Ser consciente de lo que pasa
Los lectores escriben sobre la indiferencia que sienten muchos j¨®venes respecto a la informaci¨®n, la derrota de Feij¨®o, el cambio clim¨¢tico y sobre el debate de investidura
Hace unos d¨ªas estuve caminando por el centro de mi ciudad; una caminata com¨²n, impregnada de una melancol¨ªa que no es at¨ªpica para cualquier adolescente a las puertas de la universidad, aterrado de lo que le depare la selectividad. Con aud¨ªfonos reproduciendo m¨²sica a bastante volumen, y estando solo con mis pensamientos, comenc¨¦ a hacer un recopilatorio de todo mi estr¨¦s personal, luego social. Omitiendo la ausencia de compa?¨ªa alguna, pens¨¦...
Hace unos d¨ªas estuve caminando por el centro de mi ciudad; una caminata com¨²n, impregnada de una melancol¨ªa que no es at¨ªpica para cualquier adolescente a las puertas de la universidad, aterrado de lo que le depare la selectividad. Con aud¨ªfonos reproduciendo m¨²sica a bastante volumen, y estando solo con mis pensamientos, comenc¨¦ a hacer un recopilatorio de todo mi estr¨¦s personal, luego social. Omitiendo la ausencia de compa?¨ªa alguna, pens¨¦ en el estado de este pa¨ªs mientras miraba todas las caras felices y risue?as que hab¨ªa a mi alrededor; pens¨¦ en Gaza, en los cr¨ªmenes de odio en ascenso en nuestro pa¨ªs y, en general, en los problemas que hemos arrastrado con el auge del radicalismo, sin hacer mucho. Una indiferencia latente. Luego, me di cuenta de mi propio cansancio, y pens¨¦ en una obviedad insultante: nadie quiere pensar en ello, estamos demasiado exhaustos para hacerlo y preferimos distraernos con tedio. Pero algunos no tenemos tanta suerte, y ante la consciencia, no sabemos qu¨¦ hacer tampoco o si podemos hacer algo siquiera.
David Armario De La Cruz. Sevilla
Aceptar la derrota
Se?or Feij¨®o, soy de Sevilla, votante de izquierdas, y en el Ayuntamiento y en la Junta de Andaluc¨ªa gobierna su partido. Esto me ha llevado a salir a la calle a manifestarme, como la democracia que disfrutamos nos permite, por la sanidad y la educaci¨®n p¨²blicas, derechos sociales que, curiosamente, merman cuando ustedes gobiernan, pero en ning¨²n momento me ha llevado a insultarles p¨²blicamente ni a ¡°incendiar¡± las calles y las redes sociales con falsos anuncios del fin del mundo. Toca aguantar y llevarlo lo mejor posible. A usted le toca aceptar y hacer una oposici¨®n constructiva que le permita, dentro de cuatro a?os, presentar un programa con el que convencer a una mayor¨ªa suficiente para gobernar. Apelo a su talante democr¨¢tico.
Macarena Cintas. Sevilla
Entretiempo
En este noviembre, cuando el sol calienta como si estuvi¨¦ramos en primavera o incluso verano, la naturaleza nos llama la atenci¨®n. Esta anomal¨ªa no es solo una casualidad, sino una triste confirmaci¨®n del cambio clim¨¢tico. El fr¨ªo inesperado que se avecina no es una contradicci¨®n, sino una consecuencia de un equilibrio perdido. Lo que hoy parece una temperatura agradable ma?ana podr¨ªa ser un crudo fr¨ªo. As¨ª, nuestros hijos podr¨ªan preguntar: ¡°Mam¨¢, ?qu¨¦ es el entretiempo?¡±. Es necesario actuar y restablecer el equilibrio perdido antes de que los interrogantes del futuro sean m¨¢s que una simple pregunta.
Berta Esquirol Cano. Sant Cugat del Vall¨¨s (Barcelona)
Concurso de ¡°zascas¡±
M¨¢s que un debate de investidura, la sesi¨®n del pasado mi¨¦rcoles fue un concurso de ¡°zascas¡±. Un lanzamiento de pedradas de t¨² m¨¢s. Me parece muy triste que esos se?ores nos representen. Algunos mejor que otros, pero todos bajando a la arena, como si el Congreso fuera un circo. Al parecer, ahora gana el que m¨¢s circo monta. La chuler¨ªa se vitorea, las palabrotas se jalean y aplauden. Y los ciudadanos nos preguntamos: ?los espa?oles somos as¨ª de zafios? ?Con qu¨¦ autoridad pretenden que los ciudadanos se comporten c¨ªvicamente si ellos son los primeros que azuzan el fuego en cuanto pueden?
Flavia Bernat Solano. Madrid