?Se acab¨®?

Cuarenta y cinco a?os separan la canci¨®n Se acab¨®, en la que Mar¨ªa Jim¨¦nez rug¨ªa contra los maltratadores ¡ª¡±de luchar contra la muerte, empec¨¦ / a recuperarme un poco y olvid¨¦ / todo lo que te quer¨ªa y ahora ya / y ahora ya mi mundo es otro¡±¡ª del grito de protesta elegido recientemente por la selecci¨®n femenina de f¨²tbol para plantarse ante la conducta machista del presidente de la federaci¨®n, Luis Rub...

Cuarenta y cinco a?os separan la canci¨®n Se acab¨®, en la que Mar¨ªa Jim¨¦nez rug¨ªa contra los maltratadores ¡ª¡±de luchar contra la muerte, empec¨¦ / a recuperarme un poco y olvid¨¦ / todo lo que te quer¨ªa y ahora ya / y ahora ya mi mundo es otro¡±¡ª del grito de protesta elegido recientemente por la selecci¨®n femenina de f¨²tbol para plantarse ante la conducta machista del presidente de la federaci¨®n, Luis Rubiales. El dato no ha pasado inadvertido para la comunidad tuitera, que destac¨®, en la tormentosa vida de la cantante, fallecida este jueves a los 73 a?os, su car¨¢cter pionero. ¡°Fue tan moderna¡±, tuite¨® Isa¨ªas Lafuente, ¡°que viraliz¨® un hashtag, #Seacab¨®, d¨¦cadas antes de que naciera el hashtag. Fue en 1978, en un pa¨ªs que despenaliz¨® ese a?o el adulterio, que aprob¨® tres a?os despu¨¦s el divorcio, que tard¨® mucho m¨¢s en nombrar la violencia de g¨¦nero¡±. En la misma l¨ªnea, la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, alab¨® en la red social: ¡°Puso voz al ¡®se acab¨®¡¯ frente al machismo cuando no era nada f¨¢cil¡±.

Efectivamente, la cantante invent¨® la etiqueta #seacab¨® antes de que existieran ni Twitter ni las etiquetas de las redes sociales; denunci¨® la violencia de g¨¦nero cuando en los medios de comunicaci¨®n se hablaba de ¡°cr¨ªmenes pasionales¡± e inici¨®, con d¨¦cadas de antelaci¨®n, ese movimiento popularizado como Me Too con el que mujeres acosadas se atrevieron a denunciar p¨²blicamente a los hombres que hab¨ªan usado su posici¨®n para tratar de someterlas. Jim¨¦nez tambi¨¦n logr¨® convertir su Se acab¨® en himno feminista, es decir, viraliz¨® una letra mucho antes de que la RAE incluyese ese verbo en el Diccionario. Pero, como recuerda en otro tuit Isa¨ªas Lafuente, el compositor del tema, Jos¨¦ Ruiz Venegas, es tambi¨¦n el autor de ¡°una de las canciones m¨¢s machistas de todos los tiempos¡±, esa que dice: ¡°No me gusta que a los toros te pongas la minifalda...¡±.

Esa aparente contradicci¨®n, la de un hombre capaz de componer un himno liberador de la mujer y a la vez algo tan rancio como ¡°a mi novia le he prohibido que vaya sola a la plaza¡± se prolonga hasta hoy. En las ¨²ltimas semanas, la conversaci¨®n tuitera ha girado en torno al caso Rubiales, o c¨®mo su beso no consentido a la futbolista Jenni Hermoso le ha puesto en la cuerda floja tras una catarata de esc¨¢ndalos previos que incluyen el oscuro acuerdo para disputar la Supercopa en Arabia Saud¨ª o pol¨¦micas fiestas con chicas. Se celebra en las redes el plante de la sociedad ante esa conducta machista, pero abundan igualmente tuits en defensa del presidente de la federaci¨®n y ataques a la futbolista que levant¨® la voz cuando se atrevieron a poner en su boca palabras de indulgencia que jam¨¢s hab¨ªa pronunciado. Eran m¨¢s o menos conocidos, hasta que lleg¨® un nombre propio, Dani Carvajal, para contemporizar: ¡°No podemos posicionarnos o condenar a una parte u otra previamente sin conocer realmente qu¨¦ ha pasado...¡±.

Los 45 a?os transcurridos entre la canci¨®n que catapult¨® a Jim¨¦nez y el grito de protesta de las campeonas del mundo, as¨ª como los 14 largu¨ªsimos d¨ªas que separan el beso de Rubiales del comunicado de los futbolistas de la selecci¨®n masculina tach¨¢ndolo de ¡°inaceptable¡±, muestran que el mundo es otro, pero todav¨ªa arrastra pesadas herencias del anterior. Un reciente bar¨®metro de 40dB. para EL PA?S revel¨® que el 72% de los espa?oles consideran ¡°inadmisible¡± el comportamiento de Rubiales, ahora suspendido. Tambi¨¦n que los votantes de Vox ¡ªm¨¢s de tres millones de papeletas el pasado 23-J¡ª son los que menos lo condenan (52,2%). Es el mismo partido que hoy obliga a otro a omitir la violencia de g¨¦nero en sus acuerdos de gobierno. A¨²n no Se Acab¨®.