La conspiranoia contra Kate Middleton

Algo pasa con Kate Middleton. La princesa de Gales lleva alejada de los focos desde el 25 de diciembre. Desde el palacio de Kensington se ha informado de que el pasado 16 de enero se someti¨® a ¡°una cirug¨ªa abdominal planificada¡± que se resolvi¨® con ¨¦xito. Tambi¨¦n se advirti¨® de que Middleton permanecer¨ªa dos semanas hospitalizada antes de ...

Algo pasa con Kate Middleton. La princesa de Gales lleva alejada de los focos desde el 25 de diciembre. Desde el palacio de Kensington se ha informado de que el pasado 16 de enero se someti¨® a ¡°una cirug¨ªa abdominal planificada¡± que se resolvi¨® con ¨¦xito. Tambi¨¦n se advirti¨® de que Middleton permanecer¨ªa dos semanas hospitalizada antes de regresar a casa para seguir con la recuperaci¨®n y que no retomar¨ªa su calendario de apariciones hasta finales de marzo. A la conversaci¨®n de redes, esta explicaci¨®n le da absolutamente igual. ?Una justificaci¨®n l¨®gica a una ausencia? Ni interesa ni importa. La verdad, en redes, no es veros¨ªmil porque en esencia es algo mucho peor: aburrid¨ªsima. As¨ª que, por las risas, no se ha hecho otra cosa que especular con el estado vital de la princesa.

La gente est¨¢ convencida de que todo va terriblemente mal con Middleton. Y no hablamos de opiniones t¨ªmidas. Son afirmaciones con alcance global, tal y como recoge la etiqueta #WhereIsKateMiddleton. La conspiranoia sobre este lapso ausente de la princesa no conoce l¨ªmites de ingenio o provocaci¨®n y se ha convertido en uno de los entretenimientos m¨¢s audaces en lo que llevamos de 2024. De Middleton se ha dicho que est¨¢ en coma. Que su matrimonio se ha roto por culpa de los supuestos escarceos sexuales de Guillermo y que por eso est¨¢ en paradero desconocido (en X abundan los montajes a lo Rosamund Pike y Ben Affleck en la pel¨ªcula Perdida). Que ha muerto y la reemplazar¨¢ una doble de cuerpo ¡ªuna teor¨ªa algo vaga por repetitiva, ya que esa trama sirvi¨® para especular con Avril Lavigne o Melania Trump¡ª. Que se cort¨® mal el flequillo y est¨¢ esperando a que le vuelva a crecer. Que est¨¢ superando una cirug¨ªa est¨¦tica que sali¨® regular. Que particip¨® en ese fiasco que fue hace unos d¨ªas la experiencia Willy Wonka en Glasgow. Tal ha sido el nivel especulativo y delirante con su persona que fuentes de Kensington han insistido a la revista People en que la princesa ¡°sigue estando bien¡±.

Nada de esto deber¨ªa sorprendernos. La conspiranoia est¨¢ tan c¨®moda en nuestras vidas que hasta hemos normalizado que aquel t¨ªo nuestro que se hizo Facebook inocentemente hace una d¨¦cada para ver las fotos familiares haya acabado convertido en antivacunas. Pero si algo sorprende en el g¨¦nero paranoico y delirante que nunca cansa a la conversaci¨®n digital es su capacidad de mutaci¨®n (y su sentido del humor). No tiene las mismas connotaciones sociales o pol¨ªticas el #Pizzagate (del que se vali¨® pol¨ªticamente Donald Trump) con jugar a d¨®nde est¨¢ Kate Middleton. Pero si algo conecta a todas estas teor¨ªas, tal y como cuenta el fil¨®sofo Pepe Tesoro en el reciente y estimulante ensayo Los mismos malvados de siempre: una teor¨ªa de las teor¨ªas de la conspiraci¨®n (Ediciones Pensamiento), es que todas nacen fruto de la crisis de informaci¨®n y del perfeccionamiento de las tecnolog¨ªas que nos la ofrecen.

Rescatando la teor¨ªa del ¡°mapa cognitivo del pobre¡±, Tesoro recuerda que la informaci¨®n es poder y que entre nosotros est¨¢n los ¡°cogn¨ªcratas¡± (quienes poseen acceso a la informaci¨®n para procesarla) y el ¡°cognitariado¡± (los que carecen de una cosa y de la otra). La conspiranoia, como aclara, no es solo una b¨²squeda de respuestas a un mundo complejo y cambiante. Es una reacci¨®n que se siente v¨¢lida en un planeta cada vez m¨¢s desigual, violento y enfermo. Un sistema donde se degradan las condiciones materiales de quienes lo habitamos, provoc¨¢ndonos desorientaci¨®n y poca capacidad de reacci¨®n. Como ¨¦l mismo resume: ¡°No necesitas una explicaci¨®n del mal cuando el mal est¨¢ ausente de tu vida¡±. De ah¨ª que nos fascinen y repliquemos, aunque la gran mayor¨ªa no nos la creamos, todas las fantas¨ªas de las conspiranoias.