Empresarias contra techos de cristal... Y suelos pegajosos
En el mundo, una de cada tres profesionales que se dedican a la investigaci¨®n son mujeres. Cuando deciden crear sus propias empresas, solo el 2% accede a capital de inversi¨®n
Taryn Andersen contesta el tel¨¦fono desde Par¨ªs, acaba de llegar a una convenci¨®n de inversores en empresas tecnol¨®gicas; unos d¨ªas atr¨¢s estuvo en Salamanca y hace unas semanas, en Berl¨ªn, todo por motivos de ¡°negocios¡±. Su ritmo de vida no para. En 2017, Andersen, junto a otras inversoras, decidieron crear Impulse4women, una plataforma que conecta empresas lideradas por mujeres con posibles inversores del mundo. ¡°Somos como un Tinder de negocios. La empresa sube su perfil a nuestra plataforma y, si su proyecto coincide con los intereses de los inversores, tenemos un match¡±, describe. Ahora esta red tiene como objetivo alcanzar 1.500 inversores con las de 11.000 empresas especializadas en innovaci¨®n y tecnolog¨ªa de ?frica, Europa, Estados Unidos y Latinoam¨¦rica.
La barcelonesa, con 13 a?os de experiencia en la banca privada, reconoce la dificultad que tienen las emprendedoras a la hora de obtener financiaci¨®n para dar impulso a sus emprendimientos. ¡°Este a¨²n es un sector masculinizado y nosotras debemos aprender a movernos dentro de esta din¨¢mica para empezar a posicionarnos¡±, sentencia. De acuerdo con los datos de Naciones Unidas para la Educaci¨®n, el 33% de los investigadores en el mundo son mujeres. Adem¨¢s, si deciden crear sus propias empresas, solo el 2% accede a capital de inversi¨®n.
¡°Y la brecha se agrava a¨²n m¨¢s cuando tenemos grandes cient¨ªficas e investigadoras que no tienen idea de a qui¨¦nes acudir y c¨®mo obtener financiaci¨®n¡±. Para Andersen, un gran descubrimiento cient¨ªfico no alcanza un impacto en la sociedad sin un buen comercial que lo posicione en el mercado. Por eso, su modelo de trabajo consiste en ense?ar a las emprendedoras a conocer lo que el inversor necesita, es decir, a armar una estrategia de venta. ¡°La mujer tiende a ser muy precavida, siente que debe tenerlo todo controlado antes de lanzarse y hasta prefiere pedir menos de lo que necesita para asegurarse de recibir financiaci¨®n¡±. La inversora y emprendedora compara las formas distintas de hacer negocios seg¨²n el g¨¦nero debido a la influencia de la cultura. ¡°La sociedad le ense?a al var¨®n a tomar riesgos, ahora nosotros queremos ense?arles a ellas que tambi¨¦n pueden jug¨¢rsela¡±, asegura.
Para Andersen, la inversi¨®n con lentes de g¨¦nero permite identificar las limitaciones del sistema. A pesar de que las cifras de inversi¨®n muestran una predilecci¨®n de los inversores a la hora de trabajar con empresas lideradas por hombres, investigaciones de la revista Harvard Business Review evidencian que las empresas dirigidas por mujeres o con equipos directivos paritarios tienen un aumento en sus beneficios del cinco y el 20%. Seg¨²n el documento, ellas asumen mejor los cambios y se exponen menos a los peligros. ¡°Esto tiene que ver con las redes de contactos y el capital de riesgo. Los inversores eligen trabajar con empresas ya consolidadas, muchas de estas lideradas por hombres¡±. La certeza de que el dinero capitalizado volver¨¢ a las manos de los inversores es esencial a la hora de elegir una empresa u otra. ¡°Queremos ver nuestro dinero de regreso en tres o cinco a?os y necesitamos de todo el compromiso del equipo en el que hemos decidido apostar¡±.
Un brindis al sol
Aunque los indicadores de liderazgo en materia de empoderamiento de empresarias y trabajadoras muestran un avance del 4% comparado con el a?o anterior, lo cierto es que la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas (ONU) ha anunciado a inicios de septiembre que las mujeres est¨¢n a 140 a?os de alcanzar una participaci¨®n real en puestos de poder y toma de decisi¨®n. Para la catedr¨¢tica de Investigaci¨®n de Mercados, Ruth Mateos de Cabo, el principal problema para que pasen de ocupar puestos de poder a ejercerlos se cocina dentro de los comit¨¦s ejecutivos de las empresas. ¡°Creemos que tener a una mujer en un puesto de poder es equidad, pero si no es escuchada y si sus decisiones no se contemplan, no existe ning¨²n cambio¡±. A esto, Mateos lo denomina como ¡°el token¡±, es decir, la presencia femenina como un mero s¨ªmbolo para completar la cuota de paridad.
Aunque el compromiso de las empresas por temas relacionados con igualdad de g¨¦nero aumenta cada a?o, solo el 33% de las 2.682 empresas de 117 pa¨ªses analizadas han informado p¨²blicamente de los resultados de sus acciones, subraya el informe El empoderamiento de la mujer y los negocios. Tendencias y oportunidades 2022, elaborado por el Pacto Mundial de la ONU y el Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). ¡°Debemos pasar del dicho al hecho. Que esto no se quede como un brindis al sol¡±, reclama Mateos, quien, a la vez, sostiene que cuanta mayor presencia femenina en puestos de poder, mayores son las posibilidades de impactar en pol¨ªticas empresariales con enfoque de equidad, paridad y sostenibilidad. ¡°Cuando hay m¨¢s de dos en un consejo directivo, sucede el milagro, porque las decisiones se equilibran. La paridad tambi¨¦n es un buen negocio¡±.
Del techo de cristal al suelo pegajoso
Cuando las empresas ponen en pr¨¢ctica una cultura empresarial inclusiva, la probabilidad de lograr mayor rentabilidad y productividad es del 63%, adem¨¢s de incrementar la capacidad empresarial de calibrar el inter¨¦s y la demanda de los consumidores, seg¨²n el informe M¨¢s all¨¢ del techo de cristal, de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo. Para Nerea Basterra, responsable de trabajo con el sector privado de Oxfam, es importante poner la mirada sobre las jerarqu¨ªas empresariales, pero tambi¨¦n sobre los mandos medios. ¡°Parece que para ocupar un puesto de trabajo de liderazgo es necesario dejar de lado la vida personal. Esto no ser¨ªa un problema si los cuidados del hogar no recayeran ¨²nicamente sobre ellas¡±.
La pandemia por covid-19 ha puesto en evidencia esta realidad. Solo en 2020, cerca de la mitad de los negocios que cayeron a la quiebra estaban liderados por mujeres. De estos, Am¨¦rica del Norte encabeza la m¨¢s alta tasa con 14 puntos, le sigue Latinoam¨¦rica con 11 puntos y, con siete puntos, ?frica subsahariana, de acuerdo al Informe del Estado Mundial de los Peque?os Negocios, del Banco Mundial, de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) y Facebook.
Durante su trabajo de coordinaci¨®n con proyectos de financiaci¨®n para empresas con liderazgo femenino de pa¨ªses como Burkina Faso, Senegal y Bolivia, Nerea Basterra ha identificado la influencia que ejercen tanto el techo de cristal como el suelo pegajoso en su vida profesional.
Basterra subraya que el techo de cristal son las normas no escritas que impiden que las mujeres ejerzan su capacidad de toma de decisi¨®n a plenitud; mientras que el suelo pegajoso, define la coordinadora, es la dificultad de pasar de un escal¨®n al siguiente. ¡°Si sales temprano del trabajo porque tus hijos te necesitan, se ve como una falta de compromiso. Los hombres tambi¨¦n son padres, son hijos, son hermanos y tambi¨¦n son parte de un hogar.
El problema es que sobre ellos no recae esta responsabilidad¡±, reclama Basterra. Adem¨¢s, insiste en que exigir la paridad desde las jerarqu¨ªas empresariales es un avance, pero no siempre mejora las cosas para el resto de mujeres. ¡°Podemos ser parte del gremio y aun as¨ª imponer din¨¢micas empresariales machistas o replicar conductas masculinas para ser respetadas. Los cambios tambi¨¦n deben palparse en las bases, que somos la inmensa mayor¨ªa¡± concluye.
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