Invertir en banca ¨¦tica para darle sentido al ahorro

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Aunque a ?ngel Losantos S¨¢nchez le separan m¨¢s de 6.000 kil¨®metros de Mamadou Bamba, sus vidas est¨¢n muy relacionadas. El primero es un bilba¨ªno jubilado de 63 a?os que, junto a su mujer, tom¨® la decisi¨®n de ¡°darle sentido a sus ahorros¡±: ¡°El tipo de inter¨¦s que m¨¢s nos interesaba no era un porcentaje, sino saber que nuestro dinero se empleaba de manera ¨¦tica¡±. El segundo, Bamba, es el gerente de Ecookim, una cooperativa agr¨ªcola en Costa de Marfil con m¨¢s de 32.000 productores, y, a su vez, uno de los beneficiarios de las inversiones como la de los Losantos. Los ahorros de uno son el motor para que la financiaci¨®n no sea el factor limitante de estos agricultores. Y todas sus familias.

El nudo que une ambas historias es Oikocredit Euskadi, una cooperativa de cr¨¦ditos con casi 1.100 millones de euros invertidos en cerca de 670 proyectos en 70 pa¨ªses, principalmente del hemisferio sur. Actualmente, est¨¢n detr¨¢s de las inversiones en maquinaria agr¨ªcola en Costa Rica, la promoci¨®n de los productos l¨¢cteos locales de Senegal, el apoyo a los productores de fruta org¨¢nica en Argentina, de los grupos de mujeres en ¨¢reas rurales de India y el fomento de las microfinanzas de M¨¦xico a Madagascar, entre cientos de proyectos m¨¢s. Tambi¨¦n forman parte del crecimiento de la cadena de productores marfile?os de coco y cacao, Ecookim.

Para Irati Cifuentes, de 32 a?os, socia e inversora de la entidad, la clave para decantarse por la banca ¨¦tica fue la transparencia: ¡°Aunque no sepas exactamente a qu¨¦ proyecto va cada c¨¦ntimo, sabes d¨®nde est¨¢. Muchas veces ni nos hacemos la pregunta de qu¨¦ hacen con mi dinero cuando invierten los bancos convencionales. Y es una falta de comunicaci¨®n que aqu¨ª no existe¡±. Esta joven, que empez¨® invirtiendo 200 euros al mes, considera que esta alternativa ¡°deber¨ªa de ser m¨¢s conocida¡±. ¡°Da mucha satisfacci¨®n saber que tu inversi¨®n tiene una raz¨®n social¡±, cuenta.

Gracias a estos inversores, entre los que adem¨¢s de particulares colaboran organizaciones como la Fundaci¨®n Anesvad, empe?ados en luchar contra las enfermedades tropicales desatendidas en ?frica Subsahariana, cientos de ideas locales se llevan a la pr¨¢ctica. ¡°Lo que buscamos son proyectos con sentido¡±, explica Jorge Berezo, presidente de Oikocredit Euskadi, ¡°localizamos gente de ah¨ª que haga cosas ¨²tiles y que mejore la calidad de vida de sus comunidades, pero que tambi¨¦n planteen una l¨®gica de negocio que genere ingresos para que sea sostenible en el tiempo. La banca ¨¦tica no es lo mismo que la filantrop¨ªa¡±. Para Berezo, la cercan¨ªa con los proyectos es fundamental. La decisi¨®n de qu¨¦ empresa financiar o qu¨¦ idea impulsar parte de las oficinas locales de la entidad.

Localizamos gente local que haga cosas ¨²tiles y que mejore la calidad de vida de sus comunidades, pero que tambi¨¦n planteen una l¨®gica de negocio que genere ingresos para que sea sostenible en el tiempo

Jorge Berezo, presidente de Oikocredit Euskadi

M¨¢s de una treintena de departamentos, con sede en los pa¨ªses en los que operan, son los que se encargan de localizar y seleccionar los proyectos que cumplen los requisitos de Oikocredit Euskadi. Una vez tienen el visto bueno, empieza un di¨¢logo, con los que se convierten ahora en socios, con el fin de establecer ¡°relaciones de larga duraci¨®n¡±. Yves Komaclo, gerente de inversiones de Oikocredit para ?frica Occidental, es uno de ellos. ¡°Con la inversi¨®n garantizamos que los peque?os agricultores de cacao reciban una mayor parte de las ganancias y que sean ellos los que negocien y vendan directamente con los comerciantes internacionales¡±, explica. ¡°Lo que hacemos es eliminar barreras para que las personas puedan utilizar sus capacidades y que el protagonista del desarrollo sea la propia familia¡±, a?ade Berezo. ¡°En los proyectos agr¨ªcolas es donde m¨¢s nos gusta estar. El avance es muy tangible y se genera un sentimiento de orgullo y pertenencia¡±, dice.

Ecookim es claramente un buen reflejo de ello. En 2014, antes de que recibieran financiaci¨®n de Oikocredit Euskadi, eran unos 11.000 productores y 46.000 hect¨¢reas cultivadas. En apenas seis a?os y m¨¢s de siete millones de euros de inversi¨®n y seguimiento, los n¨²meros casi se triplican. La cooperativa cuenta actualmente con 32.253 agricultores y m¨¢s de 106.062 hect¨¢reas. Pero hay mucho m¨¢s all¨¢ detr¨¢s de esos n¨²meros. El beneficio tambi¨¦n se ha ido traduciendo en iniciativas impulsadas por los propios productores de la cooperativa para impedir el temprano abandono escolar, el trabajo infantil y la formaci¨®n de los m¨¢s peque?os. ¡°Hemos creado el programa One child, one future (un ni?o, un futuro), en el que cada miembro firma un documento en el que se compromete a no incluir a sus hijos en las labores del terreno¡±, explica Aminata Bamba, gerente de la cadena de suministros y sostenibilidad. Esta iniciativa, con talleres de concienciaci¨®n y sensibilizaci¨®n tambi¨¦n est¨¢ respaldada por inspecciones sorpresa en las fincas.

El futuro es el horizonte. Y, por eso, los ni?os son el eje central de este equipo de agricultores. As¨ª, el programa de Un ni?o, un futuro, se ha traducido en un abanico de becas de estudio que actualmente da cobertura a 800 estudiantes, una red de 27 escuelas construidas a trav¨¦s de los beneficios, paquetes de estudios ¨Cuniformes, material y libros¨C del que se benefician m¨¢s de 3.000 alumnos y el monitoreo de las zonas de cultivo, para evitar el maltrato y el uso de zonas des¨¦rticas.

¡°Esto nos ha permitido cerrar tratos con las grandes distribuidoras en tiempos mucho m¨¢s largos. Podemos predecir las ventas, cosa que antes era imposible¡±, explica Mamadou Bamba mediante una videollamada. ¡°Trabajamos para nosotros y para nuestra gente¡±.

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