Los j¨®venes no pueden irse de casa: la edad media de emancipaci¨®n supera por primera vez los 30 a?os
La p¨¦rdida de poder adquisitivo y la subida ininterrumpida de los precios de la vivienda dificultan la independencia, a la que solo accede el 15,9%, la mitad que en la media de la UE
La p¨¦rdida de poder adquisitivo de los j¨®venes ¡ªel 20,6% de los que trabajan est¨¢ en riesgo de pobreza o exclusi¨®n social¡ª y la subida ininterrumpida de los precios de la vivienda ¡ªel alquiler medio supone m¨¢s del 80% del salario medio de un joven¡ª hacen casi imposible que la juventud espa?ola se independice. As¨ª lo refleja el Observatorio de Emancipaci¨®n del Consejo de la Juventud de Espa?a (CJE) en su Balance general del segundo semestre de 2022, presentado este viernes, que concluye que el porcentaje de j¨®venes que resid¨ªa fuera del hogar familiar era de un 15,9%, la mitad de la media de la Uni¨®n Europea (31,9%). De esta forma, la edad media de independencia se sit¨²a en 30,3 a?os, el rango de edad de una persona joven es de 18 a 30 a?os, seg¨²n el CJE; aunque para la UE llega hasta los 34. La cifra, que por primera vez se establece por encima de la treintena, es la m¨¢s elevada desde que se empez¨® a publicar el informe, hace dos d¨¦cadas. ¡°Nos hemos encontrado este a?o con algo inusual desde que se tienen datos. Las personas j¨®venes ya no se emancipan, lo hacen cuando dejan de serlo¡±, ha se?alado Andrea Gonz¨¢lez Henry, presidenta del CJE. Lo que se resume en una ¡°poblaci¨®n emancipada m¨¢s vieja¡±.
Esteban P¨¦rez tiene 26 a?os y vive en Dos Hermanas, en Sevilla, con su familia. Quiere salir del nido, porque ¡°es un paso fundamental que hay que dar para desarrollarse y avanzar¡±, pero, de momento, no puede. En el pasado ha vivido, compartiendo piso, en Barcelona y en Madrid. Son las ciudades m¨¢s caras de Espa?a ¡ªcompartir piso en la ciudad catalana cuesta de media 575 euros al mes; en la capital, 527, seg¨²n el informe m¨¢s reciente de Fotocasa¡ª, pero entonces ten¨ªa unos salarios que se lo permit¨ªan. Para Juan Antonio B¨¢ez, vicepresidente y responsable de Socioecon¨®mica del CJE, se ha sumado otro fen¨®meno cada vez m¨¢s com¨²n en Espa?a: la movilidad joven. ¡°La gente joven que se emancipa ha tenido que moverse de provincia. Apenas un 10% de los que dejan el hogar residen en la misma provincia¡±. P¨¦rez ahora no tiene trabajo. S¨ª ahorros, pero no le dan para vivir emancipado. Por eso, hace unos meses opt¨® por registrarse como demandante de vivienda de protecci¨®n oficial (VPO) en su municipio, para en un futuro entrar a vivir en un barrio de viviendas protegidas que est¨¢ todav¨ªa en construcci¨®n, Entren¨²cleos, en Dos Hermanas. ¡°Como est¨¢n financiadas por las administraciones, son m¨¢s asequibles que las viviendas libres¡±, justifica.
En todo caso, tener un empleo tampoco garantiza poder acceder a una vivienda por cuenta propia, ya sea mediante compra o alquiler. A pesar de que el salario medio de los j¨®venes aument¨® en un 4,6%, llegando a los 13.079,19 euros netos anuales (o 1.089,93 euros netos mensuales), el coste de las viviendas en alquiler se increment¨® en un 7,55% en el segundo semestre de 2022. En ese momento, el alquiler medio de una vivienda se situaba en 912 euros, seg¨²n recoge el informe. Es decir, una persona joven trabajadora tendr¨ªa que destinar el 83,7% de su salario para cubrir el alquiler por s¨ª sola. Sumando a esto los 141 euros en promedio que cuestan los suministros y servicios de una vivienda (como el agua, la luz o el gas), el total ascender¨ªa a 1.053 euros al mes, lo que representar¨ªa el 96,6% de su sueldo. En otras palabras, solo dispondr¨ªa de 36,93 euros para alimentos, ropa y ocio.
En 2023, el panorama es todav¨ªa peor. Poder sufragar el alquiler ¨ªntegro de una casa se ha convertido en un lujo y muchos j¨®venes se ven forzados a compartir piso. Aunque es una opci¨®n m¨¢s asequible, el precio de las habitaciones se ha disparado y equivale casi tanto como lo que costaba arrendar una casa entera hace tan solo unos a?os. El coste promedio de alquilar una habitaci¨®n a finales de 2022 era de 282,19 euros. Hoy cuesta, de media, 440 euros al mes, seg¨²n el ¨²ltimo estudio de Fotocasa. El a?o pasado, pagar ese alquiler supon¨ªa un 25,9% del salario promedio de los j¨®venes. Este 2023, un 40%, un dato por encima del 30% que establecen los organismos de control europeos. El esfuerzo financiero medio ¡ªla parte del salario que el ciudadano destina al pago de la casa¡ª ha aumentado un 66,2% desde 2015, tal y como indica el portal inmobiliario.
