Un canal de radio en Malaui con mucho arte

La idea surgi¨® en 2013. Entonces, un grupo de malau¨ªes, entusiastas del arte en todas sus vertientes, comenzaron a reunirse en hoteles, bares o centros sociales para charlar sobre literatura, m¨²sica, teatro o pintura. ¡°Normalmente, ¨ªbamos una media de 60 personas, aunque organizamos eventos a los que asistieron alrededor de 300. En 2017 encontramos este lugar como sede fija y ya nos establecimos aqu¨ª¡±, cuenta el escritor Shadreck Chikoti, de 42 a?os, el que fuera el principal ide¨®logo y fundador del Story Club Arts, proyecto del que habla y que tambi¨¦n hoy preside. ¡°Ahora acabamos de recibir la licencia para empezar llevar a las ondas la Story Club FM, un canal de radio que abrir¨¢ a la poblaci¨®n el conocimiento sobre las artes, nada m¨¢s y nada menos. El primero en Malaui de este tipo¡±, afirma.

Las emisiones de la Story Club FM comienzan a las cinco de la ma?ana y se alargan hasta la medianoche. Para hacerlas posibles, hay 25 trabajadores permanentes y un centenar de artistas que colabora y produce contenido. ¡°Por el momento, nuestro canal solo llega a la regi¨®n central, donde viven unos tres millones de personas, aunque nuestro objetivo para el futuro es extenderlo a todo el pa¨ªs¡±, explica Chikoti. Y menciona tambi¨¦n la vocaci¨®n internacionalista con la que ha nacido este nuevo proyecto. ¡°No queremos limitarnos a creadores locales, sino un d¨ªa poner m¨²sica de M¨¦xico, por ejemplo, y hablar sobre artistas mexicanos. Tambi¨¦n hay que escuchar los cl¨¢sicos; ¨®pera, jazz, blues¡­ Y acercar estos estilos a nuestras vidas porque el arte no entiende de fronteras¡±.

El arte es m¨¢s que entretenimiento. La cultura es vida, el principio de todo. Te da perspectivas e identidad

Shadreck Chikoti, escritor y uno de los fundadores del Story Club Arts

Pero, ?por qu¨¦ esa necesidad de difundir la cultura? ?Por qu¨¦ el nacimiento del Story Club, primero como lugar para compartir y discutir y despu¨¦s como una radio destinada a tres millones de personas? Shadreck Chikoti lo explica as¨ª: ¡°Creo, sinceramente, que ning¨²n pa¨ªs puede desarrollarse si no presta suficiente atenci¨®n a las artes, aunque el m¨ªo todav¨ªa no las valora tanto como debiera. En Malaui se mira a los artistas como un entretenimiento cuando son mucho m¨¢s que eso. La cultura es vida, el principio de todo. Te da perspectivas. Pero tambi¨¦n es identidad. Las naciones m¨¢s modernas se identifican con sus artistas. Por eso, si hablamos de Shakespeare, por ejemplo, tambi¨¦n lo hacemos obligatoriamente de Inglaterra. Y no puedes separar a Miguel ?ngel de la historia de Roma, Italia o Europa. Es simple: sin artes no hay futuro¡±.

Obst¨¢culos y modelos

Con todo, la apat¨ªa de Malaui como pa¨ªs respecto a sus artistas no es el ¨²nico obst¨¢culo que deben sortear iniciativas que, como el Story Club Arts, ponen la cultura en el centro de la diana. La escasez se yergue tambi¨¦n como un gran enemigo a batir. Seg¨²n el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), el 50,7% de los m¨¢s de 19 millones de habitantes de este pa¨ªs, situado en el coraz¨®n de ?frica, vive bajo el umbral de la pobreza. Este organismo coloca a la naci¨®n en la posici¨®n 171 en su ?ndice de Desarrollo Humano, una lista que incluye 189 estados. Un problema que acent¨²a la muy baja tasa de alfabetizaci¨®n; casi el 40% de la poblaci¨®n no sabe leer ni escribir, lo que coloca a Malaui en el puesto 130 de este ranking mundial.

La Story Club FM emitir¨¢ para tres millones de personas y tocar¨¢ todas las ramas de la cultura, tanto nacional como internacional

¡°Claro que es dif¨ªcil llegar a la audiencia con estas estad¨ªsticas sobre pobreza y analfabetismo, pero el arte puede estar por encima de eso y ayudar a la gente a comprender, a leer, a explorar, a interesarse por otras cuestiones y por otras partes del mundo¡±, reflexiona Chikoti. Y a?ade: ¡°No necesitas ser una persona excesivamente instruida para apreciar la m¨²sica, por ejemplo; la mayor¨ªa de las ramas del arte las puede entender todo el mundo¡±. Y, si el dinero o la clase social no va a ser un impedimento para que las historias de la Story Club FM llegue al mayor n¨²mero de malau¨ªes posible, otros factores, como la edad, tampoco. El escritor recurre a su propia casa para argumentar este punto. ¡°Mi hija, la mayor de mis tres ni?os, con 13 a?os, acaba de publicar su primer libro de poemas. Es la autora m¨¢s joven del pa¨ªs¡­¡±.

