El secreto mejor guardado contra la pobreza: as¨ª contribuyen las migraciones laborales al desarrollo global
Muy pocas herramientas pueden equipararse en rapidez y magnitud al efecto que produce la emigraci¨®n ordenada por motivos de trabajo en quienes se desplazan y en sus pa¨ªses de origen. Buena parte de este potencial, sin embargo, se queda en el camino
El Gobierno dio luz verde, durante el verano de 2022, a una reforma del reglamento de extranjer¨ªa que facilitaba la llegada de trabajadores extracomunitarios a Espa?a. M¨¢s migrantes temporales, menos burocracia y un abanico de sectores en busca de las capacidades que no encuentran en la Uni¨®n Europea (UE). La medida fue objeto de un intenso debate en el que no qued¨® fuera casi nadie, con una llamativa excepci¨®n: ninguna agencia p¨²blica o privada de desarrollo vio necesario comentar una decisi¨®n que podr¨ªa cambiar la vida de millones de personas y aliviar la pobreza mucho m¨¢s all¨¢ de los programas en los que la Cooperaci¨®n Espa?ola hace inversiones millonarias cada a?o.
El ejemplo de Espa?a ilustra la monumental paradoja que se esconde tras la pol¨¦mica sobre las migraciones internacionales. Muy pocas herramientas en la lucha contra la pobreza pueden equipararse en rapidez y magnitud al efecto que produce la movilidad laboral ordenada en quienes se desplazan y en sus pa¨ªses de origen. Sin embargo, buena parte de este potencial se queda en el camino por las acciones u omisiones de los actores que gestionan este proceso. Dicho de forma simple, el modelo prevalente de gesti¨®n de los flujos migratorios es uno de los fracasos m¨¢s sonados y costosos de la doctrina internacional del desarrollo.
La resoluci¨®n no solo exigir¨¢ un cambio de actitud de estos actores, sino tambi¨¦n un contexto pol¨ªtico y econ¨®mico m¨¢s favorable para la reforma. El a?o 2023 podr¨ªa ofrecer esa ventana de oportunidad.
Migraciones y desarrollo: muchas oportunidades y algunos riesgos
Algunas cuestiones solo son discutibles para un concejal de Vox. Una proporci¨®n abrumadora de la literatura econ¨®mica vincula la movilidad humana con el progreso de los pa¨ªses de destino, en especial los de renta alta. Estos beneficios tienen que ver con el papel de la mano de obra extranjera en contextos de mayor productividad. Con ello facilitan el crecimiento, fomentan la innovaci¨®n y abren nuevas oportunidades para el conjunto de los trabajadores en sectores de mayor valor a?adido. No vienen a repartirse una tarta, sino a incrementar su tama?o. Un meta-an¨¢lisis realizado en 2016 por el Global Institute de la consultora McKinsey establec¨ªa que entre el 40% y el 80% del crecimiento del empleo en los pa¨ªses de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) en los 15 a?os previos estaba directa o indirectamente relacionado con la inmigraci¨®n. Los reci¨¦n llegados responden a las necesidades laborales y demogr¨¢ficas de los pa¨ªses en los que se establecen, sin que esto tenga un impacto rese?able en los salarios o la carga fiscal de las poblaciones previamente establecidas.
Este axioma econ¨®mico de los pa¨ªses ricos receptores de inmigraci¨®n se replica ¨Caunque de forma m¨¢s modesta¨C cuando los trabajadores se establecen en regiones de renta media como Am¨¦rica Latina o el Norte de ?frica, pero tambi¨¦n en otras m¨¢s pobres como ?frica occidental o central. Esta contribuci¨®n constituye una primera y sustancial aportaci¨®n al desarrollo.
La segunda aportaci¨®n relevante a la reducci¨®n de la pobreza es la que se produce en las propias regiones de origen. Solo en materia de financiaci¨®n, los n¨²meros quitan el aliento. La estimaci¨®n m¨¢s reciente del volumen total de remesas que los migrantes env¨ªan a casa es de 630.000 millones de d¨®lares (unos 596.000 millones de euros), una cifra que triplica el nivel r¨¦cord de ayuda oficial al desarrollo en 2021.
Aunque estos fondos no han sido dise?ados para aliviar la pobreza, un estudio realizado en 71 pa¨ªses de ingreso bajo estima que cada incremento del 10% en el volumen de remesas se traduce en una disminuci¨®n del 3,5% en los niveles de pobreza. En situaciones de estr¨¦s econ¨®mico o conflicto, las remesas cumplen un papel dif¨ªcilmente sustituible, como demuestra el caso de Ucrania. Antes de la guerra, ya era el Estado que m¨¢s recursos recib¨ªa de sus migrantes en el conjunto de la regi¨®n de Europa y Asia central. Como consecuencia del conflicto y de la cat¨¢strofe humanitaria derivada de ¨¦l, su di¨¢spora ha aumentado sus esfuerzos. Esto, seg¨²n el Banco Mundial, podr¨ªa incrementar las remesas al pa¨ªs en un 20% en 2022.
