La quita: ni privilegio ni capricho
La condonaci¨®n parcial de la deuda auton¨®mica beneficia a los ciudadanos de las comunidades que se acogen a ella. Su boicoteo les perjudicar¨¢
La quita (condonaci¨®n parcial) de 83.000 millones de euros de la deuda auton¨®mica beneficia a los ciudadanos de las comunidades que se acogen a ella. Sus gobiernos podr¨¢n usar los intereses financieros que la gravan para inversiones m¨¢s ¨²tiles. En los casos de mayor volumen se trata de centenares de millones de euros. De modo que el boicoteo a esa medida les perjudicar¨ªa en igual medida.
Lo que no se suele explicar es que la rebaja parcial de esa deuda y su completa asunci¨®n por la Administrac...
La quita (condonaci¨®n parcial) de 83.000 millones de euros de la deuda auton¨®mica beneficia a los ciudadanos de las comunidades que se acogen a ella. Sus gobiernos podr¨¢n usar los intereses financieros que la gravan para inversiones m¨¢s ¨²tiles. En los casos de mayor volumen se trata de centenares de millones de euros. De modo que el boicoteo a esa medida les perjudicar¨ªa en igual medida.
Lo que no se suele explicar es que la rebaja parcial de esa deuda y su completa asunci¨®n por la Administraci¨®n general del Estado tiene sentido hist¨®rico, econ¨®mico y pol¨ªtico. La deuda se acumul¨® en ese nivel central por culpa de la infrafinanciaci¨®n de muchas comunidades, o de la Gran Recesi¨®n. Y a fin de no desatender gastos sociales imperativos y crecientes que son, en casi su 80%, los propios de estas administraciones¡ seguro que tambi¨¦n entraron gastos de peor calidad, quiz¨¢ extendidos a todas: pero no lo sabremos, pues el Senado olvida sus funciones de impulso y control territorial. Y porque el Gobierno de turno no quiso, no supo o no pudo reformar el sistema de financiaci¨®n auton¨®mica, que tocaba en 2014 (con Mariano Rajoy). Ni tampoco despu¨¦s (con Pedro S¨¢nchez). Aquel mont¨® el FLA reclamado por la Generalitat indepe en 2012. Y este remedi¨® con transferencias la insuficiencia cr¨®nica de la dotaci¨®n estructural, y la tardanza de los ¡°anticipos¡±.
El cansino argumento de que cualquier medida oficial privilegia a los separatistas es insensato. Cierto que influyen ¡ªy algunos pactan, incluso con el PP¡ª pero no gobiernan en Catalu?a. As¨ª que ese envoltorio es frentismo antisoberanista inercial, resquemor anticatalanista o simplemente anticatal¨¢n: separatismo a la inversa.
Su formulaci¨®n es inane porque un privilegio consiste en una medida exclusiva para unos y excluyente para los dem¨¢s: si abarca y beneficia a todos, el supuesto privilegio se evapora. Es m¨¢s: Andaluc¨ªa se libera de la mitad de su deuda; Catalu?a, de su quinta parte.
La historia auton¨®mica (financiaci¨®n, competencias, proyecci¨®n exterior) ha frecuentado el refr¨¢n a la inversa seg¨²n el que unos, los catalanes, cardan la lana (el esfuerzo y coste de imagen de conseguir m¨¢s descentralizaci¨®n) y todos se llevan la fama (igualaci¨®n competencial, mayores ingresos).
Quiz¨¢ los consejeros conservadores no han meditado cu¨¢nto se autodesautorizan al levantarse de la mesa negociadora, ese desprecio a las instituciones. Gesto tan teatral como de nulo efecto, si ahora son incoherentes con su yerro, como les deben a sus ciudadanos: confesi¨®n del pecado, cumplir la penitencia y prop¨®sito de enmienda. Firmar la quita.
E invertir los recursos en guarder¨ªas o residencias de ancianos que no sean los tanatorios enmascarados de la capital. Incluso si a su paso por el Congreso se les condiciona m¨¢s el cheque en compensaci¨®n a sus gratuitas rebajas sist¨¦micas de impuestos: un privilegio que pecha sobre los dem¨¢s. De nada.