Arenas jura que ¡°jam¨¢sss¡± se enter¨® de nada de las cuentas del PP

La comisi¨®n de investigaci¨®n de la presunta financiaci¨®n irregular del PP en el Congreso ya no es lo que era desde que ha ca¨ªdo el Gobierno de Mariano Rajoy. Las sesiones eran una penitencia pesad¨ªsima para el PP, un mordisco en el tobillo cada semana, pero ahora que han pagado, en los tribunales y en Moncloa, se toman con otro esp¨ªritu, como si ya no se jugara nada. Se lo ha resumido Joan Tard¨¤, de ERC, al ex secretario general del PP entre 1999 y 2003, Javier Arenas, el compareciente de este mi¨¦rcoles: ¡°Ahora est¨¢ todo un poco m¨¢s relajado, porque el sistema ha funcionado, y ustedes est¨¢n en la oposici¨®n¡±. Es verdad, los partidos, que antes eran oposici¨®n, ya no le ponen la misma ilusi¨®n. Predominaba esta tarde una ambiente de resaca. Al empezar estaban solo seis diputados. Por eso era casi m¨¢s interesante la comparecencia de Jos¨¦ Luis ?balos en el Senado, en la comisi¨®n que contraprograma el PP, porque ahora est¨¢ ¨¦l en el Gobierno y hoy han arrestado al presidente de la Diputaci¨®n de Valencia.

En esa languidez Arenas se movi¨® como en su casa, porque viene del Senado. Se aprovech¨® de esta desmotivaci¨®n con largas peroratas y su retranca de h¨¢bil conversador que agotaban los veinte minutos de cada turno. Adem¨¢s, es que ya, con todo lo que se sabe, no se esperan grandes revelaciones. Solo un poco de show, pero entre que ya no tiene tanta emoci¨®n y Arenas es muy resabiado como para ponerse tenso -siempre improvisa una sonrisa, contaba recuerdos de la infancia- la sesi¨®n no acab¨® de tener la chispa de otras grandes ocasiones, con Cospedal o Cifuentes. Esto solo lo levantar¨¢ Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, convocado para septiembre. Artemi Rallo, del PSOE, le pregunt¨®:

-?Se averg¨¹enzan ustedes de su pasado?

-Nunca, nunca, he tenido responsabilidad econ¨®mica en mi partido. Me siento muy orgulloso de la trayectoria del PP, que d¨ªa a d¨ªa llevan a cabo decenas de miles de personas.

De ah¨ª no le sacaron. Arenas dijo una veintena de veces una palabra que casi gritaba: ¡°Jam¨¢sss¡±. Parec¨ªa que lo hab¨ªa ensayado en un espejo. Que jam¨¢sss supo de la caja B, que jam¨¢sss se ha lucrado con la pol¨ªtica. Ni autoriz¨® gastos, ni firm¨® un tal¨®n, ni ten¨ªa nada que ver en ingresos, ni jam¨¢sss supo de la carta del Bigotes que le recordaba que a ver si les pagaban, ni se reuni¨® con B¨¢rcenas para arreglar su finiquito, ni le dijo que el remanente de la caja B lo metiera en un sobre y se lo diera al presidente¡­ Rallo le record¨® que seg¨²n la declaraci¨®n de Luis B¨¢rcenas el 15 de julio de 2013 al juez Ruz ¡°usted est¨¢ en todas las salsas¡±. Pero Arenas sub¨ªa la ceja izquierda con extra?eza, hac¨ªa moh¨ªnes de que era la primera vez en su vida que o¨ªa esas cosas y luego negaba todo: ¡°Jam¨¢sss he recibido un euro de ninguna actividad econ¨®mica que no sean rendimientos de mi trabajo personal, no me he lucrado con la pol¨ªtica, todo lo que yo he recibido lo he declarado a Hacienda¡±. El ¨²nico sobresueldo que conoce era ¡°un complemento por gastos de representaci¨®n por transferencia bancaria¡±.

Lo que m¨¢s le mentaron fue la parte de la sentencia del caso G¨¹rtel que alude a la poca credibilidad de su testimonio, pero tampoco le despein¨®. Los jueces, afirm¨®, no dec¨ªan eso, y cree que la sentencia se ha malinterpretado. Desvirtuada la sentencia, solo quedaba rematar: ¡°Si su se?or¨ªa le da m¨¢s cr¨¦dito al se?or B¨¢rcenas y Correa es su responsabilidad¡±, le contest¨®.

Solo con Tard¨¤, que entr¨® en su terreno de charleta de veterano, y que adem¨¢s a Arenas le hace gracia, tal como reconoci¨®, baj¨® un poco la guardia por lo sentimental. ¡°?Se ha sentido enga?ado?¡±, le pregunt¨® el diputado catal¨¢n. ¡°Le voy a contestar porque esa pregunta yo me la he hecho. (¡­) La sensaci¨®n ante determinados acontecimientos en mi partido, y fuera de ¨¦l, es de tristeza y decepci¨®n profunda¡±, respondi¨® Arenas. Toni Cant¨® le pregunt¨® luego si aparte de la tristeza en su d¨ªa hizo algo contra la corrupci¨®n, pero ya discutieron. Con todo, Arenas acab¨® adormilando cualquier intento de avivar los ¨¢nimos, se merend¨® la comparecencia, no le pillaron en nada y a un cierto punto reflexion¨® con dignidad: ¡°Yo he dimitido de muchas cosas, yo el verbo dimitir s¨¦ conjugarlo. No puedo luchar contra un hecho corrupto si no lo conozco¡±.

¡°No le creo¡±, concluy¨® el portavoz de Unidos Podemos, Juan Pedro Yllanes. ¡°Espero llevarle en el futuro a la fe en mi persona¡±, respondi¨® ¨¦l muy serio, sin que se supiera si estaba siendo ir¨®nico. Como todo. Lleva en pol¨ªtica 35 a?os, desde 1983, con UCD, fue un hombre de negro de Aznar y ahora se pasea por el Senado como un patricio. Se fue tan pancho de la comisi¨®n sin cansarse mucho, como un rumboso y curtido camale¨®n.

La sesi¨®n de Arenas acab¨® resultando muy aburrida. Y era el que m¨¢s gracia ten¨ªa de los dos comparecientes de la tarde. El siguiente, P¨ªo Garc¨ªa-Escudero, presidente del Senado, fue como se preve¨ªa, sopor¨ªfero. Los distintos portavoces tampoco hicieron nada por hacerlo interesante, en una inercia de cosas ya sabidas. El dirigente popular en su d¨ªa reconoci¨® pagos del PP, que coincid¨ªan con apuntes de B¨¢rcenas, como pr¨¦stamo para reparar los da?os de un atentado de ETA en su casa. Repiti¨® que siempre ha cobrado por transferencia ¡°retribuciones legales, transparentes y declaradas a Hacienda¡±. Apenas hubo preguntas sobre su papel en Fundescam, la fundaci¨®n del partido sospechosa de irregularidades. Era el presidente, pero lo resolvi¨® as¨ª: ¡°Sobre estos hechos la pena es que no le puedo contar absolutamente nada, porque como presidente no bajaba a la gesti¨®n diaria¡±.