Los instrumentos musicales nos llegan desde Etiop¨ªa, Sud¨¢n y el antiguo Egipto
El autor y multiinstrumentista M? Mbana se presenta este viernes 8 de abril, en Madrid, con un concierto en el que recoge los sonidos de su Guinea-Bis¨¢u natal para reinterpretarlos con cuerdas r¨²sticas, nuevos aires y armon¨ªas de ?frica Occidental
I?¨¦n se llama el ¨¢lbum que sostiene la presentaci¨®n de M? Mbana, este viernes 8 de abril, a las 19 horas, en el centro cultural El torito, de Moratalaz, en el marco del ciclo africano de 21 Distritos (con entrada gratuita). I?¨¦n nombra las manos y el n¨²mero diez, en idioma brami; a prop¨®sito, tambi¨¦n es el disco n¨²mero diez de su carrera. ¡°En ese trabajo hago una reflexi¨®n sobre el poder transformador de las manos, que son la herramienta ¨²ltima, la m¨¢s valiosa, de la que disponemos, porque con ellas materializamos y transformamos todo lo que podemos imaginar¡±, explica el m¨²sico de Guinea-Bis¨¢u, en di¨¢logo telef¨®nico.
Esos diez dedos que sirven para digitar las cuerdas trazar¨¢n en este concierto ¡°un recorrido por las formas musicales de Guinea-Bis¨¢u en sus diferentes manifestaciones¡±, en palabras del compositor y multiinstrumentista, que vive entre Barcelona y Bis¨¢u, pero que naci¨® y se crio en una isla a tres horas en cayuco de la capital de su pa¨ªs. Se trata de la isla de Bolama, de costas hundidas en los canales del archipi¨¦lago Bijag¨®s, en el oc¨¦ano Atl¨¢ntico. All¨ª fue donde M? Mbana residi¨® hasta los 18 a?os y, seg¨²n su biograf¨ªa, lo que le llev¨® a crecer bajo la influencia de los c¨¢nticos religiosos de las mujeres de las etnias de la regi¨®n.
Cuando sali¨® de su pa¨ªs, profundiz¨® en el jazz, en la bossa y en otras corrientes europeas y latinoamericanas; fue cantautor en Portugal y en Espa?a, y se uni¨® a un grupo de g¨®spel. Un d¨ªa se dio cuenta de que, sin querer, estaba emanando todo lo que hab¨ªa escuchado desde ni?o, y entonces supo que deb¨ªa adentrarse en la fusi¨®n que ¨¦l mismo representaba. La riqueza de los instrumentos de su pa¨ªs le fascinaba y tambi¨¦n les dedic¨® vocaci¨®n y exploraci¨®n; en especial a las cuerdas, tan vinculadas a la m¨²sica del antiguo imperio de Mali.
En su consolidada carrera internacional, ha trabajado con m¨²sicos de todos los estilos; actualmente, colabora con el contrabajista Javier Colina y con el violoncelista israel¨ª Sasha Agranov, entre otros. Aunque siempre guarda un espacio para enraizarse, tocando instrumentos tradicionales africanos y reinterpretando los viejos sonidos que le hicieron llegar hasta donde est¨¢. De ello habla en esta entrevista:
Pregunta. ?Qu¨¦ hay de la cultura de un archipi¨¦lago en su trabajo de exploraci¨®n musical?
Respuesta. La cultura de ese archipi¨¦lago es muy particular porque es matriarcal en todos los t¨¦rminos: es la cultura bidjugu. Mi trabajo no podr¨ªa existir si no fuera porque soy un producto de esa sociedad. Y aunque llevo m¨¢s de tres d¨¦cadas viajando por el mundo, nada consigue eliminar los rastros de este origen.
P. Hay una sonoridad muy particular en los instrumentos de cuerda de ?frica, a la vez r¨²stica, conseguida aparentemente a partir de materiales similares, pero con mucha diversidad arm¨®nica entre s¨ª.
R. Son instrumentos muy antiguos, que llegan desde Etiop¨ªa y el Antiguo Egipto o Sud¨¢n, donde sus representaciones han quedado grabadas en sus piedras. Esos instrumentos fueron transportados y transmitidos desde la antig¨¹edad.
