Agentes telef¨®nicos
Los lectores escriben sobre los trabajadores de los servicios p¨²blicos, el feminismo, las elecciones vascas y la regulaci¨®n de las redes sociales
Al llamar al tel¨¦fono de alg¨²n servicio p¨²blico, estamos convencidos de que la persona que nos est¨¢ atendiendo tiene los conocimientos necesarios para aclarar las inoportunas cuestiones. De repente, esa persona desconocida adquiere un gran poder en nuestras vidas. Hace un tiempo comenc¨¦ a trabajar en un servicio p¨²blico que resuelve cuestiones fiscales. No paro de pensar que aquellas personas que est¨¢n detr¨¢s del tel¨¦fono en otros servicios son como yo, j¨®venes inexpertos con escasos conocimientos que tienen ...
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Al llamar al tel¨¦fono de alg¨²n servicio p¨²blico, estamos convencidos de que la persona que nos est¨¢ atendiendo tiene los conocimientos necesarios para aclarar las inoportunas cuestiones. De repente, esa persona desconocida adquiere un gran poder en nuestras vidas. Hace un tiempo comenc¨¦ a trabajar en un servicio p¨²blico que resuelve cuestiones fiscales. No paro de pensar que aquellas personas que est¨¢n detr¨¢s del tel¨¦fono en otros servicios son como yo, j¨®venes inexpertos con escasos conocimientos que tienen que preguntar a sus compa?eros una cuesti¨®n s¨ª y otra tambi¨¦n, poniendo voz sonriente a las personas maleducadas del otro lado, cuestionando si ese sueldo miserable merece la pena. Pagar m¨¢s por la experiencia y el conocimiento se ha convertido en un asunto secundario para nuestras entidades. Otro ejemplo m¨¢s de la desenfrenada decadencia de los servicios p¨²blicos.
Hayat Abbassi. Vitoria
Feminismo
Algunos a¨²n se preguntan si la lucha feminista tiene sentido ya que, seg¨²n ellos, vivimos en un pa¨ªs igualitario. Los testimonios de mujeres que no encuentran trabajo por querer ser madres, de mujeres que no se sienten seguras para salir a correr, y toda una serie de actos cotidianos no les hacen replantarse esa afirmaci¨®n. Ni tampoco el hecho de que la lucha por la liberaci¨®n femenina no solo se limita a un territorio, sino que de ella se espera la mejora de las condiciones de vida de mujeres de cualquier rinc¨®n del mundo. Por lo que ante el ¡°ya es hora de pasar p¨¢gina¡±, est¨¢ ¡°seguimos a¨²n en la misma¡±.
Alexia Toledo Vicens. Castell¨®n
Bildu, PNV y el metanacionalismo
Eneko Andueza, del PSE, afirma en EL PA?S que ¡°EH Bildu y PNV acabar¨¢n por confluir en su objetivo com¨²n de la independencia¡±. Pero en el mismo peri¨®dico V¨ªctor Lapuente se olvida del fin para concentrarse en el medio: ¡°Lo que separa al PNV de Bildu no es qu¨¦ quieren, sino c¨®mo lo quieren. El PNV busca el consenso con una visi¨®n horizontal del poder. Bildu persigue la confrontaci¨®n con una perspectiva vertical¡±. La comparaci¨®n con Catalu?a nos llevar¨ªa a hablar de Esquerra y Junts respectivamente, versi¨®n actual, ya que en el pasado hay que invertir los roles.
Enric Nebot Nonell. Celra (Girona)
Un entorno digital seguro
Las redes sociales han pasado de ser un medio de interconexi¨®n y comunicaci¨®n a una fuente de presi¨®n constante, ansiedad y desinformaci¨®n. Hemos visto c¨®mo estas plataformas pueden ser terrenos f¨¦rtiles para la comparaci¨®n incesante, donde la validaci¨®n externa se convierte en la norma y la imperfecci¨®n es reprimida. ?El resultado? Personas atrapadas en una carrera incesante por la aprobaci¨®n virtual. Es momento de reconocer la magnitud de este problema y actuar. Necesitamos un cambio sist¨¦mico en c¨®mo abordamos el uso de las redes sociales que implique una educaci¨®n digital integral en las escuelas, y por parte de las autoridades unas pol¨ªticas reguladoras que garanticen un entorno digital m¨¢s seguro y saludable para todos.
Irina Rabassa Plana. Barcelona