Te dir¨¢n que eres ¨²nico, pero te convertir¨¢n en otro
Las sectas de hace 40 a?os y las de ahora se parecen: las personas vulnerables son la base de su ¨¦xito
Te parar¨¢n por la calle, o te enviar¨¢n un v¨ªdeo a trav¨¦s de las redes, te ofrecer¨¢n justo lo que t¨² necesitas ¡ªaprender a estudiar en tres semanas, la tabla de gimnasia que por fin te ponga en forma, unas jornadas estupendas en el campo en compa?¨ªa de personas con aficiones parecidas a las tuyas¡ª y, a continuaci¨®n, cuando ya hay¨¢is entrado en contacto y vean que est¨¢s cogiendo confianza, te dir¨¢n al o¨ªdo que t¨² no suspendes por vago ni por torpe, ni tienes unos kilos de m¨¢s por perezoso o comil¨®n, sino porque tal vez tengas ah¨ª en tu interior una peque?a herida mal cicatrizada, un viejo trauma oxidado, puede que una madre sobreprotectora, un padre autoritario, una relaci¨®n t¨®xica, y entonces te dir¨¢n, ven, ¨¢brete, cu¨¦ntanos, ?ves?, imag¨ªnate ahora c¨®mo podr¨ªas ser sin todo eso, visualiza tu nuevo yo, es posible, y no solo te acompa?aremos, sino que en unos a?os tendr¨¢s tu propia empresa, ser¨¢s un triunfador, un l¨ªder, pero es necesario ¡ªa?adir¨¢n cuando tu emoci¨®n desemboque en l¨¢grimas de agradecimiento¡ª que tu compromiso se convierta en pruebas tangibles, que consigas que otros j¨®venes como t¨² se apunten al curso, y si tienes alg¨²n problema no se lo cuentes a nadie, solo a tu instructor, y sonr¨ªe ¡ªte ordenar¨¢n ¡ª, sonr¨ªe siempre, en la calle o en tu cuenta de Instagram, que vean el modelo de l¨ªder que ya empiezas a ser.
?Estamos hablando de Genius, la empresa que, bajo el se?uelo de vender cursos de t¨¦cnicas de estudio, capta a j¨®venes con la promesa de sanar sus traumas y convertirlos en l¨ªderes, y cuya historia contamos en el ¨²ltimo n¨²mero de EL PA?S Semanal?
Puede que s¨ª, pero no solo. Tengo delante una vieja carpeta marr¨®n con un nombre escrito con rotulador rojo; los dos apellidos primero, en may¨²sculas, el nombre de pila a continuaci¨®n, en min¨²sculas.
¡ª?Y siempre se escrib¨ªan as¨ª?
¡ªS¨ª ¡ªdice con una sonrisa¡ª, pero no me acuerdo de por qu¨¦.
Mi compa?era Mercedes Chulia, que forma parte del gran servicio de Documentaci¨®n que siempre tuvo este peri¨®dico, ha ido a buscar la carpeta al archivo de papel. Hay recortes ya amarillentos de viejas historias de hace m¨¢s de 40 a?os, y tambi¨¦n reportajes de otros medios, e incluso la sentencia de alg¨²n caso terrible, muy medi¨¢tico a mediados de los 80 y principios de los 90, que habla precisamente de eso, de l¨ªderes j¨®venes y convincentes, de grupos sectarios que utilizaron enga?os y falsas ilusiones para conseguir sus fines. Y, en el centro y origen de todas las historias de manipulaci¨®n de la voluntad, surge la misma estrategia: el uso de la vulnerabilidad de las personas ¡ªcon frecuencia de los m¨¢s j¨®venes¡ª para embarcarlos en un sue?o imposible del que despertar¨¢n a?os despu¨¦s, con una sensaci¨®n de fracaso, verg¨¹enza y culpabilidad.
El psic¨®logo Jos¨¦ Miguel Cuevas, experto en sectas, explica que, aunque al principio no sea f¨¢cil de apreciar, hay una gran diferencia entre una estafa piramidal y una secta destructiva. La primera te puede dejar sin dinero, pero de la segunda es muy dif¨ªcil volver siendo el mismo. ¡°Para tener un absoluto control sobre ti¡±, explica Cuevas, ¡°este tipo de organizaciones sectarias, ya sean de car¨¢cter espiritual o econ¨®mico, cambian toda tu personalidad, toda tu identidad, te generan un nuevo yo, y para que el control sea absoluto, pueden conseguir que rechaces a tu familia, que te conviertas en un ego¨ªsta con los tuyos; te cambian tu forma de ser y hasta el car¨¢cter. Es muy frecuente que los familiares nos digan: ¡®Mi hija no parece la misma¡¯, o ¡®?d¨®nde est¨¢ la persona de la que me enamor¨¦?¡±.
Te dicen que eres ¨²nico, y a continuaci¨®n te convierten en otro.