Lo que vuelve con m¨¢s fuerza que el coronavirus: las protestas ciudadanas globales
Un estudio de la Fundaci¨®n Friedrich Ebert de Nueva York concluye que las manifestaciones por ¡°demandas razonables¡± han aumentado en los ¨²ltimos 15 a?os y contin¨²an haci¨¦ndolo tras el par¨®n pand¨¦mico. A su vez, un libro de fotograf¨ªa reciente muestra el coraje de los que ocuparon, en 2019, las calles de Chile
En las agendas anteriores a la irrupci¨®n del alerta v¨ªrico destacaban combates por la justicia econ¨®mica y clim¨¢tica, contra la desigualdad social y por unas nuevas pol¨ªticas p¨²blicas, menos contaminadas por la corrupci¨®n. En 2019, las protestas sociales se extend¨ªan por pa¨ªses del norte y del sur, en las sociedades ¨¢rabes y en las ricas democracias occidentales. Y entonces se par¨® el mundo. Con el reseteo del a?o 2020 estas volvieron, pero ahora no es ya solamente el inconformismo progresista el que toma la calle: ninguna simplificaci¨®n es posible en el contexto actual, advierten los analistas pol¨ªticos.
De ah¨ª el valor de contar con br¨²julas como estos dos libros que acaban de aparecer: World Protests: a study of key protest issues in the 21st Century (Protestas mundiales: un estudio de los asuntos clave de las protestas del siglo XXI) compila los resultados de un grupo de investigadores de diferentes disciplinas, apoyados por la Fundaci¨®n Friedrich Ebert (FES); el otro es un libro de fotograf¨ªa ¡ªcuyo t¨ªtulo es Primera L¨ªnea Chile¡ª, en el que Marco Sep¨²lveda ofrece un abordaje particular a la manera en que se organizaron las movilizaciones chilenas que han desembocado en un proceso constituyente largamente ansiado en ese pa¨ªs, que todav¨ªa se rige por una Carta Magna de tiempos de Augusto Pinochet.
Sobre aquellas expresiones interrumpidas a nivel global han trabajado los autores Isabel Ortiz (directora de la Initiative for Policy Dialogue de la Universidad de Columbia), Sara Burke (analista s¨¦nior de la Friedrich Ebert Stiftung de Nueva York), Mohamed Berrada (analista de datos) y Hern¨¢n S¨¢enz Cort¨¦s (experto en relaciones internacionales), para dar a luz a esta publicaci¨®n que ha puesto en foco casi 3.000 levantamientos en 101 pa¨ªses, cubriendo el 93% de la poblaci¨®n del mundo, entre 2006 y 2020, y que est¨¢ disponible gratis de manera virtual en la p¨¢gina de Palgrave MacMillan, aunque tambi¨¦n se consigue en formato papel.
La conclusi¨®n a la que llegaron los analistas es que los ciudadanos del mundo est¨¢n cada d¨ªa m¨¢s movilizados y por razones de car¨¢cter estructural, exigiendo una ¡°democracia real¡±, frente a la extendida sensaci¨®n de fracaso de los sistemas de representaci¨®n pol¨ªtica. Entre los datos sobresalientes se consigna que, en los ¨²ltimos 15 a?os, hubo m¨¢s de 50 manifestaciones en las que participaron m¨¢s de un mill¨®n de personas. Las de la India contra el plan de liberalizaci¨®n de la agricultura, por ejemplo, las han protagonizado unos 250 millones de campesinos.
La conclusi¨®n a la que llegaron los analistas es que los ciudadanos del mundo est¨¢n cada d¨ªa m¨¢s movilizados
En la presentaci¨®n del documento, que cuenta con una web interactiva, los autores coincidieron en que, a pesar del ruido reinante en un mundo m¨¢s desigual y, por lo tanto, con m¨¢s inestabilidad social, la gran mayor¨ªa de las demandas son ¡°razonables¡± y promueven los derechos humanos. A la vez destacaron que las protestas ¡°son una parte fundamental de nuestras democracias¡±. Isabel Ortiz explic¨® que la investigaci¨®n arranc¨® en 2013, con el impulso de la efervescencia que se viv¨ªa en todo el planeta. Entonces decidieron estudiar los porqu¨¦s, los qui¨¦nes (a los que actuaban y a los que se opon¨ªan), as¨ª como los m¨¦todos, si lograron algo o si hab¨ªa represi¨®n.
