Feminismos
Teresa Gim¨¦nez Barbat ha escrito un libro a contracorriente, es decir, ilustrado, en el que repasa los principales dogmas de la ideolog¨ªa feminista
Nada contribuye m¨¢s a la claridad y firmeza de las ideas que la ignorancia. El escepticismo y las dudas no vienen con la edad o el elitismo contrariado, sino con el estudio o la experiencia. Lo que el devoto llama ¡°traici¨®n¡± es s¨®lo el derecho a ser hoy menos tonto que ayer. El feligr¨¦s, en cambio, se enorgullece de no aprender jam¨¢s. Teresa Gim¨¦nez Barbat ha escrito un libro a contracorriente, es decir, ilustrado: Contra el feminismo (Pinolia). Si alguien podr¨ªa proclamarse sin disputa feminista es ella...
Nada contribuye m¨¢s a la claridad y firmeza de las ideas que la ignorancia. El escepticismo y las dudas no vienen con la edad o el elitismo contrariado, sino con el estudio o la experiencia. Lo que el devoto llama ¡°traici¨®n¡± es s¨®lo el derecho a ser hoy menos tonto que ayer. El feligr¨¦s, en cambio, se enorgullece de no aprender jam¨¢s. Teresa Gim¨¦nez Barbat ha escrito un libro a contracorriente, es decir, ilustrado: Contra el feminismo (Pinolia). Si alguien podr¨ªa proclamarse sin disputa feminista es ella, antrop¨®loga, escritora, cofundadora de Ciudadanos y eurodiputada. Su preocupaci¨®n siempre ha sido la sinergia entre humanismo y ciencia: durante su estancia en Bruselas organiz¨® seminarios muy interesantes en esa l¨ªnea. Ha le¨ªdo todo lo imaginable y elige bien sus maestros, como el gran Thomas Sowell (si les gustan las paparruchas denle fuerte a Judith Butler y Paul B. Preciado, pero si prefieren aprender lean a Sowell, que hasta es negro y todo).
Gim¨¦nez Barbat repasa los principales dogmas de la ideolog¨ªa feminista, como el heteropatriarcado, la victimizaci¨®n sempiterna de las mujeres, la violencia de g¨¦nero, el movimiento queer y sus exigencias, la brecha salarial y laboral, la realidad y el porqu¨¦ del dimorfismo sexual, etc... Su aproximaci¨®n a estas cuestiones es una sabia combinaci¨®n de nociones cient¨ªficas b¨¢sicas (no hallazgos especulativos), s¨®lido sentido com¨²n (que ya sabemos que es reaccionario pero funciona mejor que el delirio) y ciertos toques de humor. El resultado no es otra colecci¨®n de dogmas para sustituir a los descartados, sino una valoraci¨®n conjunta de tradici¨®n y novedad social que permite quedarse con lo preferible de ambas esferas. Un libro combativo pero ¨²til, sin estridencias innecesarias. Ojal¨¢ tuvi¨¦semos algo parecido sobre el cambio clim¨¢tico y sus remedios. Podr¨ªa animarse a escribirlo el Nobel John Clauser o Sult¨¢n al Jaber, cualquiera menos Antonio Guterres...