El plan de los inuit de Canad¨¢ para combatir la falta de comida
M¨¢s producci¨®n local y mejores infraestructuras son fundamentales para mejorar la situaci¨®n nutricional de este grupo de pueblos originarios. Cerca del 70% de sus ni?os en edad preescolar viven en hogares donde no hay suficiente alimento
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De acuerdo al ¨²ltimo censo, Canad¨¢ cuenta con poco m¨¢s de 65.000 miembros del pueblo inuit (esquimal es un t¨¦rmino en desuso). Habitan sobre todo en las provincias de Quebec y Labrador, as¨ª como en los Territorios del Noroeste y Nunavut. Desde hace d¨¦cadas, enfrentan dificultades de envergadura para llevar a sus mesas comida suficiente, accesible, nutritiva y adaptada a su cultura. Inuit Tapiriit Kanatami (ITK), el organismo que los representa a nivel nacional, cita una crisis de salud p¨²blica en la estrategia para combatir este problema, que acaban de publicar. Los inuit, seg¨²n el documento, son el grupo ind¨ªgena que sufre mayor inseguridad alimentaria en los pa¨ªses desarrollados.
Investigadores de la Universidad McGill han publicado hist¨®ricamente estudios sobre sus efectos. La transici¨®n nutricional y la inseguridad alimentaria est¨¢n asociadas con mayores riesgos de enfermedades cr¨®nicas sensibles a la dieta en los adultos inuit. De igual forma, cerca del 70% de los ni?os de este pueblo en edad preescolar en Nunavut viven en hogares donde no hay suficientes alimentos; una situaci¨®n que tiene implicaciones en su desarrollo acad¨¦mico y psicosocial.
Natan Obed, presidente de ITK, se?al¨® durante la presentaci¨®n en l¨ªnea de sus planes que la inseguridad alimentaria de los inuit no es un problema nuevo y equivale a ¡°una vergonzosa violaci¨®n de los derechos humanos que Canad¨¢ tiene la obligaci¨®n de remediar¡±. Obed agreg¨® que tanto las dificultades en el acceso a la comida como las condiciones de pobreza de su pueblo se derivan de ¡°los efectos combinados ¨Dhist¨®ricos y actuales¨D del colonialismo, el racismo sist¨¦mico y la desigualdad estructural en Canad¨¢¡±. La mortalidad infantil de los inuit es de 12,3 por cada 1.000 ni?os (4,4 entre los dem¨¢s canadienses) y el 45% de sus miembros vive en condiciones de hacinamiento (6% en el resto del pa¨ªs).
El documento subraya que el sistema alimentario de los inuit tuvo impactos sumamente negativos desde principios del siglo XX, a causa de decisiones pol¨ªticas desde Ottawa. Cabe recordar los desplazamientos, la sedentarizaci¨®n obligatoria, los internados para menores ind¨ªgenas y la matanza de miles de perros ¨Dsu principal fuerza de transporte¨D a manos de la polic¨ªa. Estos elementos provocaron, en el caso de los alimentos, dependencia, incertidumbre y cambios en las costumbres.
Circulan con frecuencia im¨¢genes en redes sociales de supermercados y peque?os negocios en las comunidades inuit. Un elemento llamativo es la gran cantidad de la denominada ¡°comida basura¡±, al igual que la poca oferta de productos locales. Otro m¨¢s es el coste prohibitivo de diversos alimentos nutritivos. ¡°Los precios son muy altos. Adem¨¢s, con frecuencia hay pocas frutas y verduras¡±, afirma Alaku Puasi desde Salluit, localidad ubicada a unos 1.850 kil¨®metros de Montreal y perteneciente a Nunavik, la regi¨®n m¨¢s septentrional de Quebec. ¡°Al menos no pagamos lo mismo que la gente de Nunavut¡±, a?ade Puasi, madre de dos ni?os.
En el Territorio de Nunavut, una col china puede llegar a costar 17 d¨®lares (11,50 euros); 16 (10,80) una bolsa de uvas. Seg¨²n datos del informe de ITK, el costo semanal para proporcionar una dieta saludable a una familia de cuatro miembros en una comunidad inuit var¨ªa entre 328 y 488 d¨®lares (220-330 euros). La misma canasta de productos costar¨ªa aproximadamente 209 d¨®lares (141 euros) en una ciudad del sur de Canad¨¢. El desempleo de estos habitantes del ?rtico ronda el 25% (7,8% en el resto del pa¨ªs).
