El agua potable canadiense no es para todos
Miembro del G7 y poseedor de las terceras mayores reservas de agua dulce del mundo, Canad¨¢ ha sido incapaz de garantizar el acceso seguro a este l¨ªquido vital en numerosas comunidades ind¨ªgenas
Nota a los lectores: EL PA?S ofrece en abierto todo el contenido de la secci¨®n Planeta Futuro por su aportaci¨®n informativa diaria y global sobre la Agenda 2030. Si quieres apoyar nuestro periodismo, suscr¨ªbete aqu¨ª.
Canad¨¢, el pa¨ªs con la calidad de vida m¨¢s alta en Am¨¦rica, tiene siempre a los miembros de los pueblos ind¨ªgenas en el fondo de sus indicadores. En fechas recientes, el tema del acceso al agua potable ha acaparado gran parte del debate, generando verg¨¹enza y decepci¨®n. Los canadienses poseen las terceras mayores reservas de agua dulce del orbe, mientras que representan el 0,5% de la poblaci¨®n mundial. En este escenario, el l¨ªquido vital distar¨ªa de ser un problema. Aunque los pocos que lo reciben con agentes peligrosos han sido los mismos durante demasiados a?os. No todas las comunidades ind¨ªgenas conviven con esta calamidad, pero las cifras inquietan.
Justin Trudeau se comprometi¨® en la campa?a electoral de 2015 a poner fin a las dificultades de acceso al agua segura en estas poblaciones. Tras ganar en las urnas, se?al¨® que todo quedar¨ªa solucionado a m¨¢s tardar el 31 de marzo de 2021. El pasado 25 de febrero, Karen Hogan, verificadora General de Canad¨¢, entreg¨® un informe al Parlamento. ¡°Ottawa no ha estado a la altura¡±, coment¨® Hogan ese d¨ªa, se?alando que el ministerio de Servicios Ind¨ªgenas no hab¨ªa brindado ¡°un apoyo adecuado¡± a varias comunidades en este asunto. El Gobierno de Trudeau, inform¨® Hogan, no alcanzar¨ªa su objetivo. En 2015 hab¨ªa 160 avisos para hervir el agua en reservas ind¨ªgenas (avisos en vigor, como m¨ªnimo, durante un a?o). Seg¨²n el informe, 60 continuaban activos ¨Cal menos hasta noviembre¨C en 41 reservas; 47% de los mismos datan de hace m¨¢s de una d¨¦cada. Hogan dijo que, pese a que la pandemia ralentiz¨® los proyectos, muchos ya acusaban retrasos considerables.
Nicole Hancock administra el Equipo de Agua Potable Segura, un colectivo canadiense integrado por operadores de plantas de tratamientos ind¨ªgenas y asesores cient¨ªficos. Hancock comenta: ¡°A menudo, las comunidades reciben el sistema de tratamiento que tiene el coste m¨¢s bajo y no necesariamente el que tratar¨¢ de forma suficiente su fuente de agua de mala calidad. Los contratistas presentan muchas veces la oferta m¨¢s barata¡±. Las comunidades afectadas est¨¢n ubicadas sobre todo en las provincias de Ontario, Manitoba y Saskatchewan. Los ind¨ªgenas que conviven con este problema deben, como pide el Gobierno federal, hervir el agua. No obstante, es frecuente que algunas familias desconf¨ªen y adquieran agua embotellada (al menos para beberla y preparar alimentos). Aunque no todas pueden permitirse este gasto.
Los ind¨ªgenas que conviven con este problema deben, como el Gobierno federal pide, hervir el agua. Algunas familias desconf¨ªan y adquieren agua embotellada, pero no todas pueden permit¨ªrselo
Shirley Thompson, profesora en el Instituto de Recursos Naturales de la Universidad de Manitoba, subraya la fragilidad de los sistemas de agua en las comunidades ind¨ªgenas canadienses. ¡°El 98% no cuenta con plan de respuesta de emergencia, el 95% carece de plan de mantenimiento y el 74% no tiene un operador de respaldo certificado. En una situaci¨®n como la pandemia de covid-19, esto crea graves riesgos respecto a la transmisi¨®n comunitaria¡±, se?ala.
Thompson menciona que, en t¨¦rminos de calidad del agua, diversos trabajos han mostrado que la contaminaci¨®n de cisternas es la principal dificultad. ¡°Al igual que los tanques, son caldo de cultivo para la H. Pylori y otras bacterias y par¨¢sitos transmitidos por el agua. La hepatitis ha sido un problema recurrente en varias reservas. Tambi¨¦n esto contribuy¨® en altas tasas de H1N1¡±, afirma. ¡°Las cisternas se contaminan f¨¢cilmente por el suelo, las aguas subterr¨¢neas y los roedores. Se requiere de una limpieza regular, pero muchas de las reservas carecen de presupuestos adecuados para ello¡±, agrega.
