La necesidad de luchar contra la polio hasta erradicarla
La recta final de la carrera contra la poliomielitis ha demostrado ser la m¨¢s dif¨ªcil. Para terminar el trabajo, los donantes mundiales deben estar a la altura de las circunstancias y proporcionar suficiente apoyo financiero
Cuando llev¨¦ a mis ni?os a recibir sus vacunas antipolio, hace unos a?os, pensaba en la suerte que tenemos de vivir en un lugar donde podemos tener tan f¨¢cil acceso a intervenciones que pueden salvar vidas. No ten¨ªamos que hacer un largo viaje en bus ni caminar grandes distancias para llegar a la cl¨ªnica, y no hab¨ªa razones para temer que no quedaran dosis disponibles.
Si bien estaba muy consciente de la protecci¨®n que estaban recibiendo mis hijos, nunca cre¨ª que el poliovirus pudiera representar una amenaza real en Washington, DC. Despu¨¦s de todo, el virus no se hab¨ªa encontrado en los Estados Unidos desde hac¨ªa a?os. Pero los acontecimientos recientes han supuesto una llamada de atenci¨®n que recalca lo esencial que resulta algo tan sencillo y rutinario como una vacunaci¨®n.
En julio, las autoridades sanitarias confirmaron que la polio hab¨ªa paralizado a una persona no vacunada en Nueva York. Fue el primer caso en EE. UU. en cerca de una d¨¦cada. M¨¢s tarde, el virus se encontr¨® en aguas residuales en otras partes del estado de Nueva York, lo que sigui¨® a la noticia de que en Londres tambi¨¦n se hab¨ªa detectado en circunstancias similares. Hoy la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) ha declarado a Estados Unidos y el Reino Unido como pa¨ªses donde existen brotes de variantes del poliovirus.
Historias como esta no son ¨²nicas. A principios de este a?o, se confirmaron casos de polio salvaje en ?frica por primera vez en m¨¢s de cinco a?os, en un escalofriante recordatorio de la fragilidad del avance mundial contra esta enfermedad. Si bien la cantidad de casos ha ca¨ªdo en m¨¢s de un 99% tras el inicio del esfuerzo global por erradicar la polio, el tramo final ha sido dif¨ªcil, a pesar de que es esencial.
Por fortuna, hay en marcha una estrategia global para terminar el trabajo, pero para que tenga ¨¦xito se tendr¨¢ que financiar adecuadamente. Lanzada el a?o pasado, la estrategia quinquenal de la Iniciativa Global de Erradicaci¨®n de la Poliomielitis (GPEI, por sus siglas en ingl¨¦s) ya se est¨¢ implementando para detener y prevenir brotes adicionales. La estrategia gira en torno a dos prioridades: trabajar con pa¨ªses en riesgo para proteger con vacunas a cada uno de sus ni?os y ni?as, y mejorar la vigilancia para dar seguimiento a la propagaci¨®n de la enfermedad. La misma estrategia est¨¢ ayudando a entregar otras vacunas vitales a comunidades en ¨¢reas remotas, as¨ª como a ayudar a fortalecer sus sistemas de salud.
La Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates se uni¨® a la GPEI en 2007, junto con la OMS, Unicef, Rotary International y los Centros Estadounidenses para el Control y Prevenci¨®n de Enfermedades, ya que reconocimos la oportunidad que el mundo ten¨ªa de asegurarse de que la polio nunca volviera a paralizar a un ni?o. Hoy esa oportunidad es todav¨ªa m¨¢s clara. La polio salvaje sigue siendo end¨¦mica en solo dos pa¨ªses ¡ªPakist¨¢n y Afganist¨¢n¡ª, y aunque la cantidad de casos ha aumentado ligeramente este a?o, sigue en niveles extremadamente bajos.
