¡°Ojal¨¢ a mi hijo lo hubiera matado un blanco¡±
Los b¨¢rbaros de hoy ya no arrasan en campos de batalla f¨ªsicos, sino que avanzan a machetazos en redes y en debates presidenciales
El mundo puede parecer perfecto visto desde el espacio, nos dijo el astronauta que ha logrado pasear por ah¨ª arriba en una misi¨®n de la compa?¨ªa Space X, propiedad de Elon Musk. Nos alegramos mucho y le envidiamos porque, seg¨²n te vas acercando al planeta, especialmente a las porquer¨ªas de este mismo multimillonario que est¨¢ contribuyendo a convertir el debate p¨²blico en cloaca, ...
El mundo puede parecer perfecto visto desde el espacio, nos dijo el astronauta que ha logrado pasear por ah¨ª arriba en una misi¨®n de la compa?¨ªa Space X, propiedad de Elon Musk. Nos alegramos mucho y le envidiamos porque, seg¨²n te vas acercando al planeta, especialmente a las porquer¨ªas de este mismo multimillonario que est¨¢ contribuyendo a convertir el debate p¨²blico en cloaca, empieza a apestar.
Elon Musk tiene varias misiones a la vez y aqu¨ª mencionaremos dos: una es la espacial, nada que objetar; la otra es apoyar a Donald Trump, devolverle a la autopista que es su red X, legitimar sus mentiras y difuminar la frontera antes tan clara entre realidad y ficci¨®n. Cuidado.
Entre los episodios indigestos que hemos contemplado esta semana est¨¢ el doloroso discurso de un hombre de Springfield, Ohio, cuyo hijo de 11 a?os muri¨® en 2023 en un accidente de tr¨¢fico protagonizado por un conductor haitiano. ¡°Ojal¨¢ a mi hijo lo hubiera matado un hombre blanco de 60 a?os. Ya nos habr¨ªan dejado en paz¡±, dijo esta semana Nathan Clark, acompa?ado por su esposa, rota, en su intento de que Trump les deje de utilizar.
Estamos llegando a tal nivel de odio al extranjero que este padre de Springfield se ha visto necesitado de entrar en el debate para frenar el uso que la derecha hace de su p¨¦rdida, primer embri¨®n del bulo que ha degenerado en la famosa merienda haitiana de mascotas.
Los b¨¢rbaros de hoy, las hordas guerreras que antes cabalgaban con espadas sembrando los campos de muertos, ya no arrasan en campos de batalla f¨ªsicos, sino que avanzan con la palabra a machetazos. En redes y en debates presidenciales. Utilizan ni?os muertos en un accidente para acusar de asesinato a los inmigrantes, se inventan men¨²s de perros y gatos o, sedientos, husmean en cada crimen novedoso en busca de apellidos extranjeros. Y dejan v¨ªctimas. Twitter, que lleg¨® a vetar a Trump tras el asalto al Capitolio, hasta que la compr¨® Elon Musk y se convirti¨® en ese basural que es X, es la autopista por la que circulan esas hordas y lo hacen ya sin obst¨¢culos. Sin l¨ªmites de velocidad.
?ltimo cap¨ªtulo: despu¨¦s de que Taylor Swift apoyara a Kamala Harris tras el debate, Elon Musk salt¨® a la arena para espetar a la cantante un mensaje profundamente machista: ya que ella se hab¨ªa definido como sin hijos y con gatos, el multimillonario le dijo: ¡°Est¨¢ bien, Taylor. T¨² ganas. Te har¨¦ un hijo y proteger¨¦ tus gatos con mi vida¡±. Y este es el se?or que empieza a controlar el espacio. Y las autopistas del odio. Da mucho miedo.