Primer detenido por ¡°homosexualidad agravada¡± en Uganda, un delito castigado hasta con la pena de muerte
Un joven de 20 a?os ha sido acusado de este presunto delito en el pa¨ªs africano, donde se aprob¨® en mayo una de las leyes hom¨®fobas m¨¢s duras del mundo, condenada por activistas y organizaciones de derechos humanos
El pasado 15 de agosto por la tarde, un veh¨ªculo policial cubierto de polvo se detuvo ante Michael Opolot. El joven, de 20 a?os, se encontraba entre la multitud enfervorizada que hab¨ªa acudido a presenciar la visita del hijo del presidente de Uganda, el general Muhoozi Kainerugaba ¡ªque tambi¨¦n es asesor presidencial en operaciones especiales¡ª a la ciudad de Soroti, en el este del pa¨ªs. Los polic¨ªas detuvieron y metieron a Opolot en el veh¨ªculo sin dar explicaciones y se marcharon, explicaron testigos a este diario.
Seg¨²n el documento con los cargos formulados contra el joven, al que tuvo acceso la agencia Reuters, Opolot fue acusado el 18 de agosto de ¡°homosexualidad agravada¡± tras ¡°mantener relaciones sexuales il¨ªcitas¡± con un hombre de 41 a?os. Este delito se castiga con la pena de muerte en Uganda, tras la aprobaci¨®n en mayo de una de las leyes hom¨®fobas m¨¢s duras del mundo. El delito se aplica contra personas ¡°reincidentes¡±, que transmitan el VIH a otros o que tengan relaciones ¨ªntimas con menores o personas con diversidad funcional. A Opolot ¡°se le acusa de homosexualidad agravada porque se alega que la persona considerada v¨ªctima no est¨¢ en su sano juicio¡±, explica Patience Muwanguzi, abogada de derechos humanos que forma parte del equipo de defensa y que trabaja para la organizaci¨®n de derechos humanos Chapter Four. ¡°Pero nuestra investigaci¨®n, y lo que consta en el expediente, [muestra] que en realidad no hay pruebas de que no est¨¦ en su sano juicio¡±, asegura.
Desde su detenci¨®n, Opolot ha permanecido en la prisi¨®n principal de Soroti. El 1 de septiembre, el joven compareci¨® ante el tribunal de primera instancia, pero el procedimiento judicial no tuvo lugar y se pospuso hasta el 14 de septiembre, ya que el fiscal del Estado no estaba presente. Muwanguzi a?adi¨® que est¨¢n trabajando duro para garantizar que Opolot obtenga la libertad bajo fianza antes de que comparezca de nuevo ante el tribunal. Uno de los familiares del joven, que habl¨® por tel¨¦fono con este diario bajo condici¨®n de anonimato por temor a represalias, manifest¨® su gran preocupaci¨®n ante la posibilidad de no volver a verlo. ¡°Nuestra familia est¨¢ destrozada¡±, reconoci¨®, sollozando. ¡°S¨¦ que no es seguro hablar sobre su detenci¨®n, pero se enfrenta a la pena de muerte. Suplicamos al Gobierno que lo libere, porque es inocente¡±, agreg¨®.
Jacqueline Okui, portavoz de la fiscal¨ªa, se limit¨® a comentar en una entrevista telef¨®nica, que ¡°la homosexualidad con agravantes es un delito que se puede castigar con la pena capital¡±. Por su parte, Frank Baine, portavoz de los servicios penitenciarios de Uganda, advirti¨® de que ¡°los medios de comunicaci¨®n deben dejar de glorificar la homosexualidad porque no es africana¡±. ¡°Que afronte las consecuencias de su detenci¨®n. No puedo hablar de ¨¦l. De hecho, me siento muy inc¨®modo hablando de ¨¦l¡±, a?adi¨®.
Pero la abogada Patience Muwanguzi se?ala que acusar a Opolot utilizando la ley contra la homosexualidad es ¡°inhumano¡± y ¡°viola gravemente los derechos de las personas¡±. ¡°Como abogados de derechos humanos no podemos sentarnos, mirar y esperar. Hay que acelerar el proceso de eliminaci¨®n de esta ley porque su aplicaci¨®n va en contra de los derechos humanos¡±, insiste. Este peri¨®dico intent¨® sin ¨¦xito entrar en contacto con el joven detenido, pero las autoridades no permitieron la entrada en las instalaciones penitenciarias.
