¡®Okupa¡¯ su propio piso para recuperarlo

Dami¨¢n esper¨® a que el inquilino de su piso se fuera del inmueble, cambi¨® la cerradura y se instal¨® all¨ª hasta que logr¨® rescindir el contrato de alquiler y pudo recuperarlo. El due?o del piso descubri¨® que su inquilino estaba realquilando el piso a trav¨¦s de una p¨¢gina web de alojamientos tur¨ªsticos. Lo anunciaba como un inmueble para 14 personas cuando en realidad era para cinco y pod¨ªa llegar a ganar m¨¢s de 10.000 euros al mes pagando un alquiler de 1.800.

El propietario comenz¨® a recibir las quejas de los vecinos, que pagaban las consecuencias de las fiestas que se hac¨ªan en el piso por parte de los turistas que lo realquilaban y, antes de recibir una denuncia por utilizar su piso para alquil¨¢rselo a turistas sin tener el permiso, decidi¨® actuar tras ver varios casos iguales al suyo en los medios de comunicaci¨®n. En 2016, 47,7 millones de turistas extranjeros se alojaron en hoteles y 8,2 millones lo hicieron en apartamentos. Si se compara con 2012, la ocupaci¨®n hotelera ha crecido un 28%, mientras que los alquileres se han disparado un 43,17%

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Precisamente estos d¨ªas, el ministerio de Hacienda ultima un decreto que obligar¨¢ a las plataformas de alquiler de viviendas de uso tur¨ªstico, tales como Airbnb, HomeAway, Wimdu o Niumba, a identificar a los propietarios, as¨ª como a presentar informes peri¨®dicos, con el objetivo de que declaren "con m¨¢s detalle" su actividad para evitar "fraudes fiscales". Asimismo, los caseros deber¨¢n guardar los datos de los arrendatarios. Un proyecto que trata de disipar el enfado vecinal en Madrid y Barcelona, los dos principales focos del fen¨®meno de la turismofobia, y de frenar las cr¨ªticas de hoteleros y apartamentos tur¨ªsticos ante lo que consideran un foco de ¡°econom¨ªa sumergida¡±.