¡°Me llamaron, fui a ver los pisos, y en principio lo he cogido. He pagado una reserva de 3.300 euros y, aparte, el 10% del valor de la vivienda. Digo en principio porque cuando el piso est¨¦, que ser¨¢ a finales de 2025, tendr¨¦ que tener un empleo con un contrato indefinido, un sueldo fijo y ciertos ahorros acumulados para que me concedan una hipoteca. Dif¨ªcil. Pero si no me la conceden, al menos ese dinero me lo devuelven. Si no fuera por esta oportunidad, yo ver¨ªa lo de independizarme a a?os luz¡±, explica P¨¦rez, que estudi¨® Periodismo y un m¨¢ster en Documental y Reportaje Period¨ªstico Transmedia. ¡°Necesitar¨ªa una estabilidad laboral, y eso es muy complicado siendo periodista. Al final, quiz¨¢s tengo que renunciar a trabajar de lo que he estudiado¡±, lamenta el chico, que est¨¢ en paro, al igual que el 22,2% de los j¨®venes espa?oles.
Adem¨¢s de todo esto, tanto para P¨¦rez como para otros muchos j¨®venes la opci¨®n de pedir una hipoteca queda descartada. La cuota inicial promedio para adquirir una vivienda se situaba en 49.852,20 euros a fines de 2022, lo que equival¨ªa a 3,8 a?os completos de salario para alguien menor de 30 a?os. Y para aquellos j¨®venes trabajadores que lograban acceder a una, la cuota mensual inicial promedio ascend¨ªa a 661,33 euros, lo que representa el 60,7% del salario promedio de un empleado menor de 30 a?os.
El mito de la meritocracia
Como la mayor¨ªa de los de su generaci¨®n, P¨¦rez ha crecido escuchando un mito: que una mayor formaci¨®n y un trabajo duro se traducir¨ªan en una mayor estabilidad econ¨®mica y, por lo tanto, garantizar¨ªan una vivienda digna. Que los j¨®venes podr¨ªan disfrutar de ciertas comodidades si se esforzaban lo suficiente. ¡°Es el falso mito de la meritocracia¡±, define B¨¢ez, de la CJE, que argumenta: ¡°Se nos prometi¨® que con una carrera, un m¨¢ster y un doctorado tendr¨ªamos un trabajo acorde a nuestra formaci¨®n acad¨¦mica que nos permitir¨ªa tener una vida maravillosa. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Lo que ha creado este discurso es un grave problema de sobrecualificaci¨®n y una parcialidad no deseada tremenda¡±.
En el periodo analizado, el 42,6% de las personas menores de 30 a?os con estudios superiores que trabajaba lo hac¨ªa en un puesto que requer¨ªa una formaci¨®n m¨¢s baja de la que pose¨ªa. Y casi la mitad de las personas j¨®venes ocupadas a tiempo parcial lo hac¨ªa de manera involuntaria. ¡°?Y esto es nuestra culpa, como dicen?¡±, se pregunta B¨¢ez. ¡°No, esto es consecuencia de la falta de acci¨®n pol¨ªtica. Aunque la reforma laboral y la subida del salario m¨ªnimo interprofesional han mejorado la situaci¨®n, es necesario un pacto de Estado, una alianza real entre la poblaci¨®n y los sectores p¨²blicos y privados para mejorar la situaci¨®n de la vivienda y el empleo en Espa?a¡±, afirma. ¡°Necesitamos que se deje de tratar la vivienda como un bien de mercado y se use como un bien real. Estamos cansados de que se utilice a las personas j¨®venes para decir que somos los culpables de la situaci¨®n que padecemos¡±. Con eso concuerda la presidenta del CJE, que enfatiza que los j¨®venes est¨¢n ¡°infrarepresentados¡± en las tomas de decisiones a la hora de hacer pol¨ªticas p¨²blicas.
En Espa?a, tener estudios superiores no garantiza poder independizarse. En el segundo semestre de 2022, tan solo un 22,9% de los j¨®venes que hab¨ªan completado estudios de formaci¨®n profesional de nivel superior o estudios universitarios hab¨ªan logrado emanciparse. De hecho, la tasa de emancipaci¨®n entre ellos y los j¨®venes que no contin¨²an los estudios es similar.
Pero el problema de la juventud va mucho m¨¢s all¨¢ de la incapacidad generalizada de los j¨®venes trabajadores para independizarse. Una de cada cinco personas menores de 30 a?os con empleo se encontraba, en el segundo semestre de 2022, en situaci¨®n de pobreza o en riesgo de exclusi¨®n social y, por lo tanto, no alcanzaba los umbrales m¨ªnimos de bienestar. Esto no solo genera desaf¨ªos materiales para los j¨®venes, sino que tambi¨¦n tiene un impacto en su salud mental por la incertidumbre que supone. Nuria, que tiene un grado en Ciencias Pol¨ªticas y de la Administraci¨®n con una decena de matr¨ªculas de honor, un m¨¢ster universitario en Criminolog¨ªa y Ejecuci¨®n Penal con la mejor nota de la promoci¨®n y diversos cursos de especializaci¨®n, pero un trabajo por el que cobra 1.100 euros que no le permite emanciparse en su ciudad, Barcelona, lo explica: ¡°Yo creo que lo que afecta es esta sensaci¨®n de que las cosas no van bien, de que el futuro no es lo que te esperabas, de que los trabajos no funcionan como quieres. Y la incertidumbre. Sumado a que todo cuesta much¨ªsimo dinero, y a la presi¨®n social que sentimos los j¨®venes por independizarnos y a la vez ahorrar¡±.
Con informaci¨®n de Ana Cristina Basantes
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