La erradicaci¨®n de la polio no es solo un asunto moral. Como economista de la salud, tambi¨¦n me centro en los efectos m¨¢s amplios que pueden tener este tipo de logros. En este caso, los beneficios econ¨®micos ser¨ªan enormes. Si la erradicamos dentro del tiempo fijado por la estrategia actual, el mundo podr¨ªa ahorrar m¨¢s de 33.000 millones de d¨®lares (33.500 millones de euros) en este siglo, en comparaci¨®n con los costes de controlar futuros brotes de esta enfermedad.
La erradicaci¨®n de la polio no es solo un asunto moral. En este caso, los beneficios econ¨®micos ser¨ªan enormes
Una creciente cantidad de partes interesadas reconoce esta dimensi¨®n financiera y la oportunidad que representa. Gavi, la Alianza por la Vacunaci¨®n, una entidad de colaboraci¨®n p¨²blica-privada que provee apoyo para la inmunizaci¨®n de rutina en 73 de los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo, se uni¨® a la GPEI en 2019. Y el mes pasado, m¨¢s de mil cient¨ªficos y expertos en salud global de todo el planeta firmaron una declaraci¨®n que llama a los pa¨ªses a financiar plenamente esta estrategia global.
Los donantes deben escuchar este llamamiento y asegurarse de que la GPEI reciba los 4.800 millones de d¨®lares que necesita. Si la estrategia se financia por completo, se podr¨¢n vacunar 370 millones de ni?os y ni?as al a?o durante cinco a?os, al tiempo que se prepara a los pa¨ªses para amenazas futuras. Durante la pandemia de covid-19, la infraestructura de la GPEI fue la primera l¨ªnea de defensa para muchos pa¨ªses. Desde el comienzo de esta pandemia en 2020, el programa para la polio ha servido de apoyo para el seguimiento de contactos, la vigilancia de la enfermedad y la participaci¨®n comunitaria, as¨ª como para facilitar las condiciones para el despliegue de la vacunaci¨®n. No es un ejemplo aislado: la GPEI ha respondido a amenazas como el ¨¦bola, el sarampi¨®n y la fiebre amarilla, demostrando una y otra vez un alto retorno de la inversi¨®n.
Una tarea desafiante
Es cierto que el ¨²ltimo tramo de la carrera contra la polio ha sido el m¨¢s dif¨ªcil, y los acontecimientos recientes han hecho m¨¢s desafiante la tarea. A nivel global, la pandemia revirti¨® los avances logrados en cuanto a vacunaci¨®n de rutina. Los conflictos violentos, la falta de confianza en la vacuna y la desinformaci¨®n siguen presentando barreras en las ¨²ltimas ¨¢reas donde se esconde la polio. Debido a las devastadoras inundaciones que ha sufrido Pakist¨¢n este a?o, es necesario redoblar los esfuerzos por evitar que la polio se propague por el pa¨ªs.
Aun as¨ª, si bien la destrucci¨®n en Pakist¨¢n es enorme, ha sido alentador ver la gran respuesta generada por el Gobierno y la comunidad internacional. Todav¨ªa se precisa apoyo adicional para prevenir m¨¢s penurias, ya que el alto nivel de las aguas impide el acceso a la atenci¨®n sanitaria y acelera la propagaci¨®n de enfermedades de transmisi¨®n h¨ªdrica como la polio, el c¨®lera y el tifus. No hay duda de que esas condiciones hacen que sea m¨¢s complejo detenerlas.
Pero estas dificultades no son insuperables. Los gobiernos y los colaboradores de la GPEI de todo el mundo poseen la experiencia colectiva y un plan claro para ello. Y en la Cumbre por la Salud Mundial que se ha celebrado este mes en Berl¨ªn, los donantes han tenido la oportunidad de ayudar a lograr un planeta libre de polio al comprometer recursos para esta iniciativa.
Cuando invertimos en la erradicaci¨®n de la polio, lo hacemos para un mundo m¨¢s sano hoy y para las generaciones venideras. Por eso, nuestra fundaci¨®n sigue firmemente comprometida con la misi¨®n de la GPEI. Llamamos a otros actores a que se nos unan para que, por fin, podamos completarla.
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