Genocidio o crimen contra la humanidad
Es inocultable el objetivo de la extrema derecha de Israel. No es terminar con Ham¨¢s, sino con Palestina
Las dimensiones de la matanza son apocal¨ªpticas. El sufrimiento indecible. Como hormigas aplastadas mueren los palestinos. ?Qu¨¦ m¨¢s da si es un genocidio espantoso o un monstruoso crimen contra la humanidad? Tiempo habr¨¢ para dilucidarlo, y tambi¨¦n tribunales internacionales. Y si no hay ni una cosa ni otra, ser¨¢ porque esta guerra abrir¨¢ las puertas de un infierno sin fin, nuestro futuro. Lo que ahora interesa es parar de una vez la destrucci¨®n y el asesinato en masa. Conseguir la liberaci¨®n de los rehenes y la retirada del ej¨¦rcito israel¨ª. ...
Las dimensiones de la matanza son apocal¨ªpticas. El sufrimiento indecible. Como hormigas aplastadas mueren los palestinos. ?Qu¨¦ m¨¢s da si es un genocidio espantoso o un monstruoso crimen contra la humanidad? Tiempo habr¨¢ para dilucidarlo, y tambi¨¦n tribunales internacionales. Y si no hay ni una cosa ni otra, ser¨¢ porque esta guerra abrir¨¢ las puertas de un infierno sin fin, nuestro futuro. Lo que ahora interesa es parar de una vez la destrucci¨®n y el asesinato en masa. Conseguir la liberaci¨®n de los rehenes y la retirada del ej¨¦rcito israel¨ª. Evitar el horror interminable que est¨¢ convirtiendo a Gaza en un colosal cementerio.
No hay leg¨ªtima defensa que valga. Netanyahu ha superado cualquier margen razonable con su respuesta al brutal ataque del 7 de octubre. Las milicias de Ham¨¢s pueden lanzar todav¨ªa alg¨²n err¨¢tico misil, pero su capacidad de ataque se agot¨® entonces. Todo lo que le queda son los rehenes y la capacidad de sufrimiento de los palestinos sometidos a su dictadura y encarcelados en la prisi¨®n al aire libre m¨¢s grande del mundo, ahora inmenso campo de ruinas y cad¨¢veres.
Es inocultable el objetivo de la extrema derecha de Israel. No es terminar con Ham¨¢s, sino con Palestina. Reducir su poblaci¨®n por la expulsi¨®n y el exterminio. Desposeerla de alimentos, sanidad e higiene hasta la inanici¨®n y la muerte. Destruir sus viviendas. Negarle el auxilio de las organizaciones de Naciones Unidas, estigmatizadas como antisemitas y colaboradoras del terrorismo.
Si de algo quieren defenderse los extremistas israel¨ªes es de un futuro en paz y seguridad en el que convivan jud¨ªos y palestinos en igualdad de derechos. Solo entienden colmada su respuesta vengativa con la desaparici¨®n de la causa palestina. No hay nada a negociar en su visi¨®n de Israel. Lo quieren todo para ellos, territorio y derechos, individuales y colectivos, y nada para quienes no son jud¨ªos. Eso es la victoria total que quiere Netanyahu.
Dos escuelas tipifican estos hechos. La de Rafael Lemkin, el jurista que invent¨® el concepto de genocidio, y la de Hersch Lauterpacht, que prefiri¨® el t¨¦rmino de crimen contra la humanidad. Lo ha contado maravillosamente Philippe Sands, abogado y escritor, en su Calle Este-Oeste. Dos juristas polacos y jud¨ªos fueron los que sentaron las bases del derecho penal internacional que permiti¨® juzgar a los criminales nazis. El genocidio es el asesinato de alguien motivado por su pertenencia a un grupo humano caracterizado, mientras que el crimen contra la humanidad incluye un amplio cat¨¢logo de atrocidades entre las que se halla el exterminio, la esclavitud, la tortura, las deportaciones, la violaci¨®n o el apartheid, sin que se requiera indagar sobre la intencionalidad sino meramente sobre los hechos.
Hay que mantener la esperanza. Alg¨²n d¨ªa los tribunales juzgar¨¢n. Mientras tanto, solo una complicidad culpable permite mirar hacia otro lado o cerrar los ojos.