Filipinas se enfrenta a un sistema educativo convaleciente
En plena pandemia, las familias menos preparadas han tenido todav¨ªa m¨¢s dificultades para ocuparse de la escolarizaci¨®n de los ni?os. Ahora que se retoma la presencialidad, resulta crucial reducir el abandono y mejorar la calidad para luchar contra la pobreza
Filipinas ha vuelto a las clases presenciales dos a?os despu¨¦s de cerrar los colegios por la pandemia. Pero solo 24.000 de las 54.000 escuelas del pa¨ªs, situado en el sudeste asi¨¢tico, comenzaron las clases el pasado mes de septiembre con el 100% de la presencialidad, mientras que las dem¨¢s se est¨¢n adaptando a la nueva normalidad desde un modelo h¨ªbrido (digital y en persona).
Seg¨²n el Banco Mundial, cuando comenz¨® la pandemia en 2020, solo el 50% de la poblaci¨®n filipina usaba internet, pero la educaci¨®n digital pas¨® a ser el medio de ense?anza m¨¢s com¨²n. Esta cifra es similar a la de pa¨ªses como Indonesia, pero est¨¢ lejos de otros m¨¢s desarrollados en este ¨¢mbito como Malasia. Teniendo en cuenta que en Filipinas se ha prolongado la educaci¨®n digital por m¨¢s tiempo que en la mayor¨ªa de los Estados de la regi¨®n ¡ªa pesar de la falta de conectividad y herramientas para ello¡ª es pertinente preguntarse c¨®mo se encuentra la educaci¨®n tras dos a?os con las escuelas vac¨ªas. Y es importante hacerlo en tanto que aqueja algunos problemas relevantes en el ¨¢mbito educativo, como ser uno de los peores del mundo en comprensi¨®n lectora, por citar un ¨¢rea espec¨ªfica.
Filipinas tiene algunos problemas relevantes en el ¨¢mbito educativo, como ser uno de los peores del mundo en comprensi¨®n lectora
Ahora, existe el riesgo de que la mejora que Filipinas ha tenido en los ¨²ltimos a?os en algunos indicadores educativos se pierda. De hecho, el pa¨ªs incorpor¨® recientemente la universalidad y obligatoriedad de la educaci¨®n preescolar (antes de los tres a?os) y a?adi¨® dos cursos de escuela secundaria. El programa Pantawid Pamilya ha ayudado a mejorar la matriculaci¨®n de los ni?os y los adolescentes, as¨ª como la atenci¨®n sanitaria de los beneficiarios. Esto es fundamental, ya que un acceso a estos servicios (y que sean de calidad) determinan el ¨¦xito en el futuro y contribuyen al crecimiento inclusivo.
La investigadora en econom¨ªa del desarrollo de la Universidad de Oxford, Claire Cullen, explica que ¡°a pesar de que los ni?os filipinos han olvidado parte de lo que sab¨ªan y han dejado de aprender nuevas habilidades (como consecuencia del cierre de las escuelas) los programas de educaci¨®n de recuperaci¨®n pueden ayudarles a ponerse al d¨ªa¡±. Uno de ellos puede ser el que impulsa ProFuturo, de las fundaciones LaCaixa y Telef¨®nica, que desde 2017 ha formado en educaci¨®n digital a 83.931 estudiantes y 2.588 docentes, y est¨¢ presente en 226 escuelas en Filipinas.
Con el sistema educativo funcionando de forma presencial y regular hasta un tercio de j¨®venes con posibilidades de cursar la secundaria no estaban matriculados
Un acceso desigual a la tecnolog¨ªa
El acceso desigual a un ordenador y a internet ha provocado, por ejemplo, que durante estos dos a?os no haya sido igual la educaci¨®n de un ni?o rico de Manila, la capital, que la de otro pobre de la isla de Mindoro. La alta tecnolog¨ªa educativa basada en complejos programas inform¨¢ticos no siempre resulta igual de ¨²til para todas las ¨¢reas geogr¨¢ficas, y no todo el mundo la tiene a su alcance. De hecho, Filipinas se encuentra bastante avanzada en el acceso a sistemas de baja tecnolog¨ªa y, seg¨²n el Banco Mundial, contaba en 2020 con 137 l¨ªneas de m¨®vil por cada 100 personas, una cifra que es superior incluso a la de pa¨ªses europeos.
La puesta en marcha de programas de recuperaci¨®n a trav¨¦s de tutor¨ªas por tel¨¦fono pueden ser m¨¢s accesibles y ¨²tiles para conseguir que la brecha tecnol¨®gica sea lo m¨¢s peque?a posible. Un art¨ªculo reciente publicado por Noam Angrist, Peter Bergman y Moitshepi Matsheng en Nature Human Behavior descubri¨® que las llamadas semanales de formaci¨®n telef¨®nica uno a uno en Botsuana, realizadas por la ONG Youth Impact a trav¨¦s del programa ConnectEd, mejoraron significativamente el aprendizaje.