P. En efecto, hay uno que usted toca que se parece al guembr¨ª, esa especie de bajo del norte de ?frica, aunque con m¨¢s arm¨®nicos.
R. Claro, tal como en el caso del banyo, que los norteamericanos construyeron recordando c¨®mo eran sus antiguos instrumentos en ?frica, las cuerdas se han ido desplazando por el continente mismo. El guembr¨ª es el nombre gen¨¦rico para los instrumentos de cuerda del Magreb. En tierra mandinga, en bambara, se llama n¡¯goni bass (cercano a un contrabajo). Pero tambi¨¦n los hay de menor tama?o, porque, de toda esa familia, los m¨¢s peque?os no llegaron a popularizarse, pero siguen utiliz¨¢ndose en ?frica. Generalmente de cuatro cuerdas y, s¨ª, entre nosotros hay otra digitaci¨®n y esto abre m¨¢s posibilidades arm¨®nicas.
Paraguay es el pa¨ªs con m¨¢s arpas por habitante, pero esta viene de Etiop¨ªa
P. As¨ª como, al parecer, no hubo fronteras ling¨¹¨ªsticas infranqueables entre los idiomas originarios de ?frica, tambi¨¦n existe ese parentesco entre todos los instrumentos que, por lo que dice, atravesaron el continente de un oc¨¦ano al otro...
R. Exacto. Los mismos cruzaron del ?ndico o del Mar Rojo, al Atl¨¢ntico. Y, de la misma manera, subieron desde la cuenca de los grandes lagos hacia el mar Mediterr¨¢neo. Y el movimiento siguiente fue del Mediterr¨¢neo al Atl¨¢ntico, fluyendo por el r¨ªo Congo hacia su desembocadura. El gran ¨¦xodo de aquellas poblaciones que fueron atacadas en el valle del Nilo transcurri¨® hacia el Oeste y, de hecho, constituyen las migraciones m¨¢s recientes, porque el ?frica Occidental era la gran tierra prometida. Llevaban consigo los instrumentos, que siguieron transform¨¢ndose y evolucionando, adapt¨¢ndose a las nuevas necesidades de las culturas que se fueron generando. Esos utensilios llevan milenios en manos de estos pueblos.
P. ?C¨®mo se recoge esa familiaridad en sonoridades que luego se vuelven tan representativas de una zona?
R. Nosotros hemos heredado esos instrumentos y seguimos trabajando con ellos. Somos conscientes, cuando tocamos la guitarra espa?ola, de toda su ascendencia... O la genealog¨ªa del arpa: hoy en d¨ªa, Paraguay es el pa¨ªs con m¨¢s arpas por habitante, pero esta viene de Etiop¨ªa. O cuando decimos que el piano es de origen et¨ªope es, en esencia, porque lo que tiene dentro es un arpa. Y los griegos lo aprendieron en ?frica y lo llevaron a Europa. Por cierto, la lira es sudanesa.
P. ?Qu¨¦ hay del balaf¨®n y la kora, entre el arpa y el la¨²d, tan aparentemente ligada al Sahel?
R. En Guinea-Conakri y Guinea-Bis¨¢u tienen una cultura muy profunda del balaf¨®n, que se expandi¨® a partir de las entra?as de lo que hoy es territorio de Conakri, que pertenec¨ªa al imperio mandinga de Mali. Este, a su vez, era el reino de Gab¨² e inclu¨ªa todos esos territorios antes de que la Conferencia de Berl¨ªn dividiese ?frica. La kora tambi¨¦n viene del imperio de Mali, de lo que hoy es Guinea-Bis¨¢u, y es de donde emana el repertorio cl¨¢sico de que se puede tocar con ella.
P. Por fin, cu¨¦ntenos algo m¨¢s del disco que tocar¨¢ en vivo, en Madrid.
R. I?¨¦n es un disco de 2017 que result¨® una compilaci¨®n de varias manifestaciones culturales de Guinea-Bis¨¢u expresadas con instrumentos de all¨ª, en un ambiente sonoro del pa¨ªs, y tal como las he podido encarnar.
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