Fen¨®meno
Los caminantes cruzaban la ciudad con el paraguas abierto bajo el cielo azul, sin gotas de lluvia sobre las aceras y los tejados, componiendo un espect¨¢culo de arte vanguardista
La lluvia es un fen¨®meno atmosf¨¦rico que atemoriza a la mayor¨ªa de los caminantes y aconseja el uso del paraguas. Nuestro vecino caminante se prepar¨® un caf¨¦, unas tostadas y encendi¨® el televisor para enterarse de las noticias mientras desayunaba. La presentadora estaba nerviosa con la lluvia que ca¨ªa sobre la ciudad, en cada palabra colocaba una gabardina, pisaba charcos mientras opinaba y su discusi¨®n con los invitados se parec¨ªa mucho a un chapoteo. Es dif¨ªcil encontrar hueco para la tranquilidad en los tiempos que corren. El d¨ªa a d¨ªa pasa por las pantallas y las ondas con una prisa atmos...
La lluvia es un fen¨®meno atmosf¨¦rico que atemoriza a la mayor¨ªa de los caminantes y aconseja el uso del paraguas. Nuestro vecino caminante se prepar¨® un caf¨¦, unas tostadas y encendi¨® el televisor para enterarse de las noticias mientras desayunaba. La presentadora estaba nerviosa con la lluvia que ca¨ªa sobre la ciudad, en cada palabra colocaba una gabardina, pisaba charcos mientras opinaba y su discusi¨®n con los invitados se parec¨ªa mucho a un chapoteo. Es dif¨ªcil encontrar hueco para la tranquilidad en los tiempos que corren. El d¨ªa a d¨ªa pasa por las pantallas y las ondas con una prisa atmosf¨¦rica que va de la sequ¨ªa extrema a los diluvios universales, de los pantanos sin agua a las cat¨¢strofes de un mundo golpeado por las inundaciones. La presentadora de la televisi¨®n vive en un sinvivir. Somos hijos del hervidero.
Nuestro vecino se lanz¨® a la calle sin mirar por la ventana. Sali¨® del portal, abri¨® el paraguas y se puso a caminar bajo un cielo despejado. Quiz¨¢ estaba lloviendo mucho en otros barrios de la ciudad, nunca se sabe, aunque no se ve¨ªan nubes en el horizonte y el cielo estaba m¨¢s azul de lo esperable en una ma?ana de invierno. Como vio a mucha gente con el paraguas abierto, a su derecha, a su izquierda, por delante, por detr¨¢s, no pens¨® en cerrar el paraguas y dirigi¨® sus pasos hacia la oficina. Un, dos, un, dos, los caminantes cruzaban la ciudad con el paraguas abierto bajo el cielo azul, sin gotas de lluvia sobre las aceras y los tejados, componiendo un espect¨¢culo de arte vanguardista. S¨ª, los artistas virtuales siempre han ido por delante de los acontecimientos, saben convertir las realidades en un fen¨®meno atmosf¨¦rico de comunicaci¨®n y alta intensidad. Da igual que los ¨¢rboles no lleguen a comprender su lluvia. ?Cuidado!, piensa nuestro vecino. El cielo azul enga?a m¨¢s que una presentadora. Aqu¨ª no se cierra el paraguas. Puede ponerse a diluviar en cualquier momento.