El regreso de Trump

No soy polit¨®loga, ni periodista y desde mi perspectiva extranjera, no alcanzo a entender la situaci¨®n pol¨ªtica estadounidense del todo. Pero s¨ª puedo analizar c¨®mo me siento ahora mismo. La primera vez que Trump fue elegido presidente, viv¨ªa en Ciudad de M¨¦xico con una beca de la Uni¨®n Europea. Un a?o despu¨¦s me mud¨¦ a Nebraska, en el coraz¨®n de un pa¨ªs que comenzaba a cerrarse sobre s¨ª mismo. Una amiga de Texas me advirti¨®: ¡°Not a good time¡± (no es un buen momento). No se equivoc¨®. All¨ª escuch¨¦ frases como: ¡°This is America, we speak English¡± (aqu¨ª estamos en EE UU, se habla ingl¨¦s) mientras ped¨ªa un caf¨¦ en espa?ol. Me pregunto si desde entonces ha habido alg¨²n good time. Hoy vivo en Nueva York, una burbuja azul en un oc¨¦ano rojo. En noviembre, Trump fue reelegido presidente y este lunes ¡ªcoincidiendo nada menos que con el D¨ªa Nacional de Martin Luther King, Jr.¡ªinaugur¨® su presidencia, rodeado de oligarcas. Mientras, en mi parada de metro, 13 personas duermen resguard¨¢ndose del fr¨ªo. El otro d¨ªa un estadounidense me pidi¨® perd¨®n por su pa¨ªs.

Paula Mart¨ªn Rivero. Nueva York

La selva se extiende

Es una paradoja que los tecnocapitalistas y los cryptobros se crean el pin¨¢culo de la civilizaci¨®n. Sin embargo, Trump ha regresado a la Casa Blanca crey¨¦ndose el salvador del mundo, y lo hace de la mano de las redes sociales. Tanto el magnate, como los due?os de esas plataformas, han decidido que la libertad es el ¡°todo vale¡±, que es tan l¨ªcito pensar que la homosexualidad es una enfermedad como que una inyecci¨®n de lej¨ªa puede curar la Covid. Mienten, manipulan, e incitan al odio para conseguir sus objetivos privados. Una sociedad constituida por miembros que s¨®lo piensan en su beneficio individual no es civilizada, es una selva. Una selva que se extiende y la pregunta es evidente: ?c¨®mo defendemos una sociedad civilizada cuando gobiernan los b¨¢rbaros?

Borja Rivero Ferreras. Par¨ªs

Lo que significa denunciar

Es muy com¨²n ver a hombres quejarse p¨²blicamente de las denuncias en redes sociales, argumentando que ¡°hay que denunciar en los juzgados¡± porque ¡°estos aplicar¨¢n la ley¡±. Creo que despu¨¦s de ver las declaraciones de Elisa Moulia¨¢ y como el juez la humilla y le hace dudar sobre su relato, no hay mucho m¨¢s que a?adir. Ese v¨ªdeo muestra claramente el miedo, los nervios y que t¨² eres t¨² peor juez. Si oigo a alguien m¨¢s a mi alrededor decir que porqu¨¦ no denunciamos en los juzgados, le pondr¨¦ este v¨ªdeo. Esto solo se soluciona con una formaci¨®n en violencia de g¨¦nero.

Marta P¨¦rez de las Bacas S¨¢nchez. Murcia

Ataque a los micr¨®fonos

El pasado domingo me recorri¨® un escalofr¨ªo escuchando la Cadena SER, cuando un colaborador de A vivir que son dos d¨ªas ¡ªel programa l¨ªder de audiencia¡ª, se encontraba en la calle entrevistando a viandantes, y se le ha colado un energ¨²meno diciendo: ¡°perro S¨¢nchez, hijo de puta¡±. Me he quedado paralizada. Creo que no somos bastante conscientes de lo que esto significa.

Rosa Mar¨ªa Ballestero B¨¢ez. Madrid