Escondidos para salvar la vida
Antes de que esta ley fuera promulgada en mayo por el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, las relaciones homosexuales ya eran un delito en el pa¨ªs y merec¨ªan penas que pod¨ªan llegar hasta la cadena perpetua. La norma anterior databa de la ¨¦poca colonial brit¨¢nica. La nueva ley, que surge en un contexto de recrudecimiento de la homofobia en ?frica, no solo mantiene la cadena perpetua para los actos sexuales entre personas del mismo sexo, sino que condena la ¡°homosexualidad agravada¡± con la pena de muerte y ¡°la promoci¨®n de la homosexualidad¡± con hasta 20 a?os de c¨¢rcel. Defender p¨²blicamente la homosexualidad es un concepto vago y la comunidad LGTBI (lesbianas, gais, trans, bisexuales e intersexuales) siente que est¨¢ en la cuerda floja.
¡°La reciente y desenfrenada detenci¨®n de personas ha sembrado el p¨¢nico entre la comunidad LGTBI de Uganda¡±, afirma Ram Gava, pastor queer (t¨¦rmino que se refiere a un amplio abanico de personas que no encajan en la heteronormatividad) cuya iglesia fue clausurada al promulgarse la nueva ley. ¡°Muchas personas queer se est¨¢n escondiendo para proteger sus vidas¡±, a?ade.
Bob Bwana, responsable de programas de Ice Breaker, una organizaci¨®n comunitaria que defiende los derechos del colectivo LGTBI y presta servicios sanitarios en Uganda, afirma que la ley se est¨¢ convirtiendo cada vez m¨¢s en un ¡°arma¡± para atacar a las personas que no son heterosexuales. El responsable afirma que su organizaci¨®n ha registrado diversos ataques, especialmente intentos de chantaje y secuestros por dinero. Esta semana, la Polic¨ªa detuvo a cuatro personas en el distrito de Buikwe, en el centro de Uganda, y cerr¨® el sal¨®n de masajes en el que trabajaban, alegando que ofrec¨ªa sexo gay a cambio de dinero. Bwana cuenta que entidades como la suya est¨¢n ¡°manteniendo conversaciones secretas, dialogando y sensibilizando a los homosexuales¡± ugandeses para que se mantengan ¡°vigilantes y sean precavidos con el fin de proteger sus vidas¡±.
Rainbow Railroad, una asociaci¨®n canadiense que ayuda a personas LGTBI a escapar de la persecuci¨®n en sus pa¨ªses de origen, asegur¨® que hab¨ªa recibido 700 peticiones de ayuda de ugandeses entre enero y mayo de este a?o, m¨¢s que ning¨²n a?o en la d¨¦cada que lleva trabajando en este pa¨ªs.
Para Ashwanee Budoo-Sholtz, directora adjunta de la Divisi¨®n de ?frica de la ONG Human Rights Watch (HRW), ¡°la comunidad internacional debe mantenerse al tanto de estas violaciones de los derechos humanos y de la amenaza que esta ley representa para la comunidad LGTBI¡±. Por otra parte, las personas seropositivas y de riesgo del pa¨ªs africano denuncian desatenci¨®n m¨¦dica y amenazas y temen que los programas de tratamiento y divulgaci¨®n contra el VIH desaparezcan por falta de fondos. Alrededor de 1,4 millones de personas viven con sida en Uganda, sobre una poblaci¨®n total de 45 millones, y 17.000 mueren anualmente debido al virus, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Comisi¨®n del sida de Uganda.
El pa¨ªs africano se arriesga a pagar su homofobia institucional con importantes recortes de fondos, vitales para el Estado. Seg¨²n datos del Centro para Estudios Estrat¨¦gicos e Internacionales (CSIS), un 30% de la poblaci¨®n de Uganda viv¨ªa con menos de 1,77 d¨®lares al d¨ªa (1,67 euros) en 2020 y m¨¢s del 40% del presupuesto del pa¨ªs depende del exterior, especialmente en sectores clave como la salud y la educaci¨®n. Estados Unidos y la Uni¨®n Europea han condenado la ¡°vergonzosa¡± norma y han amenazado con sanciones al pa¨ªs si no la deroga. El Banco Mundial anunci¨® en agosto que no ofrecer¨¢ financiaci¨®n a Uganda debido a que la normativa antihomosexualidad ¡°va en contra de los valores¡± de la instituci¨®n. ¡°Creemos que nuestra misi¨®n de erradicar la pobreza en un mundo habitable solo tendr¨¢ ¨¦xito si incluye a todo el mundo, sin diferencias por raza, g¨¦nero o sexualidad¡±, se?al¨® la instituci¨®n en un comunicado.
Pero la respuesta del presidente de Uganda fue clara: ¡°Nadie nos mover¨¢. Debemos estar preparados para una guerra. Recuerden que la guerra no es para los blandos¡±, dijo Yoweri Museveni en junio.
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