Nunca es tarde para aprender
Los lectores escriben sobre la importancia de la educaci¨®n, la actitud de EE UU respecto a Ucrania, la precariedad laboral, y la condescendencia masculina hacia las mujeres
Perd¨®n y gracias. A ti, abuela, que habiendo nacido en 1935 no tuviste la oportunidad de aprender a leer y escribir porque llevar el jornal a casa era m¨¢s importante. A ti, abuela, que en 2025 nos demuestras cada d¨ªa que nunca es tarde para aprender. Cada tarde, cuando nos sentamos juntas en la mesa del comedor con tus cuadernos de caligraf¨ªa, observo c¨®mo tu mano, curtida por d¨¦cadas de trabajo, sostiene el l¨¢piz con determinaci¨®n. La emoci¨®n y el orgullo en tu rostro al escribir sin ayuda contienen 90 a?os de espera; espera que ha merecido la pena. Perd¨®n porque no siempre apreciamos lo afortunados que somos, dando la educaci¨®n por sentada. Y gracias por recordarnos, con cada letra que escribes, que el conocimiento es un privilegio y que la voluntad de aprender puede vencer cualquier obst¨¢culo, incluso el tiempo.
Nuria Hern¨¢ndez Fern¨¢ndez. San Sebasti¨¢n
Ucrania y Estados Unidos
La asistencia estadounidense a Ucrania representa un pilar fundamental para la defensa de su soberan¨ªa e integridad territorial frente a la agresi¨®n rusa. Los retrasos o interrupciones en la ayuda militar y financiera comprometida por EE UU debilitan significativamente la capacidad de Ucrania para resistir los embates del ej¨¦rcito ruso, poniendo en riesgo no solo la estabilidad del pa¨ªs, sino tambi¨¦n la seguridad de toda Europa. Una Ucrania vulnerable al expansionismo ruso enviar¨ªa una se?al peligrosa a otros actores autoritarios a nivel global, envalenton¨¢ndolos a desafiar el orden internacional y a recurrir a la fuerza para alcanzar sus objetivos geopol¨ªticos. El apoyo continuo y robusto a Ucrania es una inversi¨®n crucial en la defensa de la democracia y la seguridad global.
Rosa Rold¨¢n Ojeda. Luque (C¨®rdoba)
En piloto autom¨¢tico
Me levanto, paso 12 horas fuera y vuelvo a casa, para cenar y dormir. As¨ª casi todos los d¨ªas. A veces me pregunto por qu¨¦ no exploto. La sociedad me pide que sea funcional, que siga siendo productiva. S¨¦ que ya no disfruto, ni me ilusiono, pero ?qui¨¦n lo hace? Una no tiene tiempo ni de llorar la pena que siente. Hemos terminado anestesiando las emociones para soportar el dolor. Hemos puesto el alma en piloto autom¨¢tico para poder seguir pagando las facturas, para intentar sobrevivir otro d¨ªa m¨¢s. En un escenario cada vez m¨¢s precario, nos vemos obligados a ser fuertes. Si no hacemos malabarismos, en la cuerda floja, nos caemos. Me pregunto si esta no es m¨¢s que una manera de sentirse muertos en vida.
Mar¨ªa Jos¨¦ Guillermo Pintado. Canet de Berenguer (Valencia)
¡°Mujeres incre¨ªbles¡±
Existen hombres que para despacharte recalcan, por si t¨² no lo sab¨ªas, que ¡°eres una mujer incre¨ªble¡±. Algo con lo que me he encontrado en varias ocasiones y que no solo es irritante por el tufo a condescendencia que emana esta f¨®rmula, sino tambi¨¦n por la cobard¨ªa con la que evitan decir ¡°no me gustas lo suficiente¡±. Basan su discurso en que eres demasiado buena para ellos, como si Cupido fuera haciendo tests de bondad para lanzar sus flechas. En el amor no influyen esas equivalencias, as¨ª que, de verdad, usad otra expresi¨®n.
Alba Marqu¨¦s G¨¢lvez. Murcia