨¢s sonrisas c¨®mplices y chistecitos sobre las ¡°chicas¡± ¡ªbasta ya de llamar a las mujeres ¡°chicas¡±¡ª, ni arrumacos, ni colg¨¢rselas al hombro como si fueran ni?as de dos a?os. No a los comunicados falsos y vergonzosos; no a las comparecencias pose¨ªdos por el esp¨ªritu peliculero y tan real de El lobo de Wall Street. No al machismo. ¡°El VAR dice que no CUELA¡±, resume en su propio idioma el periodista Javier Salas.
Lo que empez¨® con una comparaci¨®n entre el beso de Iker Casillas a Sara Carbonero en 2010 ¡ªqu¨¦ mal ha envejecido y qu¨¦ gilipollas fuimos de pensar que se trataba de un gesto rom¨¢ntico en lugar de una desautorizaci¨®n vergonzosa de una periodista¡ª ha acabado con la suspensi¨®n de Rubiales durante tres meses como presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol y acusaciones de violencia sexual. A diferencia de todas esas veces en las que Twitter es solo un lodazal de insultos en bucle, la red social ha servido, por ejemplo, para reflexionar sobre por qu¨¦ titular en primera p¨¢gina ¡°Jenni deja caer a Rubiales¡± parece una revictimizaci¨®n de manual.
Tambi¨¦n para despejar las dudas, si es que quedaba alguna, de en manos de qui¨¦n est¨¢ el f¨²tbol espa?ol. Y, como en el mejor periodismo, permitir que el caso concreto, un ¡°piquito¡± sin pasi¨®n y un ¡°ole mis huevos¡± de toda la vida, explique la situaci¨®n general de discriminaci¨®n y machismo que se vive en la selecci¨®n femenina (y en el mundo). Una crisis que se entrevi¨® con el mot¨ªn de Las 15, las futbolistas que renunciaron a formar parte de la Roja si no cambiaban las condiciones, y que ahora se entiende mucho mejor.
¡°Luis Rubiales se va a acordar del f¨²tbol femenino toda su vida. Al que despreci¨®, infravalor¨® e invisibiliz¨® hasta hace muy poco. C¨®mo es la vida, ?eh?¡±, tuitea la periodista Sandra S. Riquelme. Pero no solo ¨¦l. Ser¨¢ dif¨ªcil de olvidar tambi¨¦n para los dem¨¢s los mejores momentos del presidente suspendido. De los ¡°gilipollas¡± y ¡°tontos del culo¡± que criticaron el beso, a pedir perd¨®n, para despu¨¦s retractarse, aferrarse al cargo y denunciar una caza de brujas en una asamblea, con menci¨®n incluida a sus hijas, ¡°feministas de verdad¡±.
An¨¢lisis aparte merecen los comunicados del entrenador de la selecci¨®n masculina de f¨²tbol, Luis de la Fuente, y del entrenador del equipo femenino, Jorge Vilda, condenando el comportamiento de Rubiales tras levantarse y jalearle en la asamblea de la ¡°verg¨¹enza ajena¡±. Vilda, el mismo a quien Rubiales anunci¨® en directo que le sub¨ªa el sueldo a medio mill¨®n, como si le hubiera tocado la loter¨ªa. ¡°Firmado con la misma mano que aplaud¨ªa¡±, describe el periodista Jos¨¦ Luis Sastre.
Solo cabe esperar si, como apunta la periodista Gemma Herrero, ¡°asistimos en vivo y en directo a c¨®mo se tambalea el sistema patriarcal, mis¨®gino y machista, en una de sus trincheras m¨¢s blindadas: el f¨²tbol¡±. Un tsunami feminista detonado en Twitter.