Las iniciativas como invernaderos, cr¨ªa de ganado o piscicultura son a¨²n peque?as para dar abasto a la demanda de alimentos de las zonas donde viven los inuit
La estrategia de ITK contempla diversos puntos en los que el apoyo del Gobierno federal y de las provincias resulta fundamental. La meta es desarrollar un sistema alimentario duradero, que facilite el acceso a comida de buena calidad, a precios abordables y que tome en cuenta las costumbres locales. Un obst¨¢culo recae en las infraestructuras. La mayor¨ªa de los aeropuertos ubicados en peque?as comunidades tiene pistas de grava, condici¨®n que limita el tipo de aeronaves que pueden llevar mercanc¨ªas. El transporte mar¨ªtimo tambi¨¦n juega en contra, ya que solo existen dos puertos para peque?as embarcaciones y dos en aguas profundas, aunque estos ¨²ltimos son utilizados fundamentalmente por las compa?¨ªas mineras. La estrategia subraya que el Gobierno federal deber¨ªa destinar m¨¢s subsidios para los alimentos en las tiendas. Y pide la construcci¨®n de otro de estos grandes puertos. Esto ¨²ltimo ha obtenido respuesta: el pasado 3 de agosto, Catherine McKenna, ministra federal de infraestructuras, anunci¨® una inversi¨®n de 40 millones de d¨®lares para crear un puerto en Qikiqtarjuaq (Nunavut).
Un segundo obst¨¢culo tiene que ver con la producci¨®n local. ITK indic¨® que ya hay varias iniciativas en marcha. Sin embargo, a¨²n son peque?as para dar abasto a la demanda. ¡°Vemos cada vez m¨¢s productos de la zona en las tiendas, pero deber¨ªan ser m¨¢s numerosos¡±, apunta Alaku Puasi. Invernaderos, contenedores hidrop¨®nicos, cr¨ªa de ganado, piscicultura y huertos familiares requieren de apoyos para crecer y para que los productos sean distribuidos en el mayor n¨²mero de comunidades posible.
La estrategia advierte sobre el cambio clim¨¢tico y la presencia de sustancias contaminantes, debido a que ¡°afectan la disponibilidad de la vida silvestre y la seguridad de los recolectores inuit¡±. El documento establece: ¡°El cambio clim¨¢tico est¨¢ alterando fundamentalmente los ecosistemas que sustentan a los animales de los que dependemos para alimentar a nuestras familias y mantener nuestra cultura y forma de vida¡±. La estrategia contempla tambi¨¦n revisar el marco legal de la gesti¨®n de los recursos naturales y llevar a cabo proyectos de investigaci¨®n y de corte educativo.
Carine Midy, portavoz del Ministerio?de?Relaciones Ind¨ªgenas?y de Asuntos del Norte, comenta respecto a la estrategia de ITK: ¡°Es un documento importante que mejora nuestra comprensi¨®n de la inseguridad alimentaria en las comunidades inuit debido a una serie de factores complejos e interrelacionados. Esto solo puede ser resuelto con ¨¦xito mediante una acci¨®n coordinada que implique el apoyo y el compromiso de todas las partes¡±.
Midy precisa que el Gobierno federal est¨¢ destinando distintas ayudas en este asunto. Por ejemplo, el programa de Nutrici¨®n del Norte recibe desde 2019 unos ocho millones de d¨®lares canadienses (5,4 millones de euros) anuales. En abril de 2020, en el marco de la lucha contra la pandemia, fue autorizada una inyecci¨®n suplementaria de 25 millones de d¨®lares (casi 17 de euros) en dicho programa, a modo de aumentar las subvenciones en distintos productos. En octubre de 2020, un apoyo extra de ocho millones fue entregado a organizaciones inuit para iniciativas sobre seguridad alimentaria. El presupuesto 2021-2022 contiene un monto de 163,4 millones (110, de euros), a repartirse en tres a?os, para ampliar el programa de Nutrici¨®n del Norte.
¡°El lanzamiento de la estrategia es un hito importante; sin embargo, lograr este objetivo requerir¨¢ el apoyo sostenido de los Gobiernos y otros socios¡±, se?al¨® Natan Obed. ¡°Esta realidad es inaceptable y debemos cambiarla¡±, agreg¨®. La estrategia de ITK subraya de igual forma que muchos canadienses deber¨ªan comprender las razones y los impactos de la inseguridad alimentaria entre los inuit.
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