Los Talleres de Pensamiento en Dakar se consolidan como cita hist¨®rica
Los encuentros intelectuales iniciados por el m¨²sico Felwine Sarr y el fil¨®sofo Achille Mbembe para repensar cuestiones globales de y desde ?frica clausuran su cuarta edici¨®n
La pen¨²ltima vez que Felwine Sarr y Achille Mbembe reunieron en Dakar a destacados intelectuales africanos, con motivo de los Talleres del Pensamiento (Les Ateliers de la Pens¨¦e), el mundo estaba a punto de experimentar la pandemia de covid-19. Nadie estaba preparado para tal conmoci¨®n, pero la l¨ªnea tem¨¢tica de aquella tercera edici¨®n, celebrada a finales de noviembre de 2019, fue premonitoria. Guiadas por el t¨ªtulo Fluctuaci¨®n de los mundos y pr¨¢cticas de desvulnerabilidad, las intervenciones anunciaban los desaf¨ªos a los que se enfrenta la humanidad en un tiempo marcado por la acci¨®n del hombre sobre el medio ambiente y los seres vivos. ¡°Sab¨ªamos que iba a pasar algo, pero no que ser¨ªa una pandemia¡±, explica ahora el economista, escritor y m¨²sico senegal¨¦s Felwine Sarr.
Sarr es fundador de los Talleres junto al historiador y fil¨®sofo camerun¨¦s Achille Mbembe. Son dos nombres que pr¨¢cticamente no precisan introducci¨®n, con trabajos y publicaciones de referencia en las ¨²ltimas d¨¦cadas como Afrotopia (Ed. Catarata) del primero, o Cr¨ªtica a la raz¨®n negra (Ed. Ned) del segundo. Desde su creaci¨®n en 2016, el primer objetivo de estos encuentros, que acaban de cerrar en Dakar su cuarta edici¨®n, ha sido tomar la iniciativa para que los africanos sean autores y no receptores de las teor¨ªas de Occidente sobre todos los ¨¢mbitos del conocimiento. ¡°Esta es una plataforma para hacernos cargo de nuestros destinos y del futuro del mundo entero¡±, en palabras del propio Mbembe. Con esta l¨®gica, el evento congrega siempre a figuras prominentes de horizontes tan variados como la econom¨ªa, la filosof¨ªa, la literatura y el arte contempor¨¢neo, entre muchos otros, y originarios de espacios geogr¨¢ficos cada vez m¨¢s amplios.
Como explicaba la actriz y dramaturga ruandesa Carole Karemera, ¡°los Talleres son un territorio nuevo, creado a partir de los diferentes territorios de los que cada uno de nosotros hemos venido, de ah¨ª su riqueza¡±. Una riqueza que se traduce en un poder de convocatoria impresionante. Baste como muestra la sesi¨®n de clausura en el simb¨®lico Museo de las Civilizaciones Negras de Dakar, que se alarg¨® hasta casi las tres de la madrugada. M¨¢s de 300 personas aplaudieron acaloradamente la culminaci¨®n de estos cuatro d¨ªas de intensos debates repartidos en 14 paneles, con la participaci¨®n de 46 ponentes. Investigadores, artistas y resto de asistentes han seguido presencial y virtualmente este evento, que hoy se ha consolidado en un formato bianual como cita esencial para pensar el porvenir del mundo desde otros paradigmas no dominantes.
Tejer y reparar
Mientras que las ediciones de 2016 y 2017 se centraron en estudiar las problem¨¢ticas del continente desde la perspectiva africana, las convocatorias de 2019 y 2022 empiezan a analizar los retos actuales de la humanidad, pero desde un centro diferente, sea esta ?frica u otros espacios no occidentales.
Con el t¨ªtulo Cosmolog¨ªas del v¨ªnculo y formas de vida, esta ¨²ltima edici¨®n reacciona a las medidas de aislamiento y al cierre de fronteras adoptadas por los poderes p¨²blicos ante la amenaza de la covid-19. En lugar de separar, la respuesta es tejer v¨ªnculos, reparar desde el seno de nuestras sociedades, pero tambi¨¦n, como insiste Sarr, ¡°renovando los lazos con los seres vivos¡±. Y saliendo del mon¨®logo humano ¡°para proponer un di¨¢logo con el otro no-humano¡±, como recordaba la fil¨®sofa S¨¦v¨¨rine Kodjo-Grandvaux, que centr¨® sus intervenciones en la necesidad de estar en armon¨ªa con las resonancias y vibraciones del universo.
