Miles de desplazados por la guerra de Sud¨¢n se refugian en bancos, escuelas y parques de bomberos saqueados
En Zalingei, capital del Darfur Central, sudaneses que tuvieron que abandonar su hogar para huir del conflicto sobreviven en edificios abandonados, sin comida ni medicamentos suficientes. En total, m¨¢s de seis millones de personas han tenido que irse a otras zonas del pa¨ªs para escapar de la violencia
M¨¢s de 30 personas viven en este banco abandonado y saqueado en la ciudad de Zalingei, capital del Estado de Darfur Central, en Sud¨¢n. Son parte de los m¨¢s de seis millones de sudaneses que tuvieron que abandonar su hogar cuando el 15 de abril de 2023 comenz¨® la guerra en el pa¨ªs con el enfrentamiento entre el ej¨¦rcito nacional y las paramilitares Fuerzas de Apoyo R¨¢pido. Otros dos millones m¨¢s de personas buscaron refugio en los pa¨ªses fronterizos. La mayor¨ªa de los desplazados de Zalingei proceden del campo de Al Hasahisa, que en su d¨ªa alberg¨® a unas 50.000 personas, la mayor¨ªa desplazadas ya a principios de la d¨¦cada de 2000. Sin ning¨²n otro lugar al que acudir, se han refugiado durante meses en escuelas abandonadas, bancos, parques de bomberos y otros campamentos de la ciudad. Pero estos refugiados apenas reciben ayuda humanitaria. Desde abril de 2024, las Naciones Unidas no tienen presencia en Zalingei. Solo M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) y unas pocas organizaciones prestan asistencia en esta ciudad, lo que representa una gota en el oc¨¦ano de las necesidades.Juan Carlos Tomasi (MSF)Los nuevos moradores de este banco de Zalingei han intentado crear la ilusi¨®n de un hogar: las cajas fuertes son ahora armarios y han sellado las ventanas con ladrillos. La guerra de Sud¨¢n ha creado la mayor crisis de desplazados internos del mundo. A los seis millones de personas que abandonaron su lugar de residencia para buscar refugio en otro lugar m¨¢s seguro del pa¨ªs, se suman otros tres millones de desplazados de conflictos anteriores. Los ciudadanos de Zalingei se vieron obligados a huir de sus casas y buscar cobijo en bancos, universidades y otras instalaciones abandonadas cuando comenzaron los combates entre el ej¨¦rcito gubernamental y las fuerzas paramilitares.Juan Carlos Tomasi (MSF)Najwa, de 30 a?os, y sus tres hijos se refugian en este banco saqueado de Zalingei. ¡°Vivimos en estas condiciones, sin techo y sin comida¡±, explica Najwa se?alando las s¨¢banas rotas que cubren el vest¨ªbulo. ¡°Pero nunca hemos recibido ayuda, ni siquiera una pastilla de jab¨®n. Pronto llegar¨¢ la estaci¨®n de lluvias y no sabemos ad¨®nde ir¡±, se aflige.Juan Carlos Tomasi (MSF)
Aissa y su familia se vieron obligados a huir de sus hogares a principios de noviembre de 2023 como consecuencia de los combates entre las fuerzas gubernamentales y las paramilitares en el campamento de Al Hasahisa, en Zalingei. ¡°Nos persiguieron y nos obligaron a marcharnos¡±, relata Aissa, de 50 a?os. ¡°Algunos de nuestros hombres fueron asesinados. A otros los detuvieron. Se llevaron y robaron nuestras cosas. Cuando nos ¨ªbamos, [unos hombres armados] nos pararon y tuvimos que esperar hasta por la ma?ana. Ataron y golpearon a los chicos j¨®venes¡±. Durante m¨¢s de seis meses, Aissa y su familia han residido en un contenedor en la devastada estaci¨®n de bomberos de Zalingei.Juan Carlos Tomasi (MSF)Este es el contenedor en el que Aissa vive con su familia. Al igual que el resto de desplazados en Sud¨¢n, dependen principalmente de la ayuda humanitaria, que sigue sin estar disponible en muchos lugares. Sobreviven con trabajos espor¨¢dicos aqu¨ª y all¨¢, no tienen acceso adecuado a agua, alimentos o servicios esenciales, incluida la atenci¨®n m¨¦dica. ¡°No hay forma de ganar dinero. Solo salimos y vagamos por la ciudad. Si encontramos a alguien a quien lavar la ropa, la lavamos e intentamos conseguir algo de dinero¡±, explica Aissa. Sin embargo, volver a casa no es una opci¨®n porque la situaci¨®n de seguridad sigue siendo demasiado inestable.Juan Carlos Tomasi (MSF)La Universidad de Zalingei, en el coraz¨®n de la capital de Darfur Central, acoge a m¨¢s de mil personas. Muchas de sus aulas se han convertido en refugios improvisados.Juan Carlos Tomasi (MSF)
Ropa tendida y enseres de desplazados sudaneses en uno de los recintos de la Universidad de Zalingei.Juan Carlos Tomasi (MSF)Los combates entre el ej¨¦rcito gubernamental y las fuerzas paramilitares dejaron en Zalingei muchas casas, edificios y viviendas destruidos, da?ados y saqueados. La mayor¨ªa de las personas que viv¨ªan en el campo huyeron a otras zonas de la ciudad, incluidos los edificios administrativos saqueados y otros campos de desplazados. En la imagen, una escuela de la ciudad.Juan Carlos Tomasi (MSF)Desde el comienzo de la guerra en Sud¨¢n, los centros sanitarios y el personal m¨¦dico han sufrido repetidos ataques, incluidos saqueos de hospitales. En Zalingei, el hospital universitario, que se muestra en la imagen, ha sido saqueado y atacado en m¨²ltiples ocasiones desde que comenz¨® el conflicto.
Juan Carlos Tomasi (MSF)Tras m¨¢s de un a?o de ataques contra instalaciones sanitarias en Sud¨¢n, el sistema de salud del pa¨ªs apenas funciona, lo que ha privado a la poblaci¨®n de cuidados vitales. A menudo, los m¨¢s afectados son los desplazados, que no pueden acceder a los servicios sanitarios ni comprar medicinas tras perder sus casas, pertenencias y medios de subsistencia. En Zalingei, los equipos de MSF prestan atenci¨®n secundaria en el hospital universitario de Zalingei y apoyan al Ministerio de Salud con formaci¨®n e incentivos para el personal. En abril, los equipos de la ONG reabrieron los servicios de urgencias, maternidad, alimentaci¨®n terap¨¦utica y pediatr¨ªa.Juan Carlos Tomasi (MSF)