Tras observar esta mejora inicial en el pa¨ªs africano, la ONG Innovations for Poverty Action y el Departamento de Educaci¨®n del Gobierno de Filipinas se aliaron con Youth Impact para comprobar si esta iniciativa podr¨ªa ser efectiva all¨ª. ¡°Una prueba a gran escala de tutor¨ªas de matem¨¢ticas por tel¨¦fono demostr¨® ser extremadamente eficaz cuando las sesiones las impart¨ªan maestros del Gobierno o ayudantes de las ONG¡±, explica Claire Cullen, investigadora en la Universidad de Oxford. La proporci¨®n de ni?os que sab¨ªan dividir se triplicaba de tal manera que ¡°el programa ayudaba a los estudiantes a adquirir el equivalente a cuatro a?os de alta calidad con solo ocho semanas de llamadas¡±, contin¨²a.
Hay que recordar que la continuidad de la educaci¨®n en Filipinas tambi¨¦n depende de los desastres naturales, como tifones y tormentas tropicales, como la que recientemente ha ocasionado al menos 45 muertos y m¨¢s de 40.000 evacuados.
El estudio del Banco Mundial titulado Making Growth Work for the Poor (conseguir que el crecimiento sea ¨²til para los pobres), de 2018, analiza la situaci¨®n socioecon¨®mica del pa¨ªs. La tasa de matriculaci¨®n escolar en la secundaria cinco a?os antes de la pandemia era del 67,4%, datos peores que los de Malasia (68,5%), Indonesia (75%) y Tailandia (82,6%), seg¨²n el documento. Con el sistema educativo en funcionamiento de forma presencial, hasta un tercio de j¨®venes con posibilidades de cursar la secundaria no estaban matriculados; ahora, la educaci¨®n digital se ha convertido, por tanto, en un desaf¨ªo todav¨ªa mayor.
La educaci¨®n en Filipinas tambi¨¦n hace frente a los desastres naturales, como la tormenta tropical que ha ocasionado al menos 45 muertos y m¨¢s de 40.000 evacuados.
Lo que hay detr¨¢s del abandono escolar
Pero, ?por qu¨¦ un tercio de los j¨®venes no cursan la secundaria a¨²n en condiciones de normalidad? El estudio antes mencionado explica que las principales razones del abandono escolar de 12 a 15 a?os son el alto coste y las necesidades econ¨®micas familiares. Le siguen muy de cerca la falta de inter¨¦s personal y de su n¨²cleo cercano, lo que demuestra la poca confianza que existe por sus frutos reales a medio y largo plazo, y la imposibilidad de quedarse en la escuela por tener que atender necesidades familiares. Por otra parte, en la educaci¨®n primaria, el 20% de los ni?os que no asisten al colegio es por razones de salud o discapacidad. En la secundaria estas variables est¨¢n detr¨¢s de solo el 5% de los casos de abandono escolar.
El Banco Mundial destaca que entre 2006 y 2015, tres de cada cuatro personas sin educaci¨®n ten¨ªan trabajos informales o por cuenta propia. Mientras tanto, el 83% de hombres y mujeres con estudios universitarios estaban empleados en el sector privado o en el Gobierno. El salario medio diario de los trabajadores que no han ido al colegio es de 115 pesos filipinos (1,95 euros). En cambio, los trabajadores con educaci¨®n terciaria obtienen de promedio 506 pesos filipinos (8,57 euros) diariamente. Hasta cuatro veces m¨¢s. Las personas que vienen de familias m¨¢s pobres cuentan con niveles de escolarizaci¨®n m¨¢s bajos y menos posibilidades de recibirla en un futuro.
Los trabajadores sin ense?anza secundaria tienen menos ingresos y m¨¢s probabilidad de caer en la pobreza. Los gastos no relacionados con la matr¨ªcula son una carga importante para los m¨¢s vulnerables, mientras que los hogares m¨¢s acomodados gastan m¨¢s por cada ni?o en materiales did¨¢cticos, tutores privados y clases extraescolares, lo que tiene un impacto significativo en el aprendizaje y en su futura productividad en el mercado laboral.
En plena pandemia, las familias menos preparadas han tenido todav¨ªa m¨¢s dificultades para ocuparse de la escolarizaci¨®n de los ni?os. Resulta crucial que mejore la calidad educativa del pa¨ªs y fomentarla para luchar contra la pobreza. Los programas expuestos son una muestra de que el fomento de la innovaci¨®n y el combate contra la desigualdad van de la mano. Es necesario que los gobiernos, incluido el filipino, implementen pol¨ªticas p¨²blicas inclusivas que impulsen un crecimiento a largo plazo a trav¨¦s del alivio de la pobreza, que en primer lugar debe ser atajada por la v¨ªa de una mejor sanidad y una mejor educaci¨®n.
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