En el actual contexto de urgencia clim¨¢tica, los Talleres otorgaron un importante espacio a la cuesti¨®n ecol¨®gica. Ha sido el caso de la mesa sobre ecofeminismo, en la que la ambientalista Isabelle Delannoy compart¨ªa sus experiencias en lo que ha bautizado como ¡°econom¨ªa simbi¨®tica¡±, una propuesta de econom¨ªa radical basada en la simbiosis entre la inteligencia humana, el poder de los ecosistemas naturales y la tecnosfera. Esta ser¨ªa capaz de promover un crecimiento ¡°regenerativo¡±, en espiral, ¡°que consume y produce recursos al mismo tiempo, como pueda ser la permacultura o incluso las redes sociales, y que puedan ser pasadas a mayor escala¡±. Delannoy se niega a pensar su propuesta como utop¨ªa: ¡°es una trans-utop¨ªa, porque ya se est¨¢ haciendo a peque?a escala por todo el mundo¡±. Otras formas de econom¨ªa, m¨¢s integrales y respetuosas, son posibles, recordaba Sarr, invitando a revisar el Informe Alternativo sobre ?frica 2021.
V¨ªnculos que asfixian
Con el fin de no quedarse solo en un elogio a los lazos, diferentes ponencias han analizado tambi¨¦n la toxicidad de algunas relaciones. La comunidad, ese concepto tan simplificado al hablar de ?frica, no funciona siempre de manera equilibrada. Como analizaba la polit¨®loga camerunesa Nadine Machikou, ¡°la ausencia del Estado hace que la presi¨®n de la redistribuci¨®n recaiga exclusivamente en aquellas personas que tan solo tienen un poco m¨¢s que las dem¨¢s¡±. La poeta marfile?a Tanella Boni ha ido m¨¢s all¨¢, afirmando que en muchas sociedades ¡°no hay voluntad de ver a los individuos¡±.
Otra de las fantas¨ªas del imaginario para con ?frica es el papel de las mujeres y la sacralizaci¨®n de su fertilidad, que la soci¨®loga Fatou Sow se ha encargado de cuestionar. ¡°?A qu¨¦ precio? ?Las mujeres tenemos m¨¢s cosas que hacer aparte de parir!¡± espetaba la senegalesa, para explicar que la obligaci¨®n de los cuidados, que recae casi en exclusiva sobre las mujeres, supone un peso inasumible.
La ecolog¨ªa tambi¨¦n ha sido objeto de debate y puntualizaciones. ¡°La visi¨®n occidental est¨¢ reproduciendo relaciones de dominaci¨®n¡±, dec¨ªa Kodjo-Grandvaux, poniendo el ejemplo de los coches el¨¦ctricos en Francia, cuya energ¨ªa procede de centrales nucleares abastecidas con uranio de N¨ªger. ¡°No se puede tener una visi¨®n ecologista sin criticar lo que el pensamiento colonial asociaba a la naturaleza, a lo salvaje¡± arg¨¹¨ªa el ingeniero medioambiental y polit¨®logo Malcom Ferdinand. Ha sido tambi¨¦n ¨¦l, originario de Martinica, quien ha puesto sobre la mesa otra gran relaci¨®n digna de repensarse: ¡°el gran abismo¡± entre las comunidades negroafricanas del Caribe y los habitantes del continente: ¡°quiz¨¢s es momento de ir cerrando esta herida¡±.
Saberes ind¨ªgenas, espiritualidad y emoci¨®n
En coherencia con la idea decolonial de redirigir la producci¨®n de conocimiento a otros espacios no occidentales, la cuarta edici¨®n de los Talleres ha integrado las ¡°cosmolog¨ªas¡± de Am¨¦rica Latina. Ha contado, por ejemplo con la participaci¨®n de la argentina Natalia Brizuela, que ha desarrollado la noci¨®n del tiempo a trav¨¦s de las lenguas ind¨ªgenas.
Un gui?o a Latinoam¨¦rica ha sido, asimismo, la mesa redonda que exploraba pr¨¢cticas asociadas a las nociones de ¡°cimarr¨®n, zomia o quilombo¡±, es decir, las estrategias y maneras de vida que montaron las comunidades negro africanas en algunos lugares de Am¨¦rica para escapar de la esclavitud. Inspir¨¢ndose en estas experiencias de fuga y b¨²squeda de libertad, D?n¨¨tem Touam Bona defend¨ªa aquellas acciones ¡°que solo pueden llevarse a cabo en el claroscuro del bosque¡±, como met¨¢fora de esos ¡°refugios clandestinos, no necesariamente hospitalarios, pero s¨ª protectores¡±, que desde la resistencia deben constituirse, en un contexto de hipervisibilidad fomentado por las plataformas sociales virtuales.
