Urge una paz definitiva y justa
La culminaci¨®n del alto el fuego acordado por Israel y Ham¨¢s depende, sobre todo, de la voluntad del Gobierno israel¨ª
El acuerdo para un alto el fuego en Gaza entre Israel y Ham¨¢s ya es un hecho. Mientras segu¨ªan este mi¨¦rcoles los bombardeos sobre la Franja, la negociaci¨®n patrocinada por Estados Unidos, Egipto y Qatar ha llegado a un texto final aprobado por la parte palestina y pendiente de la votaci¨®n del Gobierno israel¨ª este jueves. Todos han cedido respecto a las exigencias previas para que callaran las armas: la retirada total de las tropas israel¨ªes reclamada por Ham¨¢s y la liberaci¨®n de todos los rehenes demandada por Israel. La tregua en tres fases permitir¨¢ un primer repliegue parcial de tropas y el regreso de los gazat¨ªes al norte de la Franja, la reanudaci¨®n de la ayuda humanitaria, de los suministros y de la asistencia sanitaria, as¨ª como la liberaci¨®n de un tercio de los rehenes a cambio de un millar de presos palestinos.
El alto el fuego ahora acordado difiere en poco del que propuso Joe Biden la pasada primavera, boicoteado por Netanyahu por conveniencias pol¨ªticas, las internas de su Gobierno de extrema derecha y las externas, vinculadas al calendario electoral en Estados Unidos. La prolongaci¨®n de la guerra y su extensi¨®n a L¨ªbano erosion¨® el electorado dem¨®crata y contribuy¨® as¨ª a la victoria republicana, pero su obtenci¨®n ahora, en los d¨ªas finales de su mandato, otorga un premio moral al mandatario saliente por su iniciativa de entonces y por su permanente e incondicional apoyo a Israel. No obstante, ha sido sin duda la inminente toma de posesi¨®n de Trump el factor decisivo para conseguir ahora lo que no se consigui¨® varios meses ¡ªy miles de muertos¡ª atr¨¢s.
Biden podr¨¢ salir de la Casa Blanca habiendo conseguido dar alg¨²n sentido a las enormes energ¨ªas pol¨ªticas gastadas infructuosamente durante m¨¢s de un a?o. Sobre todo, a la doble y contradictoria pol¨ªtica de, por un lado, apoyar incondicionalmente a Netanyahu en su desproporcionada guerra sin l¨ªmites en Gaza y, por otro, de reconocer los derechos individuales y colectivos del pueblo palestino, que sufr¨ªa esa inhumana desproporci¨®n. Trump, por su parte, podr¨¢ presentar la tregua como un efecto anticipado de su presidencia gracias a un negociador propio que ha participado en las reuniones junto a los diplom¨¢ticos de la actual administraci¨®n. Se trata del promotor inmobiliario Steve Witkoff, enviado especial a las conversaciones de Doha, cuyas habilidades diplom¨¢ticas se desconocen, pero que ha contribuido a vender el efecto de las amenazas de Trump si los rehenes no son liberados antes del 20 de enero, d¨ªa de su toma de posesi¨®n.
Son l¨®gicas las dudas respecto a la voluntad de ambas partes y sobre el futuro de Gaza. No est¨¢ claro que al final Netanyahu obtenga su prop¨®sito final, que era la desaparici¨®n de Ham¨¢s, ni que los gazat¨ªes consigan la retirada completa de Israel. El l¨ªder del Likud no ha obtenido la victoria total ni ha conseguido liberar a los rehenes por las armas, pero tampoco ha renunciado a mantener alguna presencia militar en la Franja. Sus socios extremistas del Gobierno siguen con sus pretensiones anexionistas en Gaza e incluso en Cisjordania.
De ah¨ª que sea imprescindible una aplicaci¨®n completa y escrupulosa del alto el fuego en todas sus fases hasta que se convierta en una tregua indefinida. Para que m¨¢s tarde se convierta en un acuerdo de paz justa y definitiva ser¨¢ dif¨ªcil prescindir de la f¨®rmula de los dos Estados, la m¨¢s id¨®nea para garantizar a la vez la seguridad de Israel y los derechos de los palestinos. El alivio moment¨¢neo que supone el alto el fuego conseguido este mi¨¦rcoles quedar¨¢ empa?ado para siempre por 15 meses de guerra atroz que, por ahora, deja 400 soldados israel¨ªes y 46.700 gazat¨ªes muertos.