As¨ª te contamos la abdicaci¨®n del rey Juan Carlos

No se va cuando algunos se lo ped¨ªan, en 2012 o 2013, sino cuando ¨¦l ha decidido, ya recuperado de su operaci¨®n de cadera en plena actividad con m¨²ltiples viajes oficiales. El Rey ha decidido abdicar para dejar paso a su hijo. "Una nueva generaci¨®n reclama el papel protagonista para afrontar con renovada intensidad los desaf¨ªos".

Cronolog¨ªa de los 76 a?os de Juan Carlos I, desde su nacimiento en Roma el 5 enero de 1938 hasta el anuncio de su renuncia al trono el 2 de junio de 2014. El 22 de julio de 1969, Juan Carlos I es propuesto sucesor de Franco a t¨ªtulo de Rey. El 22 de noviembre de 1975 es proclamado Rey de Espa?a tras la muerte de Franco.

Juan Carlos I personific¨® en Europa la transici¨®n desde la dictadura franquista hasta la democracia y el ingreso en la Uni¨®n Europea. El Rey ha sido en los ¨²ltimos casi 40 a?os una especie de contrafigura de Franco en Europa, seg¨²n las fuentes consultadas en la Comisi¨®n Europea, en el Consejo Europeo y en la Euroc¨¢mara.

El discurso ¨ªntegro del rey Juan Carlos, en v¨ªdeo, en el que explica su decisi¨®n de abdicar a la Corona. "Guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los espa?oles y una vez recuperado tanto f¨ªsicamente como en mi actividad institucional, he decidido poner fin a mi reinado y abdicar la Corona de Espa?a".

Sus intervenciones quir¨²rgicas, sus reuniones con presidentes del Gobierno espa?ol y mandatarios extranjeros como George W. Bush, Bill Clinton, Mijail Gorbachov o Fidel Castro, su participaci¨®n en cumbres internacionales, su boda con do?a Sof¨ªa y sus reuniones familiares... La vida de Juan Carlos I en treinta im¨¢genes.

Los Reyes quisieron educar a Felipe de Borb¨®n como un ni?o normal, pero nunca lo fue. Quiz¨¢ los primeros a?os, hasta la muerte de Franco. En 1975 todo comenz¨® a cambiar. Aquel ni?o rubito, inquieto, deportista aceptable, sentimental y estudiante concienzudo, se convert¨ªa en Pr¨ªncipe de Asturias.

Suya fue la primera gran decisi¨®n de renunciar a los poderes absolutos heredados del dictador, lo cual permiti¨® organizar la democracia y elaborar la Constituci¨®n, en la que las funciones del Rey quedaron ajustadas a las usuales en otras monarqu¨ªas. Suya fue tambi¨¦n la determinaci¨®n de intervenir contra los golpistas.

Toda su vida ha sido un largo camino para aprender el oficio de Rey. Cada minuto de su educaci¨®n; cada gesto, cada silencio, cada acto p¨²blico o privado, durante 46 a?os. Desde el mismo d¨ªa de su bautizo que reuni¨® en La Zarzuela al dictador Franco y a su abuelo paterno, el monarca sin corona, el exiliado Juan de Borb¨®n.?

De no haberse casado con quien se cas¨®, tal vez Letizia Ortiz habr¨ªa contado en directo una de esas noticias hist¨®ricas que tensan a cualquier periodista. Pero el Rey que ha abdicado es su suegro desde que el 22 de mayo de 2004 sali¨® de la catedral de La Almudena, en Madrid, acompasando sus pasos a los del heredero.