¡®Breaking Bad¡¯, pero en Espa?a
La sanidad p¨²blica es un buen invento: merece la pena defenderla y mejorarla
Hay un chiste sobre Breaking Bad que se est¨¢ compartiendo estos d¨ªas en redes sociales, a pesar de que la serie termin¨® en 2013. Por si alguien no la vio, la historia comienza cuando le detectan un c¨¢ncer de pulm¨®n a Walter White, profesor de Qu¨ªmica en un instituto. Abrumado por los costes del tratamiento, White decide usar sus conocimientos para elaborar metanfetamina y acaba convertido en un l¨ªder criminal buscad¨ªsimo por las autoridades. El chiste dice que si la serie estuviese ambientada en Canad¨¢ o en Europa, apenas durar¨ªa unos minutos. White le preguntar¨ªa a su doctor cu¨¢nto cuesta el tratamiento, a lo que el m¨¦dico le responder¨ªa que nada, que para eso hay sanidad p¨²blica. Fin.
El chiste se ha recuperado tras el asesinato del consejero delegado de la aseguradora UnitedHealthcare, Brian Thompson. Aunque las motivaciones del crimen a¨²n no est¨¢n claras, el supuesto asesino, Luigi Mangione, sufr¨ªa dolor de espalda y se oper¨® hace unos meses. Y se ha convertido en un ¨ªdolo obrero en la izquierda de Twitter y Bluesky, sobre todo en Estados Unidos, donde las aseguradoras m¨¦dicas tienen muy pocos amigos por esa mala costumbre de poner todas las excusas posibles para no pagar los tratamientos de sus clientes.
No es de extra?ar, por ejemplo, que el c¨®mico Bill Burr haya aprovechado su podcast para masacrar (dial¨¦cticamente) a los consejeros delegados de dichas empresas. En un fragmento compartido miles de veces en X, Burr recuerda que la falta de empat¨ªa hacia el directivo asesinado no viene de una supuesta maldad progre, sino de c¨®mo estas compa?¨ªas tratan a sus clientes en sus momentos m¨¢s vulnerables: ¡°Me encanta que estos putos consejeros delegados est¨¦n asustados. Deber¨ªan estarlo. En general, son un hatajo de trozos de mierda ego¨ªstas y codiciosos, y muchos de ellos son asesinos en masa¡±.
Con este contexto se entiende mejor el apoyo en las redes que ha recibido Mangione, de quien se han compartido fotos, memes con bastante humor negro y comentarios a su manifiesto, en el que recuerda que Estados Unidos es el pa¨ªs con el sistema sanitario m¨¢s caro del mundo, algo que solo le sirve para quedar en la posici¨®n 41? de esperanza de vida (por comparar, Espa?a es cuarta). No se trata de insensibilidad ni de odio al rico, sino de una situaci¨®n previa de hartazgo.
Volviendo al chiste de Breaking Bad, siempre hay alguien que recuerda en los comentarios que el meme no es tan acertado como parece: White no se dedica al crimen para pagar su tratamiento ni por su familia. En realidad, es una persona con un ego descomunal a quien alimenta el resentimiento. Eso es cierto, pero el c¨¢ncer y las limitaciones de su seguro m¨¦dico le ofrecen la excusa para convertirse en un delincuente. En un pa¨ªs con sanidad p¨²blica, White habr¨ªa seguido dando clases, igual que en un pa¨ªs con sanidad p¨²blica nadie asesina a los directivos de las aseguradoras sanitarias.
Con todos sus problemas, la sanidad p¨²blica es un buen invento: salva vidas, nos ahorra preocupaciones y ansiedad, y, de paso, evita asesinatos. Es verdad que en Espa?a Breaking Bad no hubiese pasado del primer episodio, pero siempre se pueden rodar otras series, como Hospital central, mucho menos dram¨¢tica y menos premiada, pero que dio para 20 temporadas.
Y si ma?ana me detectan un c¨¢ncer, no me da ning¨²n miedo que el seguro me niegue el tratamiento que necesito con cualquier excusa escrita en abogad¨¦s por la sencilla raz¨®n de que no tengo seguro y, si lo tuviera, es muy probable que me derivaran a la sanidad p¨²blica. Tampoco sentir¨ªa la necesidad de montar un imperio del narcotr¨¢fico para pagar las facturas y ning¨²n consejero delegado temer¨ªa que le pegase un tiro, y no solo por mi mala punter¨ªa (cuando juego a dardos, la Polic¨ªa desaloja el barrio). Quiz¨¢s sea buena idea seguir defendiendo la sanidad p¨²blica y solucionar sus deficiencias, que las tiene. Porque la alternativa se ha demostrado peor. Y no solo para los directivos de empresas sanitarias.