Los pol¨ªticos tienen que dar el ejemplo
Los lectores escriben sobre la escalada de insultos entre partidos, la situaci¨®n de los j¨®venes, el auge de la ultraderecha en Europa y la ciudad de Madrid
Soy docente de secundaria y con este cierro ya 11 cursos de trabajo entusiasta con adolescentes. Una de las cosas que m¨¢s escucho (por desgracia) en las aulas y patios del centro son insultos. Mi respuesta airada a cada alumno siempre ha sido la misma: ¡°?Habla bien! A base de insultos y ofender no se llega a nada¡±. Hasta hoy, pues un alumno me ha contestado con desd¨¦n: ¡°?C¨®mo qu¨¦ no? A presidenta o ministro¡±. Y me he callado, porque tiene raz¨®n. Se?ores y se?oras que ostentan cargos pol¨ªticos y aparecen constantemente en medios de comunicaci¨®n, les ruego dejen de dejarnos con el culo al aire y sin argumentos a los que trabajamos cada d¨ªa por formar una sociedad mejor. Tengan verg¨¹enza y demuestren su educaci¨®n recibida, y comp¨®rtense como lo que deber¨ªan ser, los representantes dignos de la ciudadan¨ªa que los elige.
Alicia Mar¨ªa S¨¢nchez Hern¨¢ndez. Madrid
Estamos atrapados en ¡®casis¡¯
Estamos en el infierno de querer llegar, de querer superarnos, de querer ser. Cuando era peque?o siempre pensaba en cu¨¢nto deseaba crecer para dejar de estudiar, para trabajar y para hacer lo que quisiera. Ahora tengo casi 30 a?os y en mi vida todo son casis: casi poder independizarme, casi tener un trabajo fijo, casi sacar tiempo libre. Ahora, me doy cuenta de que la verdadera libertad est¨¢ cada vez m¨¢s lejos, que todo es para ayer. Que para hacer lo que de verdad quisiera deber¨ªa ser m¨¢s como ese ni?o un poco revoltoso. Aquel ni?o que quer¨ªa ser y, por desgracia, a¨²n no es.
Manuel Delgado. Jerez de la Frontera (C¨¢diz)
La influencia de la extrema derecha
Desde mi adolescencia, y ya sumo 45 a?os, la pol¨ªtica ha sido objeto de mi inter¨¦s por la trascendencia que ¨¦sta tiene en nuestra convivencia social y en la esfera individual. Como abogado, entiendo que las decisiones que se adoptan en las instituciones representativas se traducen en normas jur¨ªdicas de directa aplicaci¨®n, y de ah¨ª la importancia del perfil pol¨ªtico del legislador. Sin embargo, los partidos de extrema derecha vienen ejerciendo una influencia decisiva por su ascenso electoral, y si Italia ya est¨¢ dirigida por el partido ultraderechista Hermanos de Italia, Le Pen se asoma a las puertas del palacio de El El¨ªseo para recordarnos a todos que ya est¨¢ aqu¨ª. No bastan Frentes Populares si la izquierda no ha hecho una autocr¨ªtica juiciosa y racional que les devuelva a resolver los problemas reales de todos los ciudadanos.
Jos¨¦ Luis Garrido Garc¨ªa. Valladolid
Madrid, la casa de todos
Considero Madrid una gran ciudad. Nunca he tenido duda sobre su capacidad de acogida y me atrevo a afirmar que tampoco la tienen la inmensa mayor¨ªa de sus visitantes nacionales y extranjeros. La podemos considerar nuestra casa porque somos libres y felices paseando por sus calles, disfrutando de sus monumentos, visitando sus museos o sent¨¢ndonos en sus terrazas. Pero todo esto no es m¨¦rito de ning¨²n pol¨ªtico concreto ni se debe a la gracia de determinadas pol¨ªticas. La gracia la poseen la propia ciudad y la idiosincrasia de sus ciudadanos. A ver si con suerte no pasamos del carajo a la motosierra.
Manuel Huerta Anta. Vigo (Pontevedra)