¡°Despu¨¦s de la crisis financiera global, hacia 2010, hubo un aumento repentino de las protestas¡±, tendencia que, seg¨²n explica Ortiz, se ha mantenido en todas las regiones del mundo. Las razones abarcan cuatro l¨ªneas principales: ¡°La primera es la justicia econ¨®mica; luego, a partir de 2014, crece la frustraci¨®n y se protesta contra el fracaso de la representaci¨®n pol¨ªtica, o de la democracia; la otra es la que tiene que ver con los derechos civiles (despu¨¦s de 2018 surgen el #Metoo o el #BlackLivesMatter) y la cuarta es la de la justicia econ¨®mica global¡±.
Estas tendencias se dan tanto en pa¨ªses de altos como de bajos ingresos, seg¨²n la investigadora, que apunta que a los grupos que tradicionalmente encabezaban las movilizaciones (ONG, sindicatos, partidos pol¨ªticos) se han sumado ciudadanos no activistas de la clase media, que parecen sentirse ajenos al sistema. Su conclusi¨®n es que ¡°la tradicional alianza entre las clases medias y las ¨¦lites podr¨ªa estar rompi¨¦ndose¡±. El lado positivo es que el 42% han conseguido alg¨²n logro.
Contra qu¨¦ o qui¨¦n
El estudio detalla los m¨¢s de 200 m¨¦todos utilizados (algunos son nuevos porque incluyen el activismo en Internet) para la protesta, se?alando que ¡°la violencia, el vandalismo y el saqueo representan solo en 19% en el periodo, aunque esto va en aumento, por el nivel de frustraci¨®n de los manifestantes¡±, apostilla Ortiz. Se oponen, en general, a las pol¨ªticas de austeridad de los gobiernos nacionales, pero tambi¨¦n a pol¨ªticas de la Uni¨®n Europea (y no exclusivamente dentro de la UE, sino tambi¨¦n en ?frica).
El analista Mohamed Berrada, por su parte, se?ala que el hecho de que las demandas econ¨®micas primeras viraran hacia quejas m¨¢s estructurales tambi¨¦n tuvo lugar en Oriente Medio y el Norte de ?frica, y precisa el surgimiento de varias olas en la regi¨®n: ¡°Hubo una ligada al empleo y la distribuci¨®n, que es anterior a las Primaveras ?rabes; luego, un pico muy r¨¢pido que tiene que ver con los fracasos de representaci¨®n de las ¡®Primaveras¡¯; en 2016-2017 vuelve a haber un repunte de las demandas de redistribuci¨®n de la riqueza y, en 2018-2020, la segunda Primavera ?rabe¡±.
Si miramos a Am¨¦rica Latina, contin¨²a Berrada, ¡°tambi¨¦n all¨ª se ha dado lo que algunos llaman la Primavera Latinoamericana, aunque con la pandemia se ha visto relegada¡±.
Lugar com¨²n, la corrupci¨®n
El analista Hern¨¢n S¨¢enz Cort¨¦s sostiene que, despu¨¦s de los reclamos econ¨®micos, la corrupci¨®n es la segunda causa de protesta en todas las regiones del mundo (especialmente en Europa y Asia Central), e independientemente de los ingresos de cada lugar. A su juicio, ¡°esto destruye ese mantra de que la corrupci¨®n est¨¢ vinculada con los pa¨ªses en desarrollo¡±.
Otro de los elementos que indica S¨¢enz es que no solo se trata de delitos menores, sino de ¡°lo que llamamos gran corrupci¨®n¡±. El analista resalta ¡°la importancia del 1% versus el 99%, que refiere a que el sistema favorece a las ¨¦lites, ya se trate de Argelia, el L¨ªbano, Per¨² o Francia¡±. Este clamor contra las asimetr¨ªas ¡°rompe el status quo¡± y se levanta contra las reglas del juego, se?ala.