¡°La comunidad cient¨ªfica est¨¢ de acuerdo en que, a d¨ªa de hoy, la F¨ªsica ha conseguido dar explicaci¨®n a un 4,8% de los fen¨®menos que nos rodean¡±, opinaba el escritor franco-congole?o Wilfried N¡¯Sond¨¦. ?Con qu¨¦ herramientas comprender el mundo, all¨ª donde la ciencia no es capaz de aportar respuestas? ¡°Con la imaginaci¨®n, la espiritualidad, la poes¨ªa y los sue?os, que son los ingredientes de la ficci¨®n¡±, propon¨ªa en este sentido, afirmando que los saberes ancestrales y las formas de relaci¨®n ind¨ªgenas son una fuente de conocimiento a la que volver.
Lo cierto es que los Talleres del Pensamiento son frecuente objeto de cr¨ªtica de ¡°esnobismo intelectual¡± por utilizar un lenguaje acad¨¦mico poco accesible y por estar c¨®modamente instalados en un gesto entendido como pasivo, en lugar de actuar para materializar los cambios que preconizan. Mbembe defend¨ªa en la clausura la necesidad de ¡°reubicar el pensamiento en el coraz¨®n de la vida¡± y de ¡°salir del falso dilema que separa actividad de pensamiento¡±. Nadine Machikou aclaraba: ¡°la experiencia de cada una de las veces que he asistido a los Talleres ha sido determinante en mi reflexi¨®n posterior¡±. Pero constituyen tambi¨¦n ¡°un lugar seguro¡±, como reclamaba Maboula Soumahoro; un espacio necesario, dif¨ªcil de encontrar en la di¨¢spora desde la que trabaja la acad¨¦mica francomarfile?a.
A pesar de las cr¨ªticas, la influencia de los Talleres se materializa de formas diversas. ¡°Yo no os agradezco la organizaci¨®n de los Talleres, os la exijo: est¨¢is haciendo ni m¨¢s ni menos lo que deb¨¦is hacer¡±. As¨ª interpelaba a los organizadores el activista Fadel Barro, ponente de esta ¨²ltima edici¨®n, que confesaba que su proyecto pol¨ªtico para la comuna de Kaolak (Senegal), llamado J¨¤mmi Gox Yi (la paz del territorio, en wolof), respira de las ideas de ediciones precedentes y del impulso te¨®rico de Felwine Sarr.
Con la voluntad de desarrollar con m¨¢s profundidad la labor de los Talleres, Achille Mbembe y Felwine Sarr han ampliado la actividad en su Escuela Doctoral, una plataforma internacional creada en 2018, destinada a acoger a una nueva generaci¨®n de investigadores de todo el mundo, especialmente de ?frica y su di¨¢spora, ahondando en la idea de operar una ¡°reconstrucci¨®n intelectual del continente¡±, seg¨²n explica Mbembe. Otro de los proyectos en curso, la Fabrique de Souza, en la localidad del mismo nombre en el litoral de Camer¨²n, pretende aplicar de forma pr¨¢ctica algunas de las propuestas presentadas en los Talleres, experimentando otros modelos de econom¨ªa y sociedad en el territorio.
Intentando trascender la idea de la ¨²nica validez del saber racional, Los Talleres integran las pr¨¢cticas art¨ªsticas como modalidad de entender el mundo. Junto a paneles y debates, la exposici¨®n fotogr¨¢fica Muzungu Tribes del burund¨¦s Teddy Mazina, la proyecci¨®n del documental Las tumbas sin nombre del camboyano Rithy Panh, un espect¨¢culo musical en pleno barrio de Medina, o las actuaciones de dos grandes referentes de la danza contempor¨¢nea, el congole?o Faustin Linyekula y el nigeriano Qudus Onikeku. O la peque?a clase de danza improvisada desde el panel por la core¨®grafa Germaine Acogny, fundadora de la famosa ?cole de Sables de Senegal. ¡°En 76 a?os, es la primera vez que alguien me invita a un evento para pensar¡±, bromeaba el legendario m¨²sico congole?o Ray Lema durante el cierre, justo despu¨¦s de compartir con el p¨²blico Pens¨¦e 22 (Pensamiento 22), una deliciosa composici¨®n musical de 1 minuto y 11 segundos exactos, especialmente compuesta para la ocasi¨®n.
M¨¢s all¨¢ de la reflexi¨®n intelectual, se produjeron momentos de emotividad compartida entre ponentes y p¨²blico. Risas, ovaciones, l¨¢grimas, enfados, bailes o rituales han estado presentes en los cuatro d¨ªas, generando como defini¨® Sarr ¡°la comunidad de Los Talleres¡±. El evento tiene vocaci¨®n de hacer historia, influir en diferentes disciplinas y crear nuevas ideas, tanto dentro como fuera de las fronteras africanas. En la pr¨®xima cita, dentro de dos a?os, habr¨¢ germinado lo sembrado en esta edici¨®n.
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