El derecho a la protesta est¨¢ bajo amenaza en M¨¦xico
Las detenciones arbitrarias, el uso excesivo de la fuerza y los homicidios ileg¨ªtimos son algunas t¨¢cticas represivas a las que recurren las fuerzas de seguridad en este y otros pa¨ªses para castigar a quienes ejercen sus derechos a la libertad de expresi¨®n y la reuni¨®n pac¨ªfica
Han pasado 365 d¨ªas desde que agentes policiales reprimieran a 93 personas, la mayor¨ªa mujeres estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumactz¨¢, quienes hab¨ªan salido a las calles a reclamar su derecho a la educaci¨®n.
Los estudiantes se hab¨ªan congregado en la caseta de cobro del municipio de Chiapa de Corzo, en Chiapas, el estado con la tasa de pobreza m¨¢s alta de M¨¦xico, para repartir volantes con informaci¨®n escrita sobre su simple exigencia: que los ex¨¢menes de nuevo ingreso a la Escuela Normal se realizaran de forma presencial y no virtual, porque muchas personas que aspiran a estudiar ah¨ª viven en zonas remotas, con poco o nulo acceso a internet o una computadora.
La respuesta de la polic¨ªa ante su demanda fue represiva y desproporcionada. De acuerdo con diversos testimonios recogidos por Amnist¨ªa Internacional, las y los estudiantes protestaban pac¨ªficamente, sin obstaculizar el tr¨¢nsito ni efectuar da?os a propiedad p¨²blica o terceros.
Seg¨²n las denuncias penales que presentaron varias manifestantes, los agentes de la polic¨ªa estatal les jalaron el cabello, las sujetaron del cuello, las golpearon en la cabeza, la espalda y el abdomen, y las patearon en las costillas. A algunas les quitaron el cubrebocas sin su consentimiento y con fuerza innecesaria, a varias m¨¢s las insultaron con lenguaje racista, clasista y mis¨®gino. Las llamaron ¡°perras¡±, ¡°putas¡± y ¡°zorras¡± por atreverse a protestar, les dijeron que no ten¨ªan derecho a estudiar y que ¡°ojal¨¢ aprendan la lecci¨®n¡±. Cuando un grupo de estudiantes se refugi¨® en un autob¨²s, agentes policiales rompieron la puerta y lanzaron gas lacrim¨®geno al interior, una vez m¨¢s haciendo uso ilegal y desmedido de la fuerza.
En total detuvieron a 93 estudiantes: 19 hombres y 74 mujeres, adem¨¢s de otros dos adolescentes que no eran estudiantes. Varias de las detenidas dijeron que los polic¨ªas las acosaron, las amenazaron con desnudarlas a la fuerza y con otras formas de violencia sexual. Una manifestante denunci¨® que, al subirla al transporte, un polic¨ªa le orden¨® ponerse boca abajo, meti¨® la mano entre sus piernas y le toc¨® la vagina. Otras denunciaron que polic¨ªas mujeres les tocaron las nalgas, los senos y la vulva.
A algunas manifestantes detenidas las sometieron a tortura psicol¨®gica. Hicieron alusiones a la infame desaparici¨®n forzada de los 43 estudiantes de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa, ocurrida en 2014, dici¨¦ndoles que ¡°ya no iban a ser 43¡å normalistas desaparecidos, ¡°sino 95¡å. La referencia a una de las peores atrocidades de la historia moderna de M¨¦xico fue escalofriante.
¡°?bamos temblando de p¨¢nico, de no saber qu¨¦ nos iba a pasar. Nos agarr¨¢bamos de la mano, y me dec¨ªan: ¡®Yo no me quiero morir, yo tengo una vida por delante¡±, cont¨® a Amnist¨ªa Internacional una estudiante, quien pidi¨® reserva a su identidad por razones de seguridad.
El acceso a la educaci¨®n es un derecho humano fundamental. En comunidades remotas y marginalizadas, escuelas como Mactumactz¨¢ y Ayotzinapa representan un basti¨®n para la formaci¨®n de personas que se convierten en agentes de cambio positivo. Son fuentes vitales de superaci¨®n y subsistencia en zonas donde las alternativas suelen ser la migraci¨®n forzada, la delincuencia organizada o trabajos en condiciones precarias.
Aunque la Fiscal¨ªa General del Estado de Chiapas desisti¨® eventualmente de la acci¨®n penal contra los 95 estudiantes detenidos hace un a?o en Mactumactz¨¢, todav¨ªa persiste entre ellos un temor generalizado de volver a manifestarse
Los estudiantes de Mactumatz¨¢ protestan con frecuencia para que se abran m¨¢s lugares en la escuela, o para que se garanticen los apoyos econ¨®micos que les permitan comer, transportarse o comprar sus materiales escolares. Exigir que los ex¨¢menes de ingreso no sean exclusivamente virtuales es parte de su lucha constante para acceder a condiciones educativas dignas.
El derecho a la protesta pac¨ªfica est¨¢ bajo ataque, tanto en M¨¦xico como en gran parte de Am¨¦rica Latina y el Caribe. Las detenciones arbitrarias, el uso excesivo de la fuerza e incluso los homicidios ileg¨ªtimos son algunas de las t¨¢cticas represivas a las cuales recurren las fuerzas de seguridad en varios pa¨ªses de la regi¨®n para castigar y disuadir a quienes se atreven a ejercer sus derechos a la libertad de expresi¨®n y la reuni¨®n pac¨ªfica.
En el caso de Mactumactz¨¢, la estigmatizaci¨®n y la violencia contra estudiantes ejemplifica una tendencia que Amnist¨ªa Internacional ha documentado en la represi¨®n de mujeres que protestan en M¨¦xico, incluyendo el empleo de violencia sexual como forma de opresi¨®n por parte de autoridades a cargo del control del orden p¨²blico en diversas partes del pa¨ªs.
La criminalizaci¨®n es otra t¨¢ctica com¨²n para desincentivar las manifestaciones. Aunque la Fiscal¨ªa General del Estado de Chiapas desisti¨® eventualmente de la acci¨®n penal contra las 95 personas detenidas, todav¨ªa persiste entre ellas un temor generalizado de volver a manifestarse. Mientras tanto, las violaciones de derechos humanos que cometieron los polic¨ªas ese d¨ªa han quedado impunes ya a un a?o de los hechos.
Las autoridades mexicanas, en cada rinc¨®n del pa¨ªs, deben cesar sus pr¨¢cticas represivas hacia quienes ejercen el derecho a la protesta. Adem¨¢s, deben realizar investigaciones prontas, exhaustivas, independientes e imparciales sobre las denuncias y reportes de violencia sexual afrontadas por las mujeres que participaron en la protesta el 18 de mayo de 2021, para garantizar los derechos de las v¨ªctimas a la justicia, verdad y reparaci¨®n integral del da?o.
No podemos permitir que el miedo venza nuestro derecho leg¨ªtimo a la protesta pac¨ªfica. Salir a la calle y levantar la voz en defensa de los derechos humanos siempre ser¨¢ un acto valiente, pero todas las personas deber¨ªamos poder hacerlo sin temor a represalias.
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