Demandas que excluyen
En cuanto al desconcierto reciente frente a las im¨¢genes de personas de extrema derecha reivindicando libertades, Sara Burke traza una l¨ªnea hist¨®rica, que arranca tras la crisis financiera de 2008. En ese momento hubo acciones a las que enmarca en ¡°un populismo antiautoritario e inclusivo¡±, como pudo ser el Occupy Wall Street, que reivindicaban el bienestar para el 99% de la poblaci¨®n. A su juicio, al no resolverse las injusticias atribuidas a la globalizaci¨®n y ¡°el hecho de que no se responsabilizara a los operadores financieros¡±, abrieron la puerta a una segunda ola de populismo susceptible de influencia autoritaria. ¡°Se aprovecharon de ello, por ejemplo, los manifestantes que irrumpieron en el Capitolio norteamericano el 6 de enero de 2021, que encajan en ese perfil¡±, asevera.
En este punto, el soci¨®logo filipino y director de Focus on the Global South, Walden Bello, fue contundente: ¡°No hay que subestimar el poder de las protestas de grupos de derecha, especialmente en Estados Unidos y Europa, porque son excluyentes. Buscan demandas que tradicionalmente tienen que ver con la izquierda pero con exclusi¨®n de una clase, de otros grupos ¨¦tnicos, de los migrantes o de personas de diferentes g¨¦neros. Quieren un estado del bienestar, pero solo para algunos¡±. Y a?ade: ¡°Frente a ese discurso exclusivista, es importante que los progresistas puedan articular la energ¨ªa de las calles y expresarla en la pol¨ªtica parlamentaria¡±.
Chile: ?qu¨¦ es la primera l¨ªnea?
Entre los movimientos sociales que demuestran que es posible verter la energ¨ªa de las calles en los parlamentos pueden mencionarse los que, durante estos dos ¨²ltimos a?os, llenaron de estudiantes y trabajadores los espacios p¨²blicos de todas las ciudades de Chile y que han desembocado en un proceso de reelaboraci¨®n de la desfasada constituci¨®n nacional. Marcadas por una represi¨®n que dej¨® muertos y numerosos heridos (flagrantes fueron las p¨¦rdidas de visi¨®n de gente que recibi¨® perdigones en los ojos), estas protestas comenzaron reivindicando la anulaci¨®n de la subida del precio del metro ¡ªalgo que consiguieron¡ª para ir transform¨¢ndose en un clamor estructural, que deriv¨® en el juicio pol¨ªtico al presidente Sebasti¨¢n Pi?era, por su vinculaci¨®n con los Papeles de Pandora.
Marco Sep¨²lveda, fot¨®grafo y economista, durante a?os exiliado en Suecia, document¨® la revuelta iniciada en Chile, en octubre del 2019, y convirti¨® esas escenas en un registro fotogr¨¢fico cuidado, cuyo t¨ªtulo es Primera L¨ªnea Chile (Ed. Ocho Libros), un libro de reciente aparici¨®n, en edici¨®n biling¨¹e (ingl¨¦s/espa?ol).
¡°Para que esos miles de personas pudieran manifestarse, se hab¨ªa constituido un grupo que proteg¨ªa el espacio de la acci¨®n, j¨®venes de la ¡®primera l¨ªnea¡¯ que conten¨ªan a las fuerzas de Carabineros para impedirles llegar hasta donde estaba la mayor¨ªa y evitar con ello una r¨¢pida dispersi¨®n¡±, se lee en la introducci¨®n a las m¨¢s de 200 p¨¢ginas de documentos gr¨¢ficos y textos de contexto hist¨®rico, elaborados por el periodista Marco Fajardo. Esos j¨®venes con escudos antibalas artesanales, cascos improvisados y m¨¢scaras antig¨¢s jugaron, seg¨²n Sep¨²lveda, un papel fundamental para que el resto de sus compatriotas se manifestara, con cierta seguridad, por los logros pol¨ªticos y sociales de esta nueva ¨¦poca en Chile.
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