Pudores
Asumir un compromiso est¨¢ bien, pero no conviene perder el sentido de la verg¨¹enza. Es una lecci¨®n que debe aprenderse en la adolescencia y cultivar a lo largo de nuestra vida p¨²blica y privada
El padre Jes¨²s, sacerdote encargado de la librer¨ªa en los Escolapios de Granada, me invit¨® a formar parte de la Legi¨®n de Mar¨ªa a principio de los a?os 70. Aficionado adolescente a los libros, acab¨¦ rezando la Catena Legionis en las ma?anas de s¨¢bado. ?Qui¨¦n es Esta que va subiendo cual aurora naciente, bella como la luna, brillante como el sol, terrible como un ej¨¦rcito formado en batalla? ?Y qui¨¦n soy yo?, acab¨¦ por preguntarme. Nunca agradecer¨¦ bastante las lecciones que da la vida por sorpresa. Cuando el padre Jes¨²s empez¨® a encargarme tareas, aprend¨ª que la militancia y la fe tiene...
El padre Jes¨²s, sacerdote encargado de la librer¨ªa en los Escolapios de Granada, me invit¨® a formar parte de la Legi¨®n de Mar¨ªa a principio de los a?os 70. Aficionado adolescente a los libros, acab¨¦ rezando la Catena Legionis en las ma?anas de s¨¢bado. ?Qui¨¦n es Esta que va subiendo cual aurora naciente, bella como la luna, brillante como el sol, terrible como un ej¨¦rcito formado en batalla? ?Y qui¨¦n soy yo?, acab¨¦ por preguntarme. Nunca agradecer¨¦ bastante las lecciones que da la vida por sorpresa. Cuando el padre Jes¨²s empez¨® a encargarme tareas, aprend¨ª que la militancia y la fe tienen unos l¨ªmites. El pudor es un buen vigilante en la conciencia.
Con algunos compa?eros cumplimos la misi¨®n de formar un grupo de m¨²sica para ir a entretener a las ancianas de un asilo. Despu¨¦s de interpretar lo mejor posible el Palmero sube a la palma y dile a la palmerita, escuch¨¦ a una de nuestras ancianas murmurar que aquello no era un entretenimiento sino una tomadura de pelo. Tambi¨¦n lo pas¨¦ muy mal cuando me encargaron visitar a un muchacho discapacitado. Se trataba de poner sobre su cabeza una foto del sacerdote fundador de la Legi¨®n, sanarlo y conseguir el milagro que le faltaba para ser canonizado. Le pon¨ªa la foto cada vez que me quedaba solo y se la quitaba avergonzado cuando se o¨ªan llegar por el pasillo los pasos de su padre.
Asumir un compromiso est¨¢ bien, pero no conviene perder el sentido de la verg¨¹enza. Es una lecci¨®n que debe aprenderse en la adolescencia y cultivar a lo largo de nuestra vida p¨²blica y privada. Muy triste resulta observar de qu¨¦ manera algunos personajes se acostumbran a hacer el rid¨ªculo d¨ªa tras d¨ªa. Aprend¨ª a dudar de m¨ª mismo gracias al padre Jes¨²s, y cada septiembre me acuerdo de ¨¦l para empezar el curso. Perd¨ª el fanatismo antes que la fe.