El PP, a contrapi¨¦
Feij¨®o, candidato a la presidencia del Gobierno, incurre en el contrasentido de convocar un acto de oposici¨®n preventiva
La llamada a celebrar un acto de protesta contra una hipot¨¦tica ley de amnist¨ªa ha sido el ¨²ltimo paso del Partido Popular hacia la sesi¨®n de investidura de su l¨ªder el pr¨®ximo d¨ªa 26. Un d¨ªa despu¨¦s de la ...
La llamada a celebrar un acto de protesta contra una hipot¨¦tica ley de amnist¨ªa ha sido el ¨²ltimo paso del Partido Popular hacia la sesi¨®n de investidura de su l¨ªder el pr¨®ximo d¨ªa 26. Un d¨ªa despu¨¦s de la exigencia del expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar de combatir esa v¨ªa con un ?Basta Ya! a la catalana, Alberto N¨²?ez Feij¨®o hizo p¨²blica su decisi¨®n de encabezar la concentraci¨®n convocada en Madrid el pr¨®ximo domingo. Tras varias contradicciones sobre su definici¨®n, la secretaria general del partido, Cuca Gamarra, explic¨® que se trata de un acto ¡°abierto a la sociedad¡± que incluir¨¢ un discurso de Feij¨®o 48 horas antes de pronunciar el de investidura. La apertura social defendida por Gamarra para algo finalmente definido como ¡°mitin¡± es solo una f¨®rmula para, sin dejar de atraer a sus votantes, evitar otra foto como la de la plaza de Col¨®n de 2019 con Vox, su socio imprescindible y, por lo que vemos, vergonzante.
La desorientaci¨®n del l¨ªder del PP ¡ªsin apoyos a la vista que garanticen su investidura m¨¢s all¨¢ de la ultraderecha¡ª ha desembocado en la paradoja de actuar menos como candidato presidencial que como opositor a un futuro Gobierno al que parece concederle ya una viabilidad de la que a¨²n carece, pero al que deslegitima. Pedro S¨¢nchez est¨¢ lejos de tener asegurados los votos de Junts, por m¨¢s que ERC haya avanzado su posible aval a cambio del compromiso de fijar el calendario de una ley de amnist¨ªa aunque no se apruebe antes de la investidura.
Pese a la encendida discusi¨®n sobre la amnist¨ªa, nada ha trascendido sobre ese proyecto legislativo m¨¢s all¨¢ de la reclamaci¨®n independentista. Establecer, como ha hecho Aznar, un paralelismo con la lucha contra el terrorismo encarnado por ?Basta Ya! desenfoca profundamente lo que seis a?os despu¨¦s del refer¨¦ndum ilegal de octubre de 2017 es una negociaci¨®n con partidos democr¨¢ticos alejados de la responsabilidad criminal de ETA. El PP asume de facto la legitimidad de Junts con sus contactos con la formaci¨®n independentista ¡ªcuyo programa es conocido¡ª, pero la niega ret¨®ricamente agitando a las masas. Mal hace la izquierda en entrar en una carrera de hip¨¦rboles ¡ª¡±autodestrucci¨®n democr¨¢tica¡± (Aznar), ¡°comportamiento golpista¡± (Isabel Rodr¨ªguez), ¡°rebeli¨®n nacional¡± (Yolanda D¨ªaz)¡ª que solo alimenta la estrategia de la tensi¨®n de las derechas y que impide el debate racional.
Anclar la acci¨®n pol¨ªtica no en un programa de gobierno sino en el rechazo a una te¨®rica medida de gracia para los implicados en el proc¨¦s refuerza la fragilidad parlamentaria confesada por el l¨ªder del PP ante su Junta Directiva Nacional. La fotograf¨ªa de Andoni Ortuzar con Carles Puigdemont este viernes en Bruselas deja un poco m¨¢s desnudo al partido conservador tras haber cortejado a los jeltzales de forma insistente. La err¨¢tica estrategia de Feij¨®o ha pasado del acercamiento al PNV y a Junts a negar a S¨¢nchez el derecho a la negociaci¨®n. Y a presionar contra la investidura del candidato socialista antes de que pueda echar andar si fracasa la suya. La debilidad del partido que gan¨® las ¨²ltimas elecciones ha forzado la llamada a rebato del pr¨®ximo domingo. Traslada as¨ª a la calle de forma preventiva un debate que corresponder¨¢ en su d¨ªa al Parlamento.
Los datos son tozudos. Pas¨® el momento de las mayor¨ªas absolutas. Es el tiempo de pactos que, por complejos que sean, garanticen la gobernabilidad y la estabilidad de Espa?a. Los partidos mayoritarios tienen la obligaci¨®n de no crear las condiciones que las vuelvan imposibles.