Thompson sostiene que estos sanitarios deber¨ªan ser una medida temporal hasta que pueda instalarse una red de tuber¨ªas, pero es com¨²n que se perpet¨²en para ahorrar en fondos de infraestructura. ¡°Los costes elevados en salud son absorbidos al final por los grupos aut¨®ctonos. La Oficina del Presupuesto Parlamentario calcul¨® en 2018 que se requieren unos 3.200 millones de d¨®lares [2.140 millones de euros]?para que los sistemas de agua en las reservas est¨¦n al mismo nivel que en el resto de poblaciones canadienses. Es una inversi¨®n necesaria¡±, apunta.
Karen Hogan incluy¨® en su informe varias recomendaciones. Por ejemplo, revisar la f¨®rmula de financiamiento para las infraestructuras y crear una reglamentaci¨®n sobre la calidad del agua en las reservas. Tambi¨¦n record¨® que la Ley de acceso al agua potable de las Primeras Naciones fue adoptada en 2013. Marc Miller, ministro de Servicios Ind¨ªgenas, acept¨® las recomendaciones y apunt¨®: ¡°Estamos convencidos de que hemos emprendido el camino correcto y que levantaremos de manera efectiva las advertencias a largo plazo¡±. Miller ya hab¨ªa entonado un primer mea culpa en diciembre, respecto a que la meta fijada ser¨ªa inalcanzable y hab¨ªa anunciado una inversi¨®n adicional de 1.500 millones de d¨®lares canadienses (unos 1.000 millones de euros).
Para Nicole Hancock, varios avances tecnol¨®gicos pueden ayudar. Uno de ellos es el sistema de tratamiento de membrana por ¨®smosis inversa biol¨®gica (conocido como IBROM). ¡°Trata el agua de mala calidad con los m¨¢s altos est¨¢ndares¡±, afirma. No obstante, Hancock insiste en que muchas reservas tienen una capacidad limitada para generar ingresos. ¡°Es por ello que deben competir por fondos del ministerio de Servicios Ind¨ªgenas y luego seguir las directrices establecidas¡±, a?ade.
El Gobierno de Pierre Elliott Trudeau comenz¨® en 1977 los esfuerzos para garantizar el agua segura en las reservas. M¨¢s de 44 a?os despu¨¦s, con su hijo en el cargo de primer ministro, el problema persiste
El pasado 1 de abril, el ministro Miller se?al¨® que a¨²n hay 54 avisos vigentes en 34 comunidades. ¡°No pararemos hasta que todos los avisos restantes sean levantados¡±, declar¨®, aunque sin fijarse esta vez una fecha espec¨ªfica. Asimismo, el ministerio de Servicios Ind¨ªgenas lanzar¨¢ una nueva plataforma web para informar con detalle sobre cada obra relacionada con el agua en las comunidades aut¨®ctonas.
El Gobierno de Pierre Elliott Trudeau comenz¨® en 1977 los esfuerzos para garantizar el agua segura en las reservas. M¨¢s de 44 a?os despu¨¦s, con su hijo en el cargo de primer ministro, el problema persiste. Sin embargo, no solo es una vistosa mancha en el blas¨®n liberal; varios gobiernos conservadores tambi¨¦n fueron part¨ªcipes del fracaso. Chris Moonias, jefe de la reserva Neskantaga (ubicada en Ontario), declar¨® a finales de 2020 a la cadena CBC que jam¨¢s ha podido beber agua del grifo en este sitio. Moonias dijo que, en caso de visitar esta reserva, Justin Trudeau ver¨ªa c¨®mo la gente vive en condiciones tercermundistas. ¡°Esta situaci¨®n deber¨ªa decir mucho a los canadienses. Deber¨ªa decirles que este no es el pa¨ªs que creen que es¡±, expres¨®.
La profesora Thompson comenta que la deficiencia en los servicios de agua potable en las reservas es resultado de leyes, pol¨ªticas e instituciones colonialistas. ¡°El Gobierno federal deber¨ªa considerar e incluir m¨¢s en sus decisiones a los grupos ind¨ªgenas. El agua es vista en este tema como un asunto puramente de infraestructuras, en vez de estar enmarcada en torno a la salud, la cultura y la gobernanza. Es un derecho humano y su calidad o cantidad no debe estar limitada por relaciones t¨¦cnicas, financieras o de poder¡±, zanja.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra ¡®newsletter¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.