Si Europa fuera una catedral
Muros que fueron joyas art¨ªsticas son met¨¢fora de elevaci¨®n y, a su vez, presentimientos de cataclismo, nacionalismo extremo y frontera
La iglesia es mastod¨®ntica, no se me ocurre otra manera de describirla. Qu¨¦ iglesia, se trata de una catedral de arriba a abajo. Los muros oscurecidos por el azufre, los turistas deambulando como murci¨¦lagos a la sombra, con las luces de las pantallas de los m¨®viles que apuntan a las g¨¢rgolas, brillando como antiguamente lo hac¨ªan las pupilas deslumbradas de los bichos, al ser sorprendidos. Ciento cincuenta y siete metros de altura en piedra enhiesta, en el centro exacto de una ciudad alemana, haci¨¦ndonos alzar los ojos hasta m¨¢s all¨¢ de lo posible, hasta perder el equilibrio.
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La iglesia es mastod¨®ntica, no se me ocurre otra manera de describirla. Qu¨¦ iglesia, se trata de una catedral de arriba a abajo. Los muros oscurecidos por el azufre, los turistas deambulando como murci¨¦lagos a la sombra, con las luces de las pantallas de los m¨®viles que apuntan a las g¨¢rgolas, brillando como antiguamente lo hac¨ªan las pupilas deslumbradas de los bichos, al ser sorprendidos. Ciento cincuenta y siete metros de altura en piedra enhiesta, en el centro exacto de una ciudad alemana, haci¨¦ndonos alzar los ojos hasta m¨¢s all¨¢ de lo posible, hasta perder el equilibrio.
Recorro la catedral de Colonia un domingo gris a mediod¨ªa. Como todo lugar de peregrinaci¨®n en el siglo XXI, nunca est¨¢ vac¨ªa. Seg¨²n los informes mensuales de la Asociaci¨®n Internacional del Transporte A¨¦reo (IATA), la demanda de vuelos internacionales registr¨® un aumento del 18,9% en marzo en comparaci¨®n con el mismo per¨ªodo del a?o anterior. La mayor¨ªa de vuelos europeos van siempre llenos desde que se decret¨® el final de la pandemia. A mi alrededor, franceses, bielorrusos e italianos pasean bajo un cielo plomizo.
La catedral de Colonia, que atrae entre seis y siete millones de visitantes al a?o, lleva siendo noticia desde que se descubri¨® que, pese a su majestuosidad, es m¨¢s fr¨¢gil de lo que parece. El edificio no est¨¢ preparado para las inclemencias del cambio clim¨¢tico y las recurrentes lluvias intensas, tormentas y sequ¨ªas la est¨¢n debilitando. Los andamios de la antigua fachada de piedra han comenzado a desmoronarse y, desde hace alg¨²n tiempo, si el viento es demasiado fuerte, las autoridades cierran la plaza que est¨¢ delante de la catedral. En consecuencia, se est¨¢ importando piedra italiana, de Padua, la m¨¢s adecuada para reforzar su estructura.
Seg¨²n un reciente informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente, en la actualidad Europa no est¨¢ preparada para los crecientes riesgos que el cambio clim¨¢tico produce con cada vez mayor rapidez. ¡°Los riesgos est¨¢n superando el desarrollo de las pol¨ªticas¡±, dijo a The Guardian Bla? Kurnik, jefe del grupo de impacto y adaptaci¨®n de la agencia. La temperatura de Europa se ha elevado m¨¢s que cualquier otro continente desde la Revoluci¨®n Industrial. Y a mayor velocidad: se ha calentado aproximadamente dos veces m¨¢s r¨¢pido que el promedio mundial a medida que el di¨®xido de carbono obstruye la atm¨®sfera y atrapa la luz solar.
La catedral de Colonia es uno de los m¨¢s emblem¨¢ticos ejemplos de arte g¨®tico, en una ciudad media alemana, de un mill¨®n de habitantes, en el coraz¨®n del centro de Europa. Estuvo a punto de no sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial. Solo 60 a?os despu¨¦s de la finalizaci¨®n de la catedral, Colonia fue golpeada por el primero de 262 ataques a¨¦reos aliados con el bombardeo de la RAF del 17 de mayo de 1940. Casi una cuarta parte de los entonces 770.000 residentes de la ciudad huyeron tras esta primera redada devastadora. El ¨¦xodo de Colonia continu¨® con los bombardeos hasta que solo quedaron unos 20.000 residentes, que sobrevivieron en ruinas y s¨®tanos hasta que se produjo el ¨²ltimo de los ataques, el 2 de marzo de 1945.
Colonia hab¨ªa sido, desde la fundaci¨®n del partido liderado por Adolf Hitler, el centro de los nacionalsocialistas en Renania. El enfoque pol¨ªtico de los nacionalsocialistas de Colonia se caracteriz¨® por un antisemitismo extremo y una propensi¨®n a la violencia hacia los oponentes pol¨ªticos.