Las transferencias financieras constituyen la contribuci¨®n m¨¢s visible de los migrantes a la lucha contra la pobreza en sus pa¨ªses de origen, pero en ning¨²n caso es la ¨²nica. La movilidad apuntala el desarrollo a trav¨¦s de una compleja interacci¨®n de factores que incluyen el fomento de los valores democr¨¢ticos, el buen gobierno, el incentivo a la formaci¨®n o la creaci¨®n de v¨ªnculos comerciales. Estos factores son muy relevantes en los pa¨ªses con mayor n¨²mero de migrantes en el exterior, como India o M¨¦xico, pero resultan fundamentales en Estados m¨¢s peque?os donde la movilidad humana constituye un determinante de la estructura social y econ¨®mica del pa¨ªs.
Conjurar el determinismo del c¨®digo postal
La tercera contribuci¨®n de los migrantes al desarrollo es, posiblemente, la m¨¢s contundente, aunque rara vez se le presta atenci¨®n: la movilidad humana como camino de prosperidad individual. La posibilidad de desplazarse de un punto A m¨¢s pobre a un punto B m¨¢s rico constituye para millones de personas el mecanismo m¨¢s r¨¢pido y eficaz para escapar de la pobreza. Como han demostrado los economistas Michael Clemens, Lan Pritchett y Claudio Montenegro, la mitad de los ingresos de un individuo medio del Sur global no dependen de sus habilidades, esfuerzo o buena suerte, sino del lugar en el que les ha tocado nacer.
Este determinismo del c¨®digo postal hace que las intervenciones m¨¢s exitosas de la cooperaci¨®n internacional parezcan de juguete cuando se comparan con los beneficios esperados de un proceso migratorio medio. En un estudio posterior, el propio Pritchett estimaba con Farah Hani que el beneficio medio real de la educaci¨®n postsecundaria para un et¨ªope es de unos 2.000 d¨®lares anuales si permanece en su pa¨ªs¡ y de 36.000 d¨®lares (33.947 euros) si trabaja en Holanda.
Ninguna de estas oportunidades est¨¢ exenta de riesgos. El exceso de remesas puede derivar en una apreciaci¨®n de la moneda local que da?e las exportaciones ¡ªlo que se conoce en econom¨ªa como enfermedad holandesa¡ª. Tambi¨¦n es posible que la salida acelerada de personal cualificado descapitalice sectores fundamentales del bienestar colectivo, como el sociosanitario. La denominada fuga de cerebros ha sido objeto de un intenso debate y de propuestas pol¨¦micas como la que hace el gur¨² del desarrollo Paul Collier en su trabajo ?xodo (Taurus), donde llega a proponer que se limite la salida de trabajadores de los pa¨ªses pobres como un acto de ¡°bien entendido inter¨¦s propio¡± y de ¡°compasi¨®n¡±. Este libro, que refleja fielmente los recelos de buena parte de la industria de la cooperaci¨®n con respecto a las migraciones laborales, incorpora tambi¨¦n el argumento de la explotaci¨®n de los trabajadores extranjeros y la fragilidad del contrato social en sociedades de destino altamente desiguales y excesivamente diversas.
La pregunta de los tres billones de d¨®lares
La realidad, como ha descrito el economista Branko Milanovic, es que, en el siglo XXI, ¡°la desigualdad global no es un factor de clase, sino de localizaci¨®n¡±. Y la movilidad humana puede actuar como un poderoso corrector de esa disparidad. La organizaci¨®n Labor Mobility Partnerships ¡ªque promueve modelos migratorios con alto impacto en el desarrollo¡ª ha calculado que un total de 400 millones de migrantes a lo largo de los pr¨®ximos 30 a?os podr¨ªan generar, para quienes se desplazan y para sus comunidades de origen, un retorno acumulado de tres billones de d¨®lares anuales (2,81 billones de euros), una cifra pr¨¢cticamente equivalente al PIB total de India.
La pregunta del bill¨®n, por tanto, es c¨®mo logramos esa optimizaci¨®n de riesgos y oportunidades. Y este es un debate en el que el absentismo de la cooperaci¨®n internacional comienza a ser insoportable. El campo del desarrollo ofrece una experiencia insustituible en territorios como el uso productivo de las transferencias financieras, la defensa de los derechos humanos, el fortalecimiento institucional, la formaci¨®n de capacidades productivas o la gesti¨®n de poblaciones en movimiento. Consideradas como parte de un esquema m¨¢s complejo de movilidad laboral, las agencias p¨²blicas y privadas de cooperaci¨®n pueden ayudar a que la experiencia migratoria beneficie a todas las partes involucradas.
