El insulto sin respuesta
El tuit de Arran sobre el fallecido fiscal general Maza es una de sus "excrecencias sinverg¨¹enzas"
El peor de los insultos es el insulto al muerto. A¨²n peor: al que acaba de morir. Dice Jacqueline Fowks (Mecanismos de la posverdad, Fondo de Cultura Econ¨®mica, Per¨²) que el tuit es, al contrario que la llamada telef¨®nica, un mensaje que no espera respuesta. En esas condiciones, aunque se use para destruir directamente la estima de una persona, permite al que lo emite cualquier exabrupto, que no tendr¨¢ consecuencias. A ¨¦l, o a ella, a los que insultan, les har¨¢ gracia, a sus seguidores los llenar¨¢ de cruel regocijo, y el destinatario se tiene que quedar con el escupitajo.
Cuando el insultado es alguien que acaba de morir el ¨¦xito de la barbaridad es completa, pues se encierra en s¨ª misma, en ese regocijo ruin de quien se burla del que ya no est¨¢, no puede responder ni puede pedir representaci¨®n legal contra quien lo ha da?ado. El Tribunal Supremo ha anunciado esta ¨²ltima semana un mecanismo que advierte contra los insultos en el Twitter. Para conmemorarlo, desaforados que se muestran apasionados burlones de los otros han aprovechado que ha muerto el fiscal general del Estado, Jos¨¦ Manuel Maza, para verter sobre ¨¦l, incluso sobre su cara, todo tipo de desverg¨¹enzas.
Fins mai, #Maza ??? pic.twitter.com/XlJ1Oa6DA8
— Arran (@Arran_jovent) November 18, 2017
Sobre su cara, exactamente. La primera de estas excrecencias sinverg¨¹enzas la emiti¨® Arran, brazo armado de bilis de la CUP. Invirti¨® el sentido de la foto de la persona muerta, hasta dejarla bocabajo, y luego transcribi¨® lo que le dict¨® su h¨ªgado inflado al autor del escrito. Traducido al castellano, el Fins mai con que concluye el desafuero significa Hasta nunca. Terminar as¨ª un insulto ya es el colmo del sentido que tiene un tuit, pues esa abreviaci¨®n de la red, como dice Fowkes, no requiere respuesta, y adem¨¢s es en este caso la ¨²ltima parte de un insulto gr¨¢fico que se emite como una venganza.
El fiscal general ha sido muy activo en la lucha legal contra el independentismo y su muerte parece auxiliar a quien insulta en su expresi¨®n cobarde del atroz deseo de la muerte. Ya lo tienen, ya no est¨¢ la persona, ces¨® el objetivo del mal deseo, y el que ha invertido la fotograf¨ªa para ridiculizar al muerto a?ade esas palabras como quien pone un Me Gusta en Facebook.
Es grave el insulto, siempre, y esta vez es espeluznante. A ese siguieron otros en la misma red, igual de procaces: sobre la ausencia del fiscal de actividades futuras (el Mundial de F¨²tbol, lo bien que se vive en el Cielo¡) La gracia impune, arrojada como cemento sobre la despedida de quien se muere y a quien no queremos, es la m¨¢s vil de las venganzas.
Mofarse de la muerte de una persona es algo mezquino, cruel e intolerable. No hay impunidad para los insultos y el odio en las redes sociales. pic.twitter.com/CnFsLe0L4p
— Juan Ignacio Zoido (@zoidoJI) November 18, 2017
Antes no ten¨ªan la relevancia que tienen hoy esos mismos escupitajos, porque se dec¨ªan al aire o en letrinas. Ahora quedan escritos, se firman con seud¨®nimo o son an¨®nimos o est¨¢n firmados por asociaciones especializadas en hacer del rencor un juguete. Luego vendr¨¢n las apelaciones a la libertad de expresi¨®n como la eximente de cualquier exabrupto de esta clase.
Fowkes, que es la corresponsal de EL PA?S en Per¨², apunta en ese libro sobre los mecanismos de la posverdad que muchas de esas personas que agitan las redes con sus barbaridades est¨¢n interesadas en favorecer a este o a aquel. Insultando a un muerto, digo desde aqu¨ª, pueden buscar la risa floja, tambi¨¦n, de quienes viven pendientes de las redes para re¨ªrse de lo m¨¢s sagrado. Pero ya se muri¨® lo m¨¢s sagrado: el respeto al otro, aunque sea nuestro mayor enemigo, es lo m¨¢s sagrado. Esa es la esencia de la democracia, y es a esa esencia a la que querr¨ªan ver muerta para decirle, tambi¨¦n, hasta nunca.
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