Boluarte se aferra al poder
La presidenta de Per¨² se ha convertido en la ant¨ªtesis del proyecto de renovaci¨®n que la llev¨® al Gobierno
Dina Boluarte ha elegido resistir a cualquier precio al frente de Per¨². La presidenta que en diciembre de 2022 sustituy¨® a Pedro Castillo despu¨¦s de que este intentase un autogolpe de Estado no quiere abandonar el poder. Tremendamente impopular, diversos sectores sociales le han pedido con insistencia que dimita y convoque elecciones para que los peruanos puedan elegir a una presidenta o a un presidente en las urnas. Esa era su intenci¨®n durante los primeros compases de su Gobierno, o al menos eso dijo. Ahora, sin embargo, asegura que cumplir¨¢ el mandato hasta 2026.
La realidad es que v...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Dina Boluarte ha elegido resistir a cualquier precio al frente de Per¨². La presidenta que en diciembre de 2022 sustituy¨® a Pedro Castillo despu¨¦s de que este intentase un autogolpe de Estado no quiere abandonar el poder. Tremendamente impopular, diversos sectores sociales le han pedido con insistencia que dimita y convoque elecciones para que los peruanos puedan elegir a una presidenta o a un presidente en las urnas. Esa era su intenci¨®n durante los primeros compases de su Gobierno, o al menos eso dijo. Ahora, sin embargo, asegura que cumplir¨¢ el mandato hasta 2026.
La realidad es que va a hacerlo en condiciones muy precarias. Cuenta con el apoyo del Congreso, que siempre le dio la espalda a Castillo, eso es cierto, pero su credibilidad es muy baja. Un ¨²ltimo esc¨¢ndalo sobre los relojes que ha lucido en su tiempo en el cargo la ha puesto contra las cuerdas. Boluarte ha aparecido con 17 piezas de alta gama, entre ellas un Rolex valorado en 19.000 d¨®lares de cuya existencia no hab¨ªa dado cuenta en su declaraci¨®n patrimonial. La Unidad de Inteligencia Financiera de la Superintendencia de Banca y Seguros de Per¨² ha detectado grandes movimientos no justificados en sus cuentas bancarias y la Fiscal¨ªa la investiga por supuesto enriquecimiento il¨ªcito.
Boluarte se mantiene en el sill¨®n presidencial gracias a la supuesta oposici¨®n, el fujimorismo, m¨¢s a¨²n desde que apoy¨® la liberaci¨®n del aut¨®crata Alberto Fujimori tras a?os de enredo judicial a cuenta del indulto humanitario que recibi¨® a?os atr¨¢s. El propio Fujimori ha dado por sentado que la apoyar¨¢n hasta el final. La presidenta se ha convertido en la ant¨ªtesis de lo que ella misma simboliz¨® como vicepresidenta cuando Castillo gan¨® las elecciones. Tras la ca¨ªda de su mano derecha, Alberto Ot¨¢rola, envuelto en un esc¨¢ndalo de acoso sexual, Boluarte nombr¨® a un nuevo primer ministro, Gustavo Adrianz¨¦n, que el mi¨¦rcoles super¨® una moci¨®n de confianza en el Congreso con un discurso de mano dura, a la manera de Daniel Noboa en Ecuador o Nayib Bukele en El Salvador. No hay ni rastro del proyecto de izquierdas que llev¨® al Gobierno a Castillo y a su equipo: la ilusi¨®n de cambio y de inclusi¨®n de los pobres en la toma de decisiones pol¨ªticas.
Como primer mandatario, Castillo se comport¨® de manera err¨¢tica e irresponsable, pero eso no justifica que su sucesora gobierne ahora, aunque sea de forma precaria, desde valores contrarios a los refrendados en las urnas. Per¨² ha demostrado fortaleza institucional y econ¨®mica al soportar los embates que han recibido sus ¨²ltimos presidentes, que en su mayor¨ªa han acabado muertos o encarcelados. Sin embargo, la mejor soluci¨®n para salir del descr¨¦dito gubernamental actual ser¨ªa que Boluarte cumpliera su promesa, convocara elecciones y no se aferrara al poder sostenida por partidos que llevan a?os obstaculizando la gobernabilidad del pa¨ªs.