Morite tranquilo

Sucedi¨® en la Argentina, en Llavallol, conurbano bonaerense. Podr¨ªa haber sido en otra parte, en otro pa¨ªs. Un hombre de 18 a?os, de apellido Meza, armado con una pistola de pl¨¢stico, intent¨® robarle la camioneta a otro de 64 que le dispar¨® dos veces con una pistola 9 mil¨ªmetros y lo hiri¨® en el hombro. Alguien llam¨® a una ambulancia. Un vecino se acerc¨® a grabar a Meza, tendido boca arriba bajo la lluvia. Le dijo: ¡°Qu¨¦ lindo. Que tarde dos d¨ªas la ambulancia¡±. Meza no respondi¨®. El vecino le pregunt¨® cu¨¢ntos disparos ten¨ªa. Meza dijo: ¡°Uno solo¡±. El vecino: ¡°?Uno solo? Encima vas a vivir, lacra. L¨¢stima que no te dejaron tirado. Ojal¨¢ que sufras mucho, como hiciste sufrir a un mont¨®n de gente que seguramente mataste¡±. Meza dijo: ¡°No¡±. El vecino: ¡°No me mires, la concha de tu madre¡±. Meza: ¡°Vos me est¨¢s hablando, por eso te miro¡±. El vecino: ¡°La gente a la que le habr¨¢s hecho mal, hijo de puta. La gente que habr¨¢s matado. Merec¨¦s morirte desangrado, hijo de puta. Eso es lo que te merec¨¦s. No me mires, la puta que te pari¨®¡±. Lleg¨® un patrullero. Meza pidi¨® ayuda a uno de los polic¨ªas se?al¨¢ndose el hombro en el que hab¨ªa recibido el disparo. El vecino dijo: ¡°No te puede tocar la polic¨ªa hasta que no venga la ambulancia. As¨ª que quedate ah¨ª y morite tranquilo. Ojal¨¢ que tarde bastante la ambulancia¡±. La noticia fue publicada en un diario de alcance nacional. Recibi¨® comentarios de lectores: ¡°Que se muera, no importa c¨®mo¡±; ¡°En Estados Unidos lo hubieran cocido [sic] a balazos, ladr¨®n muerto no reincide; ¡°L¨¢stima que no es un caballo, yo lo hubiera rematado para que no sufra¡±. El 23 de mayo de 2005, Kurt Vonnegut le escribi¨® en una carta a su amigo, el periodista David Hoppe: ¡°Si alguna vez te preguntas qu¨¦ diablos crees que est¨¢s haciendo con tu vida, d¨¦jame recordarte que le est¨¢s diciendo a otras personas (...) lo que desesperadamente necesitan o¨ªr: que otros sienten lo mismo que ellos¡±. ?Hay alguien ah¨ª?