Elon Musk, el falso antisistema
El magnate, due?o de la plataforma que m¨¢s influye en la discusi¨®n pol¨ªtica ser¨¢ una pieza fundamental de la pr¨®xima Administraci¨®n Trump
En el debate presidencial del 26 de septiembre de 1960 entre John F. Kennedy y Richard Nixon, el candidato republicano reconoci¨® que muchos votantes pod¨ªan estar de acuerdo con lo que defend¨ªa su contrincante. Al mismo tiempo, el aspirante dem¨®crata mantuvo que su adversario era un l¨ªder eficaz de su formaci¨®n pol¨ªtica. Estas afirmaciones eran premisas para formular objeciones y cr¨ªticas, pero el primer cara a cara de la historia retransmitido por televisi¨®n fue un duelo de guante blanco. Nadie concebir¨ªa hoy una confrontaci¨®n con cierto grado de consenso entre antagonistas. Incluso en Estados Unidos, donde los m¨¢s naif creen que no hay diferencia sustancial entre las dos opciones, un acuerdo entre las partes sonar¨ªa impostado. La exigencia de exposici¨®n permanente que demandan las redes sociales es un factor crucial de la degeneraci¨®n de la conversaci¨®n p¨²blica. Y el due?o de la plataforma que m¨¢s influye en la discusi¨®n pol¨ªtica ser¨¢ una pieza fundamental de la pr¨®xima Administraci¨®n de Donald Trump.
Asomarse al perfil de X de Elon Musk, presidente y usuario con m¨¢s seguidores de la red social, es como entrar en una habitaci¨®n patas arriba. El orden de las cosas parece responder a un designio general de car¨¢cter promocional en el que cabe todo y todo est¨¢ revuelto: la publicidad de sus negocios, los mensajes de apoyo a Trump y a su proyecto pol¨ªtico, memes, monos¨ªlabos, insultos a sus adversarios, criptomonedas, bulos. Un flujo de conciencia que el propio Musk, el hombre m¨¢s rico del mundo, reivindica como escaparate de la libertad de expresi¨®n. Hace d¨ªas, despu¨¦s del rotundo triunfo del candidato republicano en las elecciones estadounidenses, cambi¨® la descripci¨®n de su biograf¨ªa. ¡°El pueblo vot¨® por una importante reforma de gobierno¡±. M¨¢s que una presentaci¨®n, es un anuncio que promete hacer realidad si el presidente electo le confirma a partir de enero como una suerte de secretario de ¡°recorte de gasto¡± con el cometido de reducir dr¨¢sticamente la Administraci¨®n.
Musk escal¨® en los ¨²ltimos meses las posiciones de consejero privilegiado de Trump. Estuvo a su lado en la recta final de la carrera hacia la Casa Blanca, pas¨® con ¨¦l la noche del pasado 5 de noviembre, pero sobre todo se hizo fuerte como alfil de la guerra cultural del movimiento MAGA, o Make America Great Again. El futuro mandatario luce como un pol¨ªtico tradicional frente al empresario tecnol¨®gico, quien en los ¨²ltimos d¨ªas ha intensificado su batalla contra los medios de comunicaci¨®n dando alas a la ya vieja ficci¨®n de que los mensajes sin filtro de los usuarios de las redes son equiparables al trabajo de redacciones period¨ªsticas. ¡°Ahora, vosotros sois los medios¡±, lanz¨® en repetidas ocasiones, por ejemplo al hacerse eco de un ranking de descargas de aplicaciones. O ¡°los medios de comunicaci¨®n tradicionales quieren destruir su derecho a la libertad de expresi¨®n¡±. Claro, X estaba por delante de The New York Times y CNN, la cadena de televisi¨®n que, seg¨²n difundi¨® falsamente el presidente argentino, el ultraderechista Javier Milei, fue adquirida por el magnate de Silicon Valley. ¡°Y ahora van a ver que se va a hablar un poquito mejor de lo que haga Trump, porque hoy Elon Musk se compr¨® ese basti¨®n woke inmundo que era CNN¡±, dijo.
¡°?Deber¨ªa comprar CNN? Sus mentiras est¨¢n destruyendo el pa¨ªs¡±, escribi¨® una cuenta parodia de Musk dos d¨ªas antes de las elecciones. Y es que en realidad todo el bulo se origin¨® en una web sat¨ªrica. Aunque la realidad es tambi¨¦n que el due?o de X descalifica a diario las posiciones pol¨ªticas que le incomodan o, m¨¢s bien, no le favorecen. Que, pese a su enorme ¨¦xito en los negocios y a tener una audiencia potencial mayor a la de muchos medios de comunicaci¨®n, lo que pretende hacer no es periodismo, sino marketing y propaganda. Y que, por muy antisistema o visionario que se presente, es el sistema, pol¨ªtico y econ¨®mico, lo que le ha permitido prosperar. Y Musk, cuya fortuna se dispar¨® hasta 314.000 millones de d¨®lares tras las elecciones, es hoy su engranaje fundamental.