Europa baraja eliminar el biodi¨¦sel de soja y palma para frenar la deforestaci¨®n tropical
El aumento de la inseguridad alimentaria por la guerra en Ucrania y la sequ¨ªa en ?frica reaviva el debate sobre el uso de cultivos para biocombustibles
Los biocombustibles convencionales, elaborados a partir de grasas vegetales y cereales, se presentan como una alternativa para reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, las materias primas como los aceites de palma y de soja est¨¢n vinculadas a la tala de millones de hect¨¢reas de selvas en pa¨ªses como Indonesia, Malasia y Brasil, donde siguen emergiendo casos de abusos a trabajadores y comunidades. Los veh¨ªculos europeos, sobre todo espa?oles, llevan dos d¨¦cadas quemando biodi¨¦sel de palma y soja, aunque muchos usuarios lo ignoran. Pero algo podr¨ªa estar a punto de cambiar.
En plena crisis energ¨¦tica, alimentaria y clim¨¢tica mundial, la Uni¨®n Europea se est¨¢ replanteando qu¨¦ biocarburantes autorizar, y en qu¨¦ proporci¨®n, para alcanzar sus objetivos en estos tres frentes. Seg¨²n fuentes del Parlamento Europeo, el mi¨¦rcoles 13 de julio la Comisi¨®n de Industria y Energ¨ªa votar¨¢ una propuesta para eliminar el biodi¨¦sel de soja y palma del mercado com¨²n con efecto inmediato tras la entrada en vigor de la nueva Directiva de Energ¨ªas Renovables, que est¨¢ siendo revisada.
¡°Se han promocionado biocombustibles no sostenibles, con presi¨®n sobre los bosques y la biodiversidad y con impactos en [la producci¨®n de] los alimentos¡±, dice el eurodiputado y ponente alternativo de la Comisi¨®n, Nicol¨¢s Gonz¨¢lez, del grupo socialista. ¡°Debemos aprender de los errores del pasado¡±. Gonz¨¢lez se refiere a la expansi¨®n de la frontera agr¨ªcola que resulta de la competencia entre biocarburantes y producci¨®n de alimentos.
El Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisi¨®n deber¨¢n acordar la futura hoja de ruta energ¨¦tica, pero el posicionamiento de la Euroc¨¢mara es un primer paso con implicaciones importantes para miembros como Espa?a.
Espa?a y la deforestaci¨®n tropical
Espa?a es uno de los principales consumidores de biodi¨¦sel de soja y palma, a diferencia de otros Estados de la UE, que se apoyan en mayor medida en el aceite de colza. Tambi¨¦n es el tercer pa¨ªs con m¨¢s deforestaci¨®n importada de la UE. Seg¨²n un informe de la ONG Rainforest Foundation Norway, un 78% del biodi¨¦sel producido en Espa?a en 2020 proced¨ªa de dichas materias primas, que en buena parte se importan de zonas con alto riesgo de deforestaci¨®n tropical, como el sudeste asi¨¢tico. De hecho, las dos principales refiner¨ªas de biodi¨¦sel en Espa?a est¨¢n controladas por las empresas asi¨¢ticas Musim Mas y Apical Group, con base en Singapur
Un 78% del biodi¨¦sel producido en Espa?a en 2020 proced¨ªa de soja y palma
Apical Group pertenece a un conglomerado especializado en aceite de palma y pulpa de madera con un largo historial de problemas ambientales y conflictos con las comunidades. Un reciente trabajo de Planeta Futuro en colaboraci¨®n con NBC News expon¨ªa c¨®mo el grupo empresarial al que pertenece sigui¨® destruyendo selvas en Indonesia en contra de su compromiso de respetar los bosques naturales.
¡°Eliminar el biodi¨¦sel de soja de la UE no solucionar¨¢ todos los inconvenientes asociados a este tipo de combustibles, pero es importante porque puede acelerar la b¨²squeda de otras soluciones energ¨¦ticas¡±, valora Maik Marahrens, portavoz de la ONG Transportation and Environment (T&E). La ONG espa?ola Ecodes coincide con T&E en se?alar que ello pasa por promover la energ¨ªa solar y e¨®lica, electrificar el transporte terrestre y explorar el potencial del hidr¨®geno verde. Otra alternativa es producir biocombustibles a base de residuos, en lugar de productos que podr¨ªan destinarse al consumo humano o animal.
Hoy, se utilizan cultivos como trigo, ma¨ªz y ca?a de az¨²car para producir bioetanol, y aceites como los de colza y girasol para fabricar biodi¨¦sel. Pero el aumento mundial de los precios de los cereales y los aceites vegetales ha reavivado el debate en torno al impacto de los biocarburantes en la seguridad alimentaria mundial.
Comida o combustible
Rusia y Ucrania producen casi una quinta parte del ma¨ªz del mundo y m¨¢s de la mitad del aceite de girasol, y est¨¢n entre los mayores exportadores de trigo. El coste de alimentos b¨¢sicos se ha disparado por el conflicto, amplificando el impacto de la covid-19 y el fallo de cosechas en regiones azotadas por a?os de sequ¨ªa.
El efecto combinado de esas crisis es de alcance global. Por ejemplo, hay 14 pa¨ªses africanos que importan m¨¢s de la mitad de su trigo de Rusia y Ucrania, y ?frica se enfrenta a la peor crisis alimentaria de la ¨²ltima d¨¦cada.
Durante la crisis alimentaria de 2007-2008, los biocombustibles contribuyeron al aumento del precio del ma¨ªz en entre un 20 y un 50%
El director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, David Beasly, ha alertado de que el aumento de los precios amenaza con empujar a numerosos pa¨ªses a la hambruna. ¡°El resultado ser¨¢ la desestabilizaci¨®n mundial, el hambre y la migraci¨®n masiva a una escala sin precedentes; debemos actuar hoy para evitar una cat¨¢strofe¡±, ha afirmado, coincidiendo con la publicaci¨®n del mayor informe anual sobre seguridad alimentaria en el mundo.
Durante la crisis alimentaria de 2007-2008, los biocombustibles contribuyeron al aumento del precio del ma¨ªz del 20 al 50%, seg¨²n el an¨¢lisis de instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Y seg¨²n la firma de estudio de datos Gro Intelligence, los cultivos destinados a biocarburantes equivalen al consumo cal¨®rico anual de 1.900 millones de personas.
Tras el inicio de la guerra en Ucrania, la Comisi¨®n Europea se mostr¨® a favor de relajar la obligaci¨®n de mezclar los carburantes con biocombustibles para aumentar el suministro mundial de cereales y aceites. Y la medida, que por ahora est¨¢ en manos de cada pa¨ªs, podr¨ªa incorporarse en la nueva Directiva de Energ¨ªas Renovables. En mayo, la Comisi¨®n de Medio Ambiente de la Euroc¨¢mara propuso reducir el uso de biocombustibles basados en cultivos a la mitad respecto a los niveles de 2020. La propuesta que la Comisi¨®n de Industria votar¨¢ el mi¨¦rcoles se limita a pedir que no se rebasen estos niveles en m¨¢s de un 1%. En cualquier caso, la cuesti¨®n est¨¢ sobre la mesa.
Perspectiva del sector
Europa y EE UU podr¨ªan compensar la p¨¦rdida de exportaciones de trigo, ma¨ªz, cebada y centeno de Ucrania, reduciendo a la mitad los cereales que destinan a biocombustibles, seg¨²n el centro de pensamiento estadounidense World Resources Institute (WRI).
Por su parte, los productores europeos de biodi¨¦sel argumentan que los carburantes a base de cultivos resultan en productos secundarios aptos para el consumo animal y que diversifican las rentas de los agricultores, aumentando as¨ª la seguridad alimentaria. Tambi¨¦n consideran que la ¨²nica alternativa a corto plazo son los derivados del petr¨®leo. ¡°Para lograr los objetivos clim¨¢ticos hay que aumentar mucho la electrificaci¨®n, el hidr¨®geno, los combustibles sint¨¦ticos y el biog¨¢s, y tambi¨¦n reducir la demanda energ¨¦tica¡±, dice el secretario general del European Biodiesel Board (EBB), Xavier Noyon. ¡°Todo ello debe hacerse adem¨¢s de los biocombustibles, no en lugar de ellos¡±.
La asociaci¨®n de productores de bioetanol de la UE aboga por la expansi¨®n en el uso de este producto. ¡°Producimos etanol a partir de materias primas cien por cien europeas y utilizando una proporci¨®n min¨²scula de tierra cultivable¡±, indica David Carpintero, director general de ePURE. ¡°Adem¨¢s, en 2021 nuestras refiner¨ªas generaron m¨¢s forraje [como subproducto de la fabricaci¨®n de bioetanol] que carburante¡±.
El directivo de ePURE tambi¨¦n sostiene que el bioetanol europeo est¨¢ libre de deforestaci¨®n y acaparamiento de tierras, y que los biocarburantes basados en cultivos son la principal fuente de energ¨ªa renovable en los transportes.
Debate abierto
Tim Searchinger, profesor de la Universidad de Princeton y experto asociado a WRI, aboga por frenar el consumo de biocarburantes convencionales, o sea, que procedan de vegetaci¨®n en lugar de residuos agr¨ªcolas u org¨¢nicos que no sirven para alimentar ni personas ni animales.
El investigador es uno de los 38 acad¨¦micos que han firmado una carta abierta para el Parlamento Europeo. La misiva llama a tener en cuenta el coste de destinar m¨¢s tierras a la producci¨®n de energ¨ªa, tanto dentro como fuera de la UE.
¡°Debemos invertir ya en formas m¨¢s eficientes de generar energ¨ªa¡±, opina Searchinger. ¡°Alternativas que no requieran usar m¨¢s y m¨¢s tierras a expensas de los alimentos, los dep¨®sitos de carbono y la biodiversidad¡±. El debate sigue abierto.
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