Los gazapos de la campa?a, el enemigo m¨¢s temido del candidato
El periodo electoral es una ¨¦poca propicia para los fallos de los l¨ªderes pol¨ªticos, que son amplificados por las redes sociales
Las campa?as electorales, esos periodos en los que los pol¨ªticos redoblan su exposici¨®n a los medios tras un largo invierno de barreras comunicativas y dem¨¢s plasmas, son ¨¦pocas propicias para el error. Unas veces los patinazos son fruto de la velocidad de mec¨¢nico de F¨®rmula 1 a la que se someten los candidatos en estos d¨ªas previos a los comicios. Otras veces, los aspirantes acaban traicionados por su subconsciente y pronuncian frases que les ponen en evidencia. Finalmente, en otras ocasiones, los pol¨ªticos exponen sus ideas ¡ªmeditadas, elaboradas y plenamente articuladas¡ª a la luz del d¨ªa, y la reacci¨®n de la twittosfera ¡ªsiempre efervescente¡ª les convence de que quiz¨¢ hayan tenido ocurrencias m¨¢s brillantes. Llega entonces el temido momento de la matizaci¨®n ¨Cel grado m¨¢ximo de reconocimiento de un fallo de un dirigente pol¨ªtico, en campa?a y fuera de ella¡ª.
En las ¨²ltimas horas, varios l¨ªderes pol¨ªticos han visto c¨®mo sus palabras se convert¨ªan en bombas contra la estrategia de sus partidos. Quiz¨¢ la m¨¢s sonada haya sido la protagonizada por la estrella emergente de la pol¨ªtica espa?ola, Albert Rivera, de Ciudadanos. Este afirm¨® el pasado lunes en un desayuno informativo que ¡°el proyecto de cambio para Espa?a solo lo pueden encabezar personas nacidas en democracia¡±.
La frase, lanzada en un acto en el que los oradores suelen dejar poco espacio para la improvisaci¨®n, escoci¨® mucho a gran parte de los pol¨ªticos nacidos antes de la muerte de Franco, que tacharon a Rivera ¡ªnacido en 1979¡ª de ¡°inmaduro pol¨ªtico¡± y le acusaron de ¡°excluir a 25 millones de espa?oles¡± y decir ¡°tonter¨ªas¡±. Un d¨ªa despu¨¦s, el l¨ªder de Ciudadanos ha matizado en cierta medida sus palabras al asegurar que no pretende excluir a nadie de la pol¨ªtica, pero se mantiene en que ¡°para encabezar un cambio¡± en Espa?a y en las alcald¨ªas ¡°es bueno¡± que gobierne gente que ronda los cuarenta a?os, con ¡°una peque?a experiencia pol¨ªtica y, sobre todo, no han estado gobernando¡±.
Si el patinazo de Rivera no puede achacarse a la falta de preparaci¨®n del discurso, el candidato a la alcald¨ªa de Ciudad Real por su partido, Pedro Fern¨¢ndez Ar¨¢nguez, ha brillado por todo lo contrario. En un v¨ªdeo, que ha sido visto 68.000 veces, casi tantas como habitantes tiene la ciudad por la que se presenta, el aspirante de Ciudadanos ha mostrado un conocimiento de su programa que solo siendo muy ben¨¦volo se puede calificar de somero.
Y si, como dice el libro de los Proverbios, ¡°quien mucho habla, mucho yerra¡±, el alcalde de V¨¦lez-M¨¢laga (PP), Francisco Delgado Bonilla llev¨® al extremo la estrategia de los regidores populares de separarse de la imagen de su partido y de sus l¨ªderes nacionales. En un debate en la televisi¨®n municipal, el regidor vele?o, ¡ªnada que ver con el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla¡ª se present¨® como una ¡°persona honrada¡± y pidi¨® a sus vecinos que cuando vayan a votar no tengan en cuenta ¡°ni a Mariano Rajoy ni a Cospedal¡± ni al caso G¨¹rtel.
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