La noche de San Ferm¨ªn es de ellas
En estas fiestas post sentencia de La Manada las mujeres quieren estar
"?Gora borroka feminista!, ?A tope!, ?Empalmada!, ?Hasta el encierro!". Las chicas tienen permiso, algunas por primera vez, para no volver a dormir a casa. Gritan y dan saltitos mientras se sujetan el top; 17 a?os y ganas de celebrarlo. Es la 1.30 de la ma?ana, agarradas unas a otras por las fajas, se abren paso entre la multitud de la calle San Nicol¨¢s, una mezcla transversal de edades, nacionalidades y niveles et¨ªlicos. ¡°Quita pesao¡±, le dicen a un treinta?ero que trata de torearlas al grito de ¡°guapas¡±. ¡°Tenemos que ocupar espacios, vestirnos como queramos, el problema lo tienen algunos t¨ªos¡±, explicar¨¢n luego, justo antes de gritar ¡°?Empoderadas!¡±. Son siete, llevan la bebida en una botella de dos litros y las llamaremos Sangr¨ªa'2018 (como su grupo de Whatsapp para estos sanfermines) porque son menores, no porque no quieran darlo: ¡°T¨ªa, pon mi nombre, o mejor¡ ?mi Insta!¡±.
En el San Ferm¨ªn post sentencia de La Manada las mujeres quieren estar. Las de 17 y las de 40. ¡°Las fiestas populares estuvieron siempre muy masculinizadas, las mujeres ocupaban un segundo plano, cocinando, lavando¡±, dice Mar¨ªa Castej¨®n de 42, historiadora y profesora, que confiesa haber sido muy fiestera. ¡°Cuando ten¨ªa 20 viv¨ªamos en un espejismo, no ten¨ªamos ninguna percepci¨®n del peligro, ahora las chicas no toleran agresiones de ninguna intensidad¡±. Las mujeres, opina, no pueden perder el espacio ganado durante d¨¦cadas. ¡°No vamos a renunciar a la calle, por ello las mujeres de Pamplona hemos rechazado propuestas venidas de fuera, como la de no asistir a la fiesta o vestir de negro¡±.
¡°En los setenta, los aldeanos ven¨ªan a tocar culo y tetas y acabamos con ello. Pamplona es pionera en protestar contra las machadas¡±, cuenta Pilartxo, una mujer de 60 a?os, insistiendo: ¡°No pongas La Manada de Pamplona, porque de aqu¨ª no eran¡±. Veinte a?os mayores, Mar¨ªa Paz de Borja y Pilar, de 81 y 85, impolutas entre la gente tintada de vinacho, cuentan que cuando solteras ¡°San Ferm¨ªn era lo mismo, pero sin gente y ropa m¨¢s limpia. Hab¨ªa m¨¢s respeto pero menos libertad, el hombre hac¨ªa lo que quer¨ªa; t¨² ten¨ªas que volver a la 1.30 porque, seg¨²n mi madre, si no eras una fulana¡±, recuerda Mar¨ªa Paz. ¡°Se han ganado cosas, se han perdido otras¡±, a?ade Pilar.
Ayuntamiento y Comunidad reconocen que las instituciones han ido al rebufo del movimiento feminista, que lleva 20 a?os peleando por unas fiestas m¨¢s respetuosas (sobre todo tras el asesinato de Nagore Laffage en 2008). En la plaza del Castillo, un puesto informa sobre agresiones y reparte pins de la mano roja contra la violencia machista. Hay pancartas con el m¨®vil para denunciar. Varias chicas de Sangr¨ªa'2018 se han bajado la app municipal AgreStop (aunque no tienen datos). ¡°No es que aqu¨ª pasen m¨¢s cosas, es que las visibilizamos m¨¢s¡±, dicen.
Lo podr¨ªa haber dicho Ana Ollo, consejera de Relaciones Ciudadanas: ¡°Hay un efecto bumer¨¢n de esta tolerancia cero hacia las agresiones en San Ferm¨ªn. Somos penalizados cada vez que nos usan como ejemplo de lo que somos pioneros en combatir¡±. Navarras de cuatro generaciones coinciden en que la culpa es de los medios. Est¨¢n indignadas con la sentencia, pero tambi¨¦n hartas de la sobreexposici¨®n del caso. Y todas creen que ¡°la idea de que en San Ferm¨ªn todo vale solo la tienen los de fuera¡±.
?Y las de fuera? ¡°Babosos sigue habiendo, lo que noto es m¨¢s complicidad entre las chicas¡±, dice Laura, de 29, repetidora de La Rioja. "Chicas solas y francesas, hay que estar pendientes, sobre todo a la hora de irnos al coche, d¨®nde hay menos gente", dice un grupo de cuatro de Bayona, que toman las mismas precauciones en casa. La australiana Genevieve Love, 20 a?os, lleva cuatro meses viajando sola. A mediod¨ªa le agarraron una teta en el Chupinazo. "?Qu¨¦ pena que no pude ir tras ¨¦l!", lamenta. A su alrededor la noche se va consumiendo. La gente lleva de fiesta desde las nueve de la ma?ana y se nota. Un par de seguratas con pinta de sicarios y talante diplom¨¢tico resuelven con paciencia una pelea. Bares llenos, aglomeraciones, mucha bebida, c¨¢nticos espont¨¢neos, alg¨²n v¨®mito, alguna raya en plena calle, tiradas de ficha¡ Pero no m¨¢s desenfreno que en otras fiestas, seg¨²n la camarera Vanesa Gargallo, de Castell¨®n: "No lo veo diferente a Fallas, es m¨¢s lo que cuenta la gente, hay buen rollo".
Sangr¨ªa'2018 sigue hasta el encierro de las ocho de la ma?ana de bar en bar¡ Debajo de los saltitos, tienen una conciencia desarmante para su edad (gracias a su profe feminista de filosof¨ªa, cuentan). No toleran sexismos, velan las unas por las otras, tienen m¨¢s cuidado, pero se niegan a tener miedo. Y todo con una alegr¨ªa loca. "Al final llovi¨® un poco pero muy bien. Ning¨²n problema. Ya sabes, siempre puede pasar algo, pero como en cualquier sitio", confirman por Whatsapp a mediodia. En palabras oficiales de Protecci¨®n Civil, "normalidad y ambiente festivo en la primera jornada de fiestas".
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