Espacios verdes para todos, en todas partes
En muchos lugares, las comunidades desfavorecidas siguen siendo excluidas de la planificaci¨®n, el dise?o y la gesti¨®n de los bosques urbanos. Y esto tiene que cambiar
Hace unos a?os, un profesor universitario cre¨® la regla 3-30-300. En ella, se imagina un mundo en el que todas las personas puedan ver al menos tres ¨¢rboles desde su ventana, vivir en un barrio con al menos un 30?% de cobertura vegetal y no estar a m¨¢s de 300?metros de espacios verdes urbanos de gran calidad. Dado que se proyecta que dos tercios de la poblaci¨®n mundial vivir¨¢ en ¨¢reas urbanas de aqu¨ª a 2050, esta regla no solo apunta a lograr que las ciudades sean m¨¢s verdes por los muchos beneficios que aportan los ¨¢rboles y los espacios verdes, sino que tambi¨¦n apunta a asegurar que todas las personas que viven en las ciudades perciban esos beneficios, algo crucial.
Sabemos que los ¨¢rboles y los espacios verdes, tambi¨¦n conocidos como bosques urbanos o periurbanos, ayudan a mitigar muchos de los inconvenientes de vivir en zonas urbanas. Amortiguan el ruido y filtran los contaminantes del tr¨¢fico y la industria, lo que brinda una protecci¨®n contra las enfermedades respiratorias. Proporcionan espacio para el ejercicio, el esparcimiento y la recuperaci¨®n del estr¨¦s. La evidencia de los beneficios del contacto con los bosques y los espacios verdes sobre la salud mental ya est¨¢ ampliamente documentada.
Los bosques urbanos tambi¨¦n alivian los efectos del cambio clim¨¢tico. Con el aumento de las temperaturas a nivel global, los bosques urbanos no solo absorben carbono, sino que tambi¨¦n pueden ayudar a enfriar el aire de la ciudad hasta en ocho grados cent¨ªgrados y reducir los efectos de las islas de calor urbanas, que pueden ser letales durante las olas de calor. Asimismo, pueden ofrecer protecci¨®n contra los desastres naturales como las inundaciones y los deslizamientos de tierras.
La necesidad de lograr un acceso equitativo a los espacios verdes urbanos fue consignada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que incluyen una meta espec¨ªfica para proporcionar acceso universal a espacios verdes p¨²blicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para mujeres, ni?os, personas con discapacidad y personas mayores para 2030. Sin embargo, un nuevo estudio publicado por la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) revela que a¨²n estamos lejos de que las poblaciones urbanas se beneficien de los bosques urbanos y los espacios verdes de forma equitativa.
Hace unos a?os, un profesor universitario cre¨® la regla 3-30-300. En ella, se imagina un mundo en el que todas las personas puedan ver al menos tres ¨¢rboles desde su ventana, vivir en un barrio con al menos un 30?% de cobertura vegetal y no estar a m¨¢s de 300?metros de espacios verdes urbanos de gran calidad
En Urban forests: a global perspective se indica que, especialmente en los pa¨ªses de ingresos bajos y medios, la r¨¢pida urbanizaci¨®n sin la debida planificaci¨®n a menudo conduce a ciudades con pocos ¨¢rboles y espacios verdes, o mal ubicados. Incluso en las ciudades que reconocen la importancia de los espacios verdes como parte de su tejido urbano, la distribuci¨®n de estos espacios y sus beneficios a menudo se orienta hacia los distritos de mayor poder econ¨®mico. La llamada ¡°gentrificaci¨®n verde¡± puede reducir a¨²n m¨¢s el acceso de los residentes que ya no pueden permitirse el lujo de vivir cerca de los espacios verdes de su ciudad.
En muchos lugares, las comunidades desfavorecidas siguen siendo excluidas de la planificaci¨®n, el dise?o y la gesti¨®n de los espacios verdes urbanos. Y esto tiene que cambiar. Es por eso que los participantes de esta semana en la reuni¨®n del Segundo Foro Mundial sobre Bosques Urbanos en Washington emitieron la Declaraci¨®n de Washington, que brinda un plan para lograr una ecologizaci¨®n urbana m¨¢s equitativa. Esto incluye analizar las zonas urbanas para identificar desequilibrios en la distribuci¨®n de espacios verdes e involucrar a los residentes y l¨ªderes comunitarios en cada etapa del proceso de planificaci¨®n.
Si bien estamos lejos de tener un mundo poblado con utop¨ªas urbanas, algunos programas e iniciativas sugieren que hay diversas autoridades de planificaci¨®n que piensan de forma m¨¢s inclusiva cuando se trata de la igualdad de acceso a los bosques urbanos y los tesoros que ofrecen.
La llamada ¡°gentrificaci¨®n verde¡± puede reducir a¨²n m¨¢s el acceso de los residentes que ya no pueden permitirse el lujo de vivir cerca de los espacios verdes de su ciudad
A nivel mundial, los gobiernos destinan m¨¢s fondos para los programas de ecologizaci¨®n urbana. Por ejemplo, la ciudad de Maring¨¢, en el sur de Brasil, est¨¢ plantando ¨¢rboles en las partes m¨¢s desfavorecidas de la periferia de la ciudad para contribuir a brindar una mejor calidad del aire y sombra a sus ciudadanos durante los veranos tropicales calurosos y h¨²medos. En China, el gobierno municipal de Guangzhou tiene como objetivo construir 4.500?kil¨®metros de v¨ªas verdes para 2035, con lo que asegurar¨¢ que el 90?% de sus ciudadanos vivan a menos de 300?metros del parque m¨¢s cercano de su vecindario y a menos de 1.000?metros del parque urbano m¨¢s cercano. Y en Sierra Leona, la campa?a ¡°Freetown the TreeTown¡± (Freetown, la ciudad de los ¨¢rboles) atrae a residentes de las zonas de bajos ingresos de la capital para que planten y mantengan ¨¢rboles. Como incentivo adicional, a los participantes se les paga con cr¨¦ditos para sus tel¨¦fonos m¨®viles a trav¨¦s del uso de una aplicaci¨®n que controla el progreso de las pl¨¢ntulas.
A nivel mundial, se reconoce cada vez m¨¢s la importancia de los bosques urbanos para la salud humana y para mitigar y adaptarse a los efectos del cambio clim¨¢tico, y tal es el caso del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico y del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, que insta a que se mejoren los espacios urbanos verdes y azules para el bienestar humano. Pero para que el mundo cumpla con los objetivos globales, todas las poblaciones urbanas, y no solo unos pocos privilegiados, deben tener acceso a los espacios verdes.
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