El sector sanitario ofrece un buen ejemplo de las posibilidades de un enfoque mucho m¨¢s creativo e inteligente de los que hemos visto ahora. De acuerdo con las estimaciones de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, un tercio de todos los doctores y doctoras que ejercen en los pa¨ªses de la OCDE ten¨ªan en 2014 m¨¢s de 55 a?os, lo que obligar¨¢ a un esfuerzo de reemplazo muy por encima de las capacidades de formaci¨®n de estos mismos pa¨ªses. Solo en Espa?a, las mismas proyecciones estiman para 2030 un d¨¦ficit de m¨¢s de 85.000 profesionales de la enfermer¨ªa y casi 30.000 de la medicina. La respuesta a estas necesidades viene, inevitablemente, de pa¨ªses del Sur global que enfrentan desaf¨ªos iguales o mayores en su sector sociosanitario, como Am¨¦rica Latina, Oriente Pr¨®ximo, Asia e incluso ?frica. Concebido de manera extractiva, como hasta ahora, este trasvase de talento puede dejar un peligroso flanco abierto en un sector determinante del bienestar de las poblaciones.
?Cu¨¢l ser¨ªa la alternativa ¨®ptima a este desaf¨ªo? Pa¨ªses como Alemania han comenzado a dar respuesta a esta pregunta. A trav¨¦s de un modelo denominado Partenariado Global de Capacidades, Alemania forma y contrata personal sanitario procedente de pa¨ªses pobres ¨Ccomo Filipinas¨C, pero su cooperaci¨®n invierte para que un n¨²mero equivalente de personal cualificado permanezca en el pa¨ªs de origen. La experiencia migratoria se realiza de forma ordenada, en condiciones socioecon¨®micas dignas y sobre la base de la confianza entre las partes. Ninguna de estas virtudes caracteriza el modelo de migraci¨®n laboral prevalente.
Una respuesta al mundo por venir
Alemania y su sector sanitario son solo un microcosmos de lo que est¨¢ por venir. A lo largo de los pr¨®ximos 50 a?os seremos testigos de una inapelable transici¨®n demogr¨¢fica que ya ha comenzado y que convertir¨¢ la atracci¨®n de trabajadores migrantes en una necesidad existencial para las econom¨ªas m¨¢s din¨¢micas del planeta. En el caso de Espa?a, las previsiones son variaciones sobre un mismo tema. Una estimaci¨®n del informe gubernamental de prospectiva Espa?a 2050, que considera la evoluci¨®n de recursos y necesidades del pa¨ªs, calcula las entradas netas necesarias en un m¨ªnimo de 191.000 personas al a?o. Pero los datos del departamento de poblaci¨®n de la ONU (UNDESA) analizados en 2020 por Rebekah Smith y Farah Hani, sugieren que Espa?a necesitar¨¢ una media de 1.130.000 nuevos trabajadores por a?o hasta 2050 para mantener la ratio de empleados por dependientes. Como en el caso de otras grandes econom¨ªas de la OCDE, una parte importante de esa fuerza laboral tendr¨¢ que proceder del exterior, donde se acumular¨¢n los trabajadores desempleados en una poblaci¨®n en aumento.
Esta tendencia estructural, sin embargo, ha sido insuficiente en el pasado para alterar un debate definido por la radioactividad pol¨ªtica y las tensiones del desplazamiento forzoso en muchas fronteras del mundo. Cuando se producen, como en Espa?a, las reformas son parciales, inoperantemente cautelosas y sujetas al control de actores con incentivos muy diferentes, como los ministerios de Interior. Por eso importa tanto lo que pueda ocurrir en 2023. La reactivaci¨®n econ¨®mica tras la pandemia ha coincidido con transformaciones sin precedentes en el mercado laboral ¡ªla llamada gran dimisi¨®n¡ª y con una escasez poco habitual de mano de obra en todos los niveles de la escala de cualificaci¨®n. Esta tormenta laboral perfecta podr¨ªa ayudar a desbloquear reformas como el nuevo Pacto Europeo de Migraciones y Asilo, que hasta ahora solo ha dado pasos infantiles en este campo.
De todos los desaf¨ªos del desarrollo, el de la movilidad internacional de trabajadores es uno de los que exigir¨¢ un mayor esfuerzo de creatividad y acuerdo pol¨ªtico. El premio, a cambio, podr¨ªa ser incalculable. El potencial no liberado de un modelo de migraciones laborales m¨¢s justo e inteligente es, al mismo tiempo, una oportunidad de reducir el abismo de la desigualdad, amortiguar los desequilibrios demogr¨¢ficos globales y abordar la crisis de desplazamiento forzoso de manera separada. Es dif¨ªcil aspirar a m¨¢s.
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