El rey Felipe inicia su pol¨¦mica visita a Arabia Saud¨ª, dos veces aplazada
El Gobierno espera que Riad firme la compra de cinco corbetas de Navantia por 2.000 millones
A la tercera va la vencida. Tras haber suspendido en dos ocasiones el viaje en febrero y noviembre pasados ¡ªla primera supuestamente por estar el Gobierno en funciones y la segunda por el fallecimiento de un hermano del rey Salman¡ª, Felipe VI aterriz¨® a las 19.10 de este s¨¢bado (dos horas menos en Madrid) en el aeropuerto Rey Khaled de Riad. El objetivo de la visita es asegurar la continuidad de las estrechas relaciones entre las casas reales de los dos pa¨ªses, cultivadas por su padre el rey Juan Carlos con el ya fallecido monarca Abdul¨¢, y servir de paraguas para las empresas espa?olas, que han encontrado en esta petromonarqu¨ªa, pese a los problemas presupuestarios que le ha generado la ca¨ªda del precio del crudo, un nuevo El Dorado, con obras tan emblem¨¢ticas como el AVE a La Meca o el metro de Riad.
El Rey ¡ªque ha llegado acompa?ado por los ministros de Asuntos Exteriores y Fomento, Alfonso Dastis e ??igo de la Serna, y por los secretarios de Estado de Comercio, Mar¨ªa Luisa Poncela; Infraestructuras, Julio G¨®mez-Pomar; y Defensa, Agust¨ªn Conde¡ª ha sido recibido por el gobernador de Riad, el pr¨ªncipe Faisal bin Bandar, y el ministro de Cultura e Informaci¨®n, Adel bin Zaid Al Turaifi, de solo 37 a?os, una excepci¨®n en la gerontocracia gobernante. El acto central de la visita es la entrevista y posterior almuerzo que Felipe VI mantendr¨¢ este domingo con el rey Salman, mientras que el lunes participar¨¢ en un foro empresarial hispano-saud¨ª antes de regresar a Espa?a.
Se trata de un viaje de alto riesgo pol¨ªtico, por las cr¨ªticas de la oposici¨®n a la sinton¨ªa con un r¨¦gimen campe¨®n en la aplicaci¨®n de la pena de muerte (m¨¢s de 350 ejecuciones en los ¨²ltimos tres a?os), la discriminaci¨®n de la mujer o la persecuci¨®n de disidentes como el bloguero Raif Badawi, condenado a mil latigazos y 10 a?os de c¨¢rcel por ¡°insultar al Islam¡±. Dastis se comprometi¨® el mi¨¦rcoles en el Senado a ¡°evocar¡± el asunto en las conversaciones con las autoridades saud¨ªes durante la visita del Rey. ¡°Que la situaci¨®n en Arabia Saud¨ª no es satisfactoria en derechos humanos ustedes lo han dicho y yo lo comparto¡±, dijo el ministro, quien a?adi¨® que se han producido algunas mejoras y que Espa?a actuar¨¢ de manera ¡°constructiva¡±.
La visita del Rey pone la alfombra para confirmar la mayor exportaci¨®n de la historia de la industria militar espa?ola: la venta de cinco corbetas por m¨¢s de 2.000 millones de euros. El contrato est¨¢ acordado desde hace m¨¢s de un a?o con la empresa p¨²blica Navantia, que ha iniciado los trabajos preparatorios, pero est¨¢ pendiente de la imprescindible ratificaci¨®n de la parte saud¨ª, que hasta ahora no ha encontrado el momento oportuno para firmarlo. La venta, que generar¨¢ 2.000 empleos en los astilleros de Ferrol y San Fernando durante cinco a?os, ha sido denunciada por organizaciones humanitarias como Amnist¨ªa Internacional, que recuerdan que la intervenci¨®n militar de Arabia Saud¨ª en Yemen, que incluye un bloqueo naval, ha causado ya m¨¢s de 7.000 v¨ªctimas, la mitad de ellas civiles. Es dif¨ªcil que las corbetas lleguen a tiempo para actuar en la guerra de Yemen: est¨¢ previsto que la primera se entregue en 35 meses y las restantes cada cinco meses. Lo que s¨ª es de uso inmediato son los 70 millones de euros en proyectiles de artiller¨ªa y munici¨®n que Espa?a vendi¨® a Arabia Saud¨ª en el primer semestre del a?o pasado.
Los problemas que rodean las obras del AVE Medina-La Meca tambi¨¦n centrar¨¢n la visita, aunque la presi¨®n se ha reducido tras el principio de acuerdo al que se lleg¨® en noviembre pasado, por el que se otorg¨® al consorcio espa?ol un plazo adicional de 14 meses, hasta marzo de 2018, y se reconocieron unos sobrecostes de 140 millones.
Las empresas espa?olas quieren aprovechar las oportunidades que brida el plan Visi¨®n 2030, con el que Arabia Saud¨ª busca diversificar sus fuentes de ingresos y acabar con la dependencia del petr¨®leo. No hay prisa: las reservas saud¨ªes, el 25% del total mundial, dan todav¨ªa para 80 a?os.
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