Es dif¨ªcil llegar a la audiencia con estas estad¨ªsticas sobre pobreza y analfabetismo, pero el arte ayuda a la gente a comprender, a leer, a explorar, a interesarse por otras cuestiones y por otras partes del mundo

Shadreck Chikoti, escritor y uno de los fundadores del Story Club Arts

En el contexto hist¨®rico de su pa¨ªs s¨ª encuentra Chikoti un enemigo, sobre todo para la rama que ¨¦l domina, la literatura. Dice: ¡°Malaui tuvo una ¨¦poca en la que los escritores fueron perseguidos y encarcelados, lo que disuadi¨® a los j¨®venes de querer entrar en ese mundo. Adem¨¢s, los pa¨ªses m¨¢s poblados tienen m¨¢s representaci¨®n y una tradici¨®n mayor. Los autores de Nigeria, por ejemplo, de donde es Wole Soyinka ¨C el primer africano ganador del premio Nobel, honor que obtuvo en 1986-, gozan ya de un recorrido anterior del que aqu¨ª no disfrutamos¡±. Aunque, matiza, esto no significa que Malaui no pueda producir grandes historias.

Quiz¨¢, la m¨¢s famosa sea la pel¨ªcula El ni?o que dom¨® el viento, dirigida y protagonizada por el ingl¨¦s de ascendencia africana Chiwetel Ejiofor y basada en la biograf¨ªa de William Kamkwamba, quien, siendo un adolescente, construy¨® un molino de viento usando maderas, piezas de bicicleta y desechos recolectados en un vertedero. Lo hizo con lo aprendido en unos manuales antiguos que encontr¨® en una biblioteca local y, con ello, llev¨® agua por primera vez a su pueblo. El film obtuvo diversos premios internacionales.

Literatura futurista y pr¨®ximos pasos

Tambi¨¦n sabe algo de recibir galardones Shadreck Chikoti. Autor de varios relatos cortos, su primera y ¨²nica novela larga, Azotus de kingdom, le vali¨® el prestigioso Premio Literario Peer Gynt en 2013 y ha sido objeto de debate en varias universidades de Estados Unidos. ¡°Es un escrito futurista ambientado en ?frica. Lo cierto es que a menudo me encuentro a m¨ª mismo pensando en el futuro, algo que no solemos hacer en esta parte del mundo. Hay enfermedades, hambre, pobreza¡­ Y eso te hace pensar siempre en el ahora. Dif¨ªcilmente vas a encontrar un pa¨ªs en este continente que tenga un plan a 50 a?os vista, as¨ª que mi literatura va siempre por ese camino¡±, explica Chikoti sobre su obra. Y dice tambi¨¦n que planea publicar otras f¨¢bulas en los pr¨®ximos a?os, que ahora se encuentra inmerso en una de ciencia ficci¨®n y que no siempre lo que escribe est¨¢ relacionado con ?frica.

Ahora hay que intentar penetrar en ¨¢reas rurales, en los pueblos. Me encantar¨ªa ver que las comunidades se preocupen por el arte, que puedan fundar sus propios clubes. Veo esto como un punto de partida

Shadreck Chikoti, escritor y uno de los fundadores del Story Club Arts

Y, mientras escribe todo esto, su Story Club FM seguir¨¢ emitiendo para esos tres millones de personas, quiz¨¢s para m¨¢s en el futuro. O tambi¨¦n, por qu¨¦ no, el proyecto podr¨ªa evolucionar. ¡°El siguiente paso l¨®gico es abrir un canal de televisi¨®n¡±, sostiene Chikoti, quien, con todo, no olvida la aut¨¦ntica raz¨®n por la que, hace ya casi 10 a?os, comenzaron aquellas reuniones en las que ¨¦l y otros muchos discut¨ªan sobre el libro de moda, un pintor cl¨¢sico o la ¨²ltima representaci¨®n teatral. ¡°Ahora hay que intentar penetrar en ¨¢reas rurales, en los pueblos. Me encantar¨ªa ver que las comunidades se preocupen por el arte, que puedan fundar sus propios clubes. Veo esto como un punto de partida. En estos lugares hay un muchas capacidades y un conocimiento inmenso, pero la gente no se da cuenta. Ayudar a cambiar, eso es mi pr¨®ximo objetivo¡±, concluye.

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