El diario vivo de los bulos europeos
Una nueva web viene a colmar el vac¨ªo de herramientas contra las maniobras transnacionales de desinformaci¨®n pol¨ªtica
El Stratus Club Dance de San Diego, en California, cerr¨® sus puertas en 1987 tras nueve a?os de leales servicios como templo de la m¨²sica disco en sesi¨®n de tarde. Una parte de las ¨¦picas sesiones del Stratus han quedado documentadas en ...
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El Stratus Club Dance de San Diego, en California, cerr¨® sus puertas en 1987 tras nueve a?os de leales servicios como templo de la m¨²sica disco en sesi¨®n de tarde. Una parte de las ¨¦picas sesiones del Stratus han quedado documentadas en un canal de YouTube para regocijo de algunos usuarios que se reconocen hoy en los v¨ªdeos con sus hombreras superlativas o los cabellos cardados mientras lo dan todo en la pista central recreada al estilo Saturday Night Fever. En las ¨²ltimas semanas, las grabaci?ones del marchoso y difunto club reaparecen con un protagonista inesperado: un joven Emmanuel Macron. Por las redes sociales europeas, desde X a TikTok, circulan ahora v¨ªdeos y fotograf¨ªas del presidente franc¨¦s con melenita hasta el hombro, camiseta de tirantes blancos, el pelo te?ido de rosa o una brillante chaqueta verde mientras se deja retratar en sugerentes posturas o baila delicadamente como un cliente m¨¢s del garito.
Sin embargo, Macron solo ten¨ªa 10 a?os en la ¨¦poca de mayor gloria de la discoteca californiana. Estamos, por tanto, delante de una operaci¨®n supranacional de desinformaci¨®n destinada a da?ar la credibilidad del presidente franc¨¦s en suelo europeo a puertas de unas elecciones cruciales. El material gr¨¢fico ha sido manipulado con inteligencia artificial para sustituir los rostros de las personas que aparec¨ªan originalmente en los v¨ªdeos y las fotograf¨ªas con im¨¢genes del presidente franc¨¦s, seg¨²n se desprende del trabajo de medios y organismos de verificaci¨®n de los pa¨ªses que han trabajado con el material del falso Macron, entre ellos, Francia B¨¦lgica, Albania, Lituania o Turqu¨ªa.
Como recuerda en un reciente art¨ªculo la periodista Anne Applebaum, las fuerzas populistas o los reg¨ªmenes autocr¨¢ticos ¡°se apoyan digitalmente cuando se trata de impulsar los mismos objetivos. Rusia, China y Venezuela no inventaron el antiamericanismo en M¨¦xico. Ni tampoco inventaron el separatismo catal¨¢n, por nombrar otro movimiento que tanto las cuentas de redes sociales rusas como las venezolanas apoyaron, o la derecha alemana, o el franc¨¦s de Marine Le Pen. Todo lo que hacen es amplificar a las personas y los movimientos existentes, ya sean anti-LGBTIQ, antisemitas, antimusulmanes, antiinmigrantes, antiucranios o, sobre todo, antidemocr¨¢ticos¡±
El car¨¢cter transnacional y cada vez m¨¢s asentado de las operaciones de desinformaci¨®n requiere esfuerzos coordinados por parte de las instituciones y, sobre todo, iniciativas que ayuden al ciudadano a ver m¨¢s all¨¢ de lo que muestran ¨²nicamente los perfiles de las redes sociales de su propio pa¨ªs. Una reciente iniciativa viene a colmar este vac¨ªo en plena campa?a europea: Elections 24 Check re¨²ne en una sola web los an¨¢lisis que m¨¢s de 40 organismos y medios de verificaci¨®n dedican a buena parte de los bulos y las manipulaciones que han sido o est¨¢n siendo difundidos en Europa. Un diario ¡°vivo¡± de la desinformaci¨®n en tiempo real que puede resultar ¨²til para estar al tanto de la parte m¨¢s opaca de la fontaner¨ªa de la geopol¨ªtica y comprender la magnitud del problema
La herramienta de consulta permite buscar por temas de actualidad, celebridades, partidos pol¨ªticos o por pol¨ªticos concretos, como sucedi¨® con la b¨²squeda ¡°Macron¡± que arroj¨® una relaci¨®n de bulos tan prolija como variopinta. La consulta m¨¢s reciente arroja como resultado una foto inventada de una radiante Kate Middleton cubri¨¦ndose la cabeza con un turbante debido a la p¨¦rdida de cabello por su tratamiento contra el c¨¢ncer. Arrecia tambi¨¦n el rumor de que los alemanes van a despenalizar la posesi¨®n de pornograf¨ªa infantil y que las mujeres ucranias que delaten a sus maridos desertores ser¨¢n recompensadas. Y a escasos d¨ªas de las citas con las urnas, aparecen las falsas historias sobre papeletas robadas, o las amenazas de recuentos irregulares. Quedan as¨ª documentados los fragmentos del relato alternativo sobre la decadencia de Occidente y de las instituciones democr¨¢ticas que las autocracias, cada vez m¨¢s coordinadas, tratan de imponer.