En 2016 tuvo lugar uno de los sucesos m¨¢s recordados en la historia reciente de Colonia. Una serie de agresiones sexuales aterrorizaron a la poblaci¨®n durante la Nochevieja de 2015. Las autoridades alemanas aseguraron que las agresiones sexuales, producidas por 58 hombres a mujeres, tuvieron como ¨²nicos protagonistas a refugiados extracomunitarios. Esto contribuy¨® a que buena parte de la opini¨®n p¨²blica alemana reaccionara en contra del colectivo migrante, seg¨²n sondeos publicados en el pa¨ªs. Tras lo ocurrido en Colonia, un 60% de los encuestados consider¨® que Alemania no est¨¢ capacitada para hacer frente a tantos refugiados. Un mes antes, en diciembre de 2015, se trataba del 46%. El exjefe de la polic¨ªa de Colonia, Wolfgang Albers, fue suspendido del cargo el 8 de enero, debido a las denuncias de desinformaci¨®n en los d¨ªas posteriores a los sucesos.
Seg¨²n el medio de investigaci¨®n y verificaci¨®n alem¨¢n Correctiv, miembros de partido alem¨¢n Alternativa para Alemania (AfD), neonazis y empresarios se reunieron en noviembre de 2023 en Potsdam, ciudad vecina de Berl¨ªn ¡ªy tan solo a ocho kil¨®metros de la tristemente c¨¦lebre localidad de Wannsee, donde se planific¨® la Soluci¨®n Final¡ª, para discutir un plan de expulsi¨®n de Alemania de personas extranjeras o alemanes de origen extranjero. El cofundador del Movimiento Austr¨ªaco de Identidad (IB?), Martin Sellner, present¨® un proyecto para enviar a ?frica del Norte a hasta dos millones de personas ¡ªsolicitantes de asilo, extranjeros y ciudadanos alemanes que ¡°no se habr¨ªan integrado en el pa¨ªs¡±.
Los monumentos religiosos del calibre de la catedral de Colonia simbolizaron durante d¨¦cadas la cumbre del poder eclesi¨¢stico. Pero su construcci¨®n no se deb¨ªa ¨²nicamente a un ejercicio de ostentaci¨®n de poder, sino que las iglesias y catedrales cumpl¨ªan una funci¨®n muy clara: aglutinar a los fieles y fomentar el desarrollo de las ciudades. Al convertirse en centros de peregrinaci¨®n y de culto, a su alrededor se desarrollaban comercios, oficios y burgos. Las grandes iglesias a partir del siglo XII depend¨ªan exclusivamente de los monarcas y se convierten, en s¨ª, un basti¨®n europeo, emblema de ciudad y constitu¨ªan una ciudad sagrada en s¨ª misma.
?Pero qu¨¦ es Europa ahora? ?En qu¨¦ se est¨¢ convirtiendo? Desde 2015, las fuerzas de extrema derecha est¨¢n copando un concepto acu?ado en 1985 que hasta hace poco parec¨ªa ¨²nicamente brit¨¢nico: el euroescepticismo. El rechazo a las pol¨ªticas conjuntas europeas en materia econ¨®mica y de migraci¨®n forma parte de la mayor¨ªa de programas de sus l¨ªderes. Es el caso del Partido de la Libertad en los Pa¨ªses Bajos, ganadores de las elecciones en noviembre de 2023, o de Giorgia Meloni, aunque esta parece dispuesta a consensuar pol¨ªticas europeas fundamentales.
En la actualidad, muchos monumentos como la catedral de Colonia est¨¢n siendo declarados biotopos, es decir, que son espacios que acogen biodiversidad por sus condiciones clim¨¢ticas. Otro caso notable es San Juan de Gaztelugatxe, en plena costa vasca. Muros que fueron joyas art¨ªsticas y construcciones de discurso religioso ¡ªen muchas ocasiones totalitario¡ª son fuente de biodiversidad y, parad¨®jicamente, emblema de nuestro posible apocalipsis. Son met¨¢fora de elevaci¨®n y, a su vez, presentimientos de cataclismo, nacionalismo extremo y frontera.
Al dejar atr¨¢s el monumento, leo las ¨²ltimas encuestas en Alemania para las elecciones europeas: los ultraderechistas han experimentado el mayor crecimiento. Pueden ganar en Italia, Francia, Pa¨ªses Bajos, Hungr¨ªa y Austria. Mientras me alejo definitivamente, las g¨¢rgolas de piedra negra parecen chillarnos algo a la multitud sobre el oro y el fuego que ocultan en su interior, pero nadie parece entender su significado. S¨ª, mientras me alejo, siguen con su chillido sordo.