Broncano vs Motos: Un ciego contra la nieta de un rey

La mayor¨ªa de los temas m¨¢s comentados en X este martes estaban relacionados con el esperado primer duelo entre #DavidBroncano (La Revuelta, TVE) y #PabloMotos (El Hormiguero, Antena 3) porque ahora vemos la televisi¨®n con el mando en una mano y el tel¨¦fono m¨®vil en la otra. En los aud¨ªmetros tradicionales venci¨® el segundo, con un 23% de cuota de pantalla y 2,9 millones de espectadores, 741.000 m¨¢s que el programa de La 1, pero en redes sociales no estaba tan claro. La campa?a pol¨ªtica previa contra Broncano provoc¨® situaciones curiosas, como que fans del programa de Antena 3 dejaran de verlo para poder criticar al enemigo, o que otros confesaran que hab¨ªan dejado puesto El Hormiguero en silencio solo para contribuir a su share. La naturaleza humana. Del mismo modo, en cuanto sali¨® el dato de audiencias, hubo quien celebr¨® en X la victoria de Motos como si su hijo acabase de aprobar una oposici¨®n, prueba de c¨®mo cualquier evento es susceptible de convertirse en algo personal en un ambiente de alt¨ªsima polarizaci¨®n, es decir, de rechazo al contrario.

Uno de los hashtags (etiquetas) de los temas m¨¢s comentados en X fue, precisamente, #Espa?as y alud¨ªa tambi¨¦n a esa competici¨®n en la franja de acceso al prime time. De hecho, vi¨¦ndolo venir y burl¨¢ndose de ello, la cuenta oficial de La revuelta tuite¨® un v¨ªdeo de Grison, colaborador del programa, mostrando sobre su pecho sendos dibujos de Pedro S¨¢nchez y Pablo Motos: ¡°Hay chistes para todos. Las dos Espa?as¡±, dijo al abrirse la camisa como Superman.

El combate tuitero entre los partidarios de Motos y los de Broncano se carg¨® de razones con la elecci¨®n de los entrevistados de sus respectivos programas: en El Hormiguero, la nieta del rey em¨¦rito Victoria Federica, quien fue presentada como ¡°famosa¡± desde que naci¨®, y en La revuelta, el campe¨®n de surf adaptado Aitor Francesena, ciego. ¡°Entre una borb¨®n y Aitor Francesena no hay color. Muy bien La Revuelta¡±, tuite¨® el portavoz de ERC Gabriel Rufi¨¢n. ¡°Yo elijo la Espa?a de La Revuelta, la de elegir la vida ante las adversidades, la que no nace con privilegios, la que se lo curra, como Aitor Francesena¡±, celebr¨® en la red social @warrior87x. ¡°Qu¨¦ programa m¨¢s bueno es El Hormiguero. Le da mil millones de vueltas a La Revuelta. Aqu¨ª hay invitados patriotas e interesantes, no vascos progres que atacan a la Iglesia¡±, aplaudi¨®, por su parte, @_demoledor.

Motos, en su estilo ¡ªsalvo cuando le interesa lo contrario¡ª, hizo una entrevista amable a Victoria Federica y Broncano, en el suyo, despleg¨® su habitual cuestionario gamberro con Francesena, incluidas las tradicionales preguntas del formato que le lanz¨® al estrellato, La Resistencia: dinero en el banco y sexo en el ¨²ltimo mes. Es decir, cada presentador en su papel y actuando para su respectivo p¨²blico. Pero X, que llevaba d¨ªas calentando para la pelea, puso a competir a una instituci¨®n, la Monarqu¨ªa, cuestionada por el reguero de esc¨¢ndalos del em¨¦rito, con un ejemplo de superaci¨®n por discapacidad; a una privilegiada, pero de 24 a?os y participante en otro programa de la misma cadena, con un hombre de 53 que salv¨® a tres personas en el mar y que por cierto, ya hab¨ªa estado en El Hormiguero, aunque con un papel m¨¢s discreto que en el estreno de La Revuelta, donde le dedicaron 35 minutos y describi¨® de una forma bell¨ªsima c¨®mo se orienta en el azul desde su eterna pantalla negra. El entretenimiento se convirti¨® en las redes sociales en una cuesti¨®n de moral.

En la plataforma del pajarito de Elon Musk ya no basta con comentar o celebrar lo que te gusta, hay que odiar lo contrario. Lo piaban en el desierto algunos tuiteros pac¨ªficos, ese reducto de internautas que coge el m¨®vil para llamar, no para atacar, y el mando a distancia para elegir y relajarse despu¨¦s de cenar, no para posicionarse ideol¨®gicamente antes de irse a dormir. Son menos ruidosos, pero mucho m¨¢s libres porque suelen estar mejor informados y cuando deciden, ya sea un voto o un canal, lo hacen por s¨ª mismos, no porque uno de los interesados sherpas de X les haya dicho lo que tienen que pensar despu¨¦s de guiarlos, como reba?os, por el camino de bulos que dominan la red social a la que se asoman de vez en cuando.