Escapar del poder
Estos d¨ªas me pregunto si no ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil ser disidente contra un r¨¦gimen autoritario que ser presidente frente a aquellos que lo quieren restaurar
Dec¨ªa V¨¢clav Havel que, siempre que sent¨ªa el impulso de huir de la presidencia, pensaba en Frank Zappa. En su obituario, escribi¨® que Zappa hab¨ªa sido ¡°uno de los dioses del underground checo¡±, junto con la Velvet Underground y Captain Beefheart. Es interesante que tengamos la misma ventana para escapar de los s¨®tanos de la disidencia que del Castillo del Gobierno checo. ...
Dec¨ªa V¨¢clav Havel que, siempre que sent¨ªa el impulso de huir de la presidencia, pensaba en Frank Zappa. En su obituario, escribi¨® que Zappa hab¨ªa sido ¡°uno de los dioses del underground checo¡±, junto con la Velvet Underground y Captain Beefheart. Es interesante que tengamos la misma ventana para escapar de los s¨®tanos de la disidencia que del Castillo del Gobierno checo. La noticia de su muerte me sorprendi¨® escuchando m¨²sica y leyendo c¨®mics en el suelo de mi amiga Jessa en Prenzlauer Berg. As¨ª pas¨¢bamos los domingos, antes de bajar a comer tacos y despedirnos frente a la escalinata del U-Bahn. Ese d¨ªa lloramos, bebimos y pusimos muchas veces Trouble Every Day, cantando there¡¯s no way to delay that trouble comin¡¯ every day y dijimos que no hab¨ªa esperanza porque el ¨²ltimo coraz¨®n puro de la pol¨ªtica europea se hab¨ªa parado sin dejar sucesor.
Estos d¨ªas me pregunto si no ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil ser disidente contra un r¨¦gimen autoritario que ser presidente frente a aquellos que lo quieren restaurar. El disidente sufre la represi¨®n, la censura y el encarcelamiento. Sabe que arriesga la vida y la de sus seres queridos sin garant¨ªa de que servir¨¢ para algo. Pero es m¨¢s ilusionante y menos solitario que una presidencia asediada por una coalici¨®n de intereses derechistas y ultraderechistas que se coordinan para cerrar la era democr¨¢tica y acabar con el Estado del bienestar.
La disidencia implica comunidad. Un disidente solitario no es disidente sino iluminado, un inadaptado, o un criminal. La resistencia es emocionante, clandestina y heroica; nada une m¨¢s que sobrevivir juntos al peligro. El poder es solitario, p¨²blico y alienante. Nada separa m¨¢s que la ambici¨®n de poder. Como estilo de vida, definitivamente m¨¢s c¨®modo. Qui¨¦n quiere vivir en la c¨¢rcel o en la clandestinidad pudiendo habitar el Castillo. Solo en tapicer¨ªa, no hay color.
Pero la democracia peligra. Se respira un ambiente del desprecio, el insulto se va coagulando en una violencia palpable que amenaza abiertamente con estallar. Los ciudadanos no sabremos nunca lo duro que es defender una democracia que quiere dejar de serlo contra una disidencia que se siente oprimida y censurada por los derechos civiles de los dem¨¢s. Pero no todo el mundo puede ser presidente.
La sociedad checa fue capaz de trascender el r¨¦gimen comunista, pero la revoluci¨®n no la transform¨® m¨¢gicamente en una sociedad democr¨¢tica. En su discurso de fin de a?o en 1990, Havel dijo a los checos que viv¨ªan en un entorno moral contaminado del que ya no eran las v¨ªctimas, sino sus cocreadores. ¡°Estamos moralmente enfermos porque nos acostumbramos a decir algo diferente a lo que pens¨¢bamos. Aprendimos a no creer en nada, a ignorarnos mutuamente, a preocuparnos solo por nosotros mismos¡±. Se hab¨ªan acostumbrado tanto al sistema totalitario que lo hab¨ªan aceptado como un hecho inalterable de la vida, ¡°y as¨ª contribuimos a perpetuarlo¡±. Nosotros conocemos esa enfermedad.
V¨¢clav les propuso restaurar el concepto de pol¨ªtica. ¡°Vamos a ense?arnos a nosotros mismos y a otros que la pol¨ªtica puede ser no solo el arte de lo posible (...) el arte de mejorar a nosotros mismos y al mundo¡±. Y se qued¨®, porque el presidente tiene poder. Es un trabajo lleno de privilegios, muchos de ellos vitalicios. Pero ese es el trabajo. Esa es la responsabilidad.