D¨®nde est¨¢n los futbolistas

Una estrategia h¨¢bil para detectar a se?ores en Twitter es el uso indiscriminado del ¡°?D¨®nde est¨¢n las feministas?¡± ante cualquier pol¨¦mica o desgracia. Si el suceso ha acontecido lejos de casa, mucho mejor. Ellos son de los del machismo en el ojo ajeno pero nunca en el propio. ?Han detenido en Francia a un violador que, casualmente, no es un var¨®n blanco porque esos son los perseguidos, arrinconados y se?alados? ?D¨®nde est¨¢n las feministas? ?Las afganas siguen sin derechos dos a?os despu¨¦s de la ca¨ªda de Kabul? ?D¨®nde est¨¢n las feministas? ?Se viraliza un clip con ¡°mujeres subastadas como si fueran ganado en Siria¡± mientras ¡°los pol¨ªticos occidentales permiten a cada vez m¨¢s musulmanes radicales penetrar en nuestras naciones¡±? ?D¨®nde est¨¢n las feministas? La frase est¨¢ tan trillada que ya se tuitea de forma par¨®dica. ?Que ma?ana se trabaja? ?D¨®nde est¨¢n las feministas? ?Han subido el precio del tabaco? No digas m¨¢s. ?D¨®nde est¨¢n las feministas cuando realmente se las necesita?

La periodista Bego?a G¨®mez Urzaiz acert¨® cuando, en una columna a prop¨®sito de la muerte de Maradona en S Moda, denunci¨® este fen¨®meno recurrente en el que a unas elegidas se nos exige decencia y premura. Frente a todo accidente en el equilibrio social, solo a nosotras, las que practicamos el feminismo desde la izquierda, se nos requiere como ¡°bomberas de la moral¡±. Mujeres eternamente convocadas a ser las primeras en responder, las m¨¢s r¨¢pidas en apagar todo incendio en la convivencia. ?Del resto? Nada que esperar.

Como los del Norte, Twitter no olvida. Por eso, hasta el viernes, se prodigaron los tuits que denunciaban el oportuno silencio de los futbolistas, ajenos a posicionarse p¨²blicamente frente a la indignaci¨®n que despert¨® la actitud depredadora del presidente de la Real Federaci¨®n de F¨²tbol (RFEF), Luis Rubiales, en la final del Mundial femenino. ¡°D¨®nde estar¨¢n esos jugadores que se lanzaron a denunciar el racismo en el f¨²tbol como algo intolerable hacia un compa?ero, pero que con el machismo de su jefe hacia una compa?era llevan d¨ªas callados como perras¡±, tuite¨® la periodista Mar¨ªa Alba. ¡°Me gusta cuando callas porque pareces un futbolista masculino¡±, apunt¨® la escritora Lidia Garc¨ªa. ¡°Conmovida por las muestras de apoyo de los compa?eros de Jenni, chap¨® los chicos del f¨²tbol, siempre se puede contar con ellos para dar un concierto de grillos cuando hace falta¡±, destac¨® la autora Alana S. Portero. Cuando se contaban las horas para la asamblea de la federaci¨®n en la que Rubiales se neg¨® a dimitir, Isco y Borja Iglesias apoyaron a Jennifer Hermoso, preguntados al salir del vestuario. El viernes, el delantero del Betis fue el primer jugador en reaccionar ante el ¨²ltimo desaf¨ªo de Rubiales y anunci¨® que no volver¨¢ a la Roja ¡°hasta que las cosas cambien¡±. Hab¨ªan pasado cinco d¨ªas desde la final.

No hay que ser avispada para entender que esa ignorancia deliberada del resto, para nada inocente, est¨¢ ligada con la impunidad para decir, micro delante, lo bueno de que ¡°nuestras mujeres¡± est¨¦n ¡°aprendiendo a jugar al f¨²tbol tan bien como los hombres¡± (Josep Borrell) o que ¡°las que se cabrean son porque nunca le han dado un beso a ellas¡± (Manolo Lama). Son los mismos que, mientras en la Mesa del Congreso se hac¨ªa pedagog¨ªa sobre el consentimiento, mientras millones de mujeres sal¨ªan a la calle para organizarse colectivamente por sus derechos, mientras las futbolistas se sindicaban y exig¨ªan igualdad, estaban a por uvas. Lo han tenido en primera plana de sus diarios, se ha explicado en los telediarios, lo han debatido sus amigas en sus sobremesas. Pero ese asunto, creen, nunca fue el suyo. Eso es para las bomberas de la moral